Política

Martí­n Farizano, uno de los mejores de los nuestros

por La Cámpora
17 abr 2012
Publicado por Gerardo Fernández Tirando al Medio Cuando empezaron los aplausos en el video me largué a llorar. Desde ayer a la mañana tení­a ese llanto guardado cuando me enteré de su fallecimiento. Me emocionó el aplauso por lo tupido, me emocionó la cantidad de gente. Cuando te despiden así­ es que hiciste algo por los demás. He escrito bastante sobre Martí­n (acá hay una nota y acá un reportaje que lo pinta de cuerpo y alma) sigo creyendo que fue el imán de la JI en aquellos tempranos ochentas. Sigo pensando que todos los que aparecimos en el PI de capital en aquel tiempo fuimos deslumbrados, además de la figura de Alende, por ese dirigente distinto que habí­a en la Juventud. Martí­n era distinto. A ver: hací­a lo de todos los dirigentes, rosqueaba, trenzaba, negociaba a más no poder, pero lo hací­a de otra manera. Te miraba a los ojos y sabí­as que no te mentí­a y si te tení­a que dar la noticia más atroz, te la daba de frente manteca. Siempre tuve una imagen de tipo honesto de Martí­n, aún en la disidencia. No estuve de acuerdo en su análisis cuando se fue al radicalismo pero lo respeté porque explicó a quien quisiera oí­rlo una a una las razones de su decisión, y además se fue chiflando bajito, sin conferencias de prensa, sin hacer espamento. Los años pasaron y Martí­n terminó sus dí­as en Neuquén, habiendo enfrentado al MPN encabezando una coalición muy amplia de sectores sociales y fuerzas polí­ticas y cosechando una derrota seria. Y ahora, a los 58 años el cáncer que nos lo quita. Nos lo quita porque Martin Farizanofue un dirigente distinto, un tipo que buscó permanentemente la unión de los que piensan parecido, porque tení­a muy claro que si bien muchas veces entre nosotros tenemos matices que nos distancian o diferencian, compartimos, muchas veces sin darnos cuenta, el mismo enemigo. Con el paso de los años, estando en el radicalismo entendió que el kirchnerismo expresaba desprolijamente, sin dudas, y con mayores o menores luces, esta cosa de amucharse y bancar el proyecto encabezado por Néstor y Cristina dado que era quizá una de las últimas oportunidades que tení­an los sectores populares de disputar seriamente el poder, por eso encabezó la fórmula junto a Nancy Parrilli (la hermana de Oscar, el Secretario General de Presidencia) nada menos que contra el poderosoMPN que no sólo aparecí­a como una partido de estado provincial casi inquebrantable, sino que en los grandes lineamientos de la polí­tica nacional también reconocí­a y reconoce fuertes niveles de acuerdos con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Pero ahí­ estuvo Martí­n, contribuyendo a esta sumatoria en la que estamos muchos que, precisamente en aquellos años de locura juvenil en La Patota del Doctor, entendí­amos que la realidad polí­tica argentina requerí­a del esfuerzo mancomunado de los que tenemos el mismo enemigo. Descansá en paz, querido compañero y gracias por haberme enseñado tantas cosas con tus gestos, con tus arrebatos, con tu carcajada, con tu buena leche.