Entrada la tarde del sábado, cientos de compañeros y compañeras fueron acercándose a las puertas de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET).
La mayoría venía de sus barrios y unidades básicas; muchos y muchas cargando el cansancio de un largo día de jornadas solidarias por las familias afectadas por las inundaciones y el trágico temporal de los últimos días.
Cerca de las tres de la tarde, y al calor de los bombos y los vientos de Los Dandys de Boedo, la columna de compañeros y compañeras se abrió paso hasta el auditorio.
Desde los primeros días de febrero, los militantes de la juventud del distrito realizaron distintos encuentros de formación -a través del ciclo de verano de la Escuela Justicialista de la Juventud- en los que profundizaron sobre la historia de nuestra Patria y de nuestro movimiento.
Mientras que en los medios y en las redes nos quieren hacer creer en una juventud sin patria ni bandera, o cargada de rebeldías sin causas justas, en La Cámpora los compañeros y las compañeras abrazamos nuestra historia, la problematizamos y la discutimos para llegar a síntesis colectivas.
Con un recorrido histórico que abarcó desde 1880 hasta el 2001, la militancia compartió intensas jornadas de formación en las que fueron invitados valiosas compañeras y compañeros de nuestro movimiento como expositores.
Ayer fue el cierre de este ciclo de verano. Y contó con la participación del compañero Máximo Kirchner, quien conversó con los militantes, acompañado al frente del auditorio por el secretario de la JP de la Ciudad de Buenos Aires, Tomás Lerner, y compañeras y compañeros de los barrios, de los secundarios y las universidades.
“Lo que le están haciendo a la gente no es menor, es muy grave, y cuando nosotros y nosotras decidimos ‘representar’ algo -y no me refiero a solamente a las personas que van en una lista eventualmente, sino a ustedes que, poniéndose una remera, representan algo todos los días en el colegio, en la universidad o en la unidad básica- sabemos que construimos lugares a donde la gente puede recurrir cuando tiene un problema”, definió Máximo al comienzo de su intervención, y afirmó: “Requiere un nivel de compromiso y de responsabilidad muy grande”.
Durante más de tres horas, los compañeros y compañeras pudieron intercambiar con Máximo distintas inquietudes y preguntas respecto de la actualidad, como también sobre distintos momentos y etapas históricas, y el rol de las organizaciones en cada una.
“A veces la velocidad del deseo es una y la velocidad de la construcción es otra: casi que el deseo guía a la construcción”, definió Máximo, profundizando sobre el rol de nuestra construcción política, y agregó: “El deseo está más adelante, y uno viene por detrás para darle los mejores cimientos que pueda alcanzar el grado de eficiencia con respecto a aquello que se desea”.
En relación al próximo 24 de marzo, Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, el compañero nos convocó a marchar desde la ex ESMA hasta la histórica Plaza: “Es lo que tenemos que hacer, caminar; sobre todo en estos momentos en los que empiezan a decir que no son 30.000, o que se discute la magnitud de la tortura, de la desaparición o de la apropiación de vidas ¿cómo no vamos a caminar? Es lo menos que podemos hacer, no quiero vivir en un país que no sea capaz de recordar lo que pasó, incluso de la forma que lo hacemos nosotros y nosotras: caminando, cantando y con alegría”.
“Está todo tan a la derecha que, así como Galeano decía que las utopías son eso que te permite caminar, hoy pareciera que las utopías son la búsqueda del centro en la política argentina. Así, muchos van caminando y poniéndose cada vez más a la derecha, sin darse cuenta. Ahí es cuando hay que clavar los tacos y decir: nosotros somos esto y tenemos éste proyecto de país en el que queremos trabajadores y trabajadoras con sueldos dignos, empresarios que investiguen, que produzcan, que innoven, y que también puedan ganar sus mangos, pero en un marco de armonía y de desarrollo común, que es lo que necesitamos”, expresó y profundizó en relación a la fecha que se avecina: “Creo que este 24 de marzo tenemos que hacerlo de la mejor manera posible, que el 25 de marzo tenemos que hacerlo mejor que el 24 y que el 26 de marzo tenemos que hacerlo mejor que el 25. Y así, día tras día, tenemos que tratar de ser lo mejor que podamos. Y, cuando no podamos solos, buscamos a una compañera o compañero que nos ayude, nos escuche y nos empuje”.
“Caminar es una buena manera de recordar y es también un compromiso, porque trece kilómetros no dejan de ser trece kilómetros y porque tiene esa actitud peregrina de ir por algo. Tenemos que ir por un país más justo, y esa fuerza y esa energía nace de ese recuerdo”, concluyó.