Política

Los únicos brotes verdes

Cristina Fernández de Kirchner visitó un merendero en Moreno. Hace 15 dí­as, el presidente Mauricio Macri inauguró un comedor comunitario en Santiago del Estero. La ex presidenta hizo referencia a lo que le generaba estar ahí­, cuando hace menos de dos años se inauguraban fábricas y universidades. El cambio fundamental es para quienes se gobierna.
por La Cámpora
1 oct 2017
Cambiamos Futuro por Pasado fue una de las pocas promesas de campaña que cumplió la Alianza Cambiemos. Quienes siempre recordamos que Mauricio es Macri, no fuimos tomados por sorpresa ante las distintas medidas de su gobierno, que tendió siempre a una redistribución negativa de los ingresos para favorecer a los dueños del capital en desmedro de los sectores populares. Para  los más  desprevenidos o directamente engañados, se desencadenó una estafa electoral. Durante los años en que se inauguraban escuelas y hospitales a lo largo y ancho del territorio nacional, los más vulnerados conquistaban derechos y habí­a un Estado que los garantizaba. Los comedores comunitarios fueron cediendo en número de gente que iba a alimentarse. Quienes todaví­a necesitaban de esa mano solidaria, pasaron a retirar una vianda o directamente mercaderí­a para poder cocinar en sus hogares. Así­ se recuperó el rol social de la cena en familia y con éste el diálogo y los proyectos de vida. Se fueron redefiniendo los espacios y esos comedores pudieron ser centros culturales, unidades básicas o clubes barriales. La copa de leche pasó a ser la copa por el campeonato de fútbol de las pibas y los pibes del barrio. No se cerraron espacios comunitarios, se resignificaron. Se llenaron de compatriotas que buscaban su derecho al laburo, el derecho al deporte, el derecho al juego o al acceso al arte y la cultura. El aumento del desempleo de la mano de la informalidad, el recorte a prestaciones y programas públicos, la inflación en rubros elementales como alimentos o medicamentos, no pueden más que acrecentar la iniquidad y la marginalidad. Es la misma Margarita Barrientos la que reconoce que hoy hay más ciudadanos y ciudadanas que asisten a sus comedores respecto al año 2015. En esos comedores la fila en la hora del almuerzo es cada dí­a más larga y ya no hay lugar para el apoyo escolar o el asesoramiento jurí­dico porque cuando el hambre duele, las prioridades cambian. Los comedores escolares de la Provincia de Buenos Aires ya han reclamado en muchas oportunidades por viandas en mal estado, los vecinos y vecinas en situación de calle de la Ciudad de Buenos Aires dicen lo mismo de las viandas que reciben por parte del BAP (programa que dice asistir a las personas en situación de calle en CABA). Se usa el hambre para la foto. Se reivindica la caridad en reemplazo de los derechos. En el medio, ciudadanos y ciudadanas tejen estrategias colectivas para salir de la crisis. Esas redes comunitarias que se fortalecieron cuando las necesidades básicas estaban garantizadas, son las que hoy se organizan con el objetivo de parar la olla. Ayer Cristina Kirchner visitó un merendero en el municipio de Moreno y enfatizó; “Me decí­an que se han cuadriplicado las necesidades, se han triplicado los merenderos. Yo la verdad que no quisiera venir a ningún merendero. No es una cosa para venir a decir o a mostrar. Pero cuando una lee en la portada de algunos diarios que la pobreza está disminuyendo. Cuando una escucha en la radio que todos los í­ndices de la economí­a andan bien. Cuando una ve en la televisión que un economista dice que mejoró la actividad económica. Yo los invitarí­a a todos y cada uno de ellos a que vinieran aquí­, a Moreno, en donde hubo que decretar la emergencia alimentaria. Sabemos que es un gobierno que sólo se ocupa de su clase social, de los que tienen plata y de favorecer con el Estado a sus propias empresas. Este no es un Estado como el que nos tocó vivir donde era un Estado que se regocijaba de abrir fábricasˮ. Y esa misma lí­nea concluyó: “Yo me rompí­ el alma como presidenta recorriendo el paí­s inaugurando fábricas, inaugurando talleres, inaugurando colegios, inaugurando universidades. Me avergí¼enza tener que venir a ver merenderos.ˮ En cambio, hace 15 dí­as veí­amos como el jefe de Estado inauguraba con bombos y platillos un comedor comunitario para ni más ni menos que dar un paliativo al hambre que generan las polí­ticas que él aplica, impactando de lleno en la vida de los más humildes. Pero este pueblo que todaví­a tiene fresca en la memoria un pasado digno y justo, le gritó al presidente aquello que él jamás hubiera reclamado: “ ¡Queremos trabajar!ˮ
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