Política

Marí­a Elena “Tilyˮ Maderna

por La Cámpora
24 ago 2013
“Yo me siento una campeona de la vidaˮ, dice “Tilyˮ, quien el 14 de junio pasado se consagró Campeona Mundial del Tí­tulo Ligero Femenino de la OMB, en una pelea que se celebró en Las Flores, Provincia de Buenos Aires. Tily trae en su mochila una historia fuerte de la que pudo sobreponerse con la misma garra que demuestra cuando se calza los guantes. Su carrera arrancó a los 27 años, cuando un vecino la invitó a acercarse al gimnasio de la Sociedad de Fomento de Rafael Castillo, donde tení­a su escuela de boxeo. Allí­ tiró sus primeros golpes arriba de un ring. Durante sus años amateur, conoció a otro entrenador que percibió que, además de sus condiciones boxí­sticas, necesitaba ayuda. Fue quien le ofreció seguir su entrenamiento en la ciudad de Las Flores: “Yo no entendí­a cómo, pero un dí­a estaba arriba de un micro yendo a Las Floresˮ. Fue la decisión que la alejó de lo que pudo haber sido un trágico final. Martí­n Laborde es su compañero incondicional, quien se hizo cargo de su entrenamiento, a pesar de que no tení­a mucha experiencia. Lo que sí­ le sobraba a Martí­n eran amor y ganas de ayudarla a salir adelante. Juntos resurgieron el sueño entrenando en un galpón sin techo, lindero a su casa. Una noche Tily y Martí­n conocieron a un grupo de compañeros de La Cámpora en Las Flores, quienes inmediatamente pusieron a disposición la unidad básica para el entrenamiento. Así­ fue como la campeona llegó a la organización, comenzó su militancia y se sumó a las actividades. “Nosotros estábamos locos en encarar la pelea por el Tí­tulo del Mundo, pero nos dimos cuenta que estos (por los compañeros) estaban más locos que nosotros. Enseguida, sin conocerme, me brindaron todo su apoyo incondicional y estuvieron con nosotros para lo que necesitáramosˮ. A partir de allí­, los compañeros de Las Flores compartieron e hicieron suyo el sueño del tí­tulo. Participaron de la organización del festival   en el que Tily peleó por el campeonato mundial, atendiendo cada detalle desde el primer minuto al último. Luego de la alegrí­a, la emoción y los festejos por haber cumplido el objetivo, la organización puso en marcha otro de los sueños compartidos: la escuelita de boxeo. “Si a mí­ me ayudaron como no voy a ayudar. Queremos que la escuelita sea un lugar de contención, no sólo para los más chiquitos sino también para la tercera edad, que muchas veces se siente postergada“. Fue así­ como nació el taller que se desarrolla en la sede del club Avellaneda de Las Flores. Hoy, Marí­a Maderna, como la nombró Osvaldo Principi en la transmisión de la pelea por la TV Pública, puede disfrutar de su hija, Soledad; sus nietos, Maia, Lautaro, Joaquí­n y Kevin; su militancia, y un futuro lleno de proyectos. “Creo que lo que me pasó a mí­ le puede pasar a muchos otros y que la contención que me dio La Cámpora se la podamos dar a mucha más gente desde la escuelita. Y obvio, que si tengo la posibilidad de ayudar, lo voy a hacer a la par de todos los compañerosˮ.