Política

Mirá qué distintos somos

por La Cámpora
7 abr 2014
cristiano-messi--647x320“Ellos se ofrecieron a dar parte de su tiempo libre para el proyecto presidencial", afirmaron Peña y De Godoy para evitar cualquier paralelismo con los jóvenes de La Cámpora. En la Argentina hay un diario, que se jacta de ser “centenarioˮ. Es cierto, está cerca de cumplir un siglo y medio desde su fundación. Su espí­ritu anquilosado es expuesto obscenamente cada vez que sus editorialistas se pronuncian desde la “tribuna de doctrinaˮ que su fundador, el entonces llamado “generalí­simoˮ Bartolomé Mitre* ˮ“sí­, mismo mote que utilizarí­a Francisco Franco un siglo después- intentó imponer como base de la agenda polí­tica nacional. Además de centenario, es un diario millonario: debe 330 millones de pesos al fisco. Mientras el expediente paradójicamente duerme el sueño de los justos en los cajones de la Corte Suprema, los intereses de la evasión crecen. Pero volvamos. En La Nación hay una sección que lleva el rótulo de “Polí­ticaˮ. El mismo arte que fue bastardeado por un sinnúmero de grandes hombres destacados del diario, ejemplares para la familia Mitre, pero hoy despreciados por la mayorí­a de los argentinos. Ellos mismos son los que intentaron hacer creer al pueblo que la polí­tica no era más que el reducto de las tretas y jugarretas donde se cocinaban acuerdos espurios y de dudosa moral. Ellos mismos, los que utilizaron esa herramienta para favorecer su posición de élite en desmedro del bienestar del pueblo y la verdadera Nación ˮ“no la que tiene sede en Libertador 101, sino la que se extiende desde Ushuaia hasta La Quiacaˮ“. En la sección “Polí­ticaˮ, trabaja un periodista, o agente de prensa, que se llama Jaime Rosemberg. Hoy firma una nota con el tí­tulo “Macri ya arma su búnker para la campaña presidencialˮ. Explica que “un renovado edificio de cinco pisos en San Telmo albergará a sus equiposˮ, y se ocupa de destacar que quienes integran esos equipos “se ofrecieron a dar parte de su tiempo libre para el proyecto presidencialˮ, postulando que “son militantes ad honoremˮ. Puede que Jaime Rosemberg haya comenzado a militar. En las filas del macrismo, claro está. Bienvenido a la polí­tica, Jaime. Desde esta humilde organización nos ponemos muy contentos de que el legado de Néstor siga impulsando a los argentinos a recuperar la polí­tica como herramienta de transformación. No obstante, hay algunos comentarios de la nota que nos parecen bastante acertados, y que posiblemente describan toda una impronta y un paradigma de la forma de hacer polí­tica del macrismo. Sin ahondar en precisiones profundamente ideológicas, desliza una pincelada descriptiva: “en un espacio que remite a los headquarters de las grandes empresas norteamericanasˮ, comienza el texto, “Mauricio Macri vela sus armas para la pelea presidencial de 2015ˮ. Agrega que el segundo piso “parece Googleˮ. La segunda mitad de la nota se encarga de diferenciar a los “militantes ad honoremˮ de los que supuestamente componen nuestra organización. Según la nota, el edificio está prácticamente abocado a tareas de comunicación y tareas desarrolladas desde las redes sociales. Es digno del macrismo y el conglomerado al que pertenece ˮ“que podrí­amos llamar “de la polí­tica de mercadoˮˮ“ pensar que toda la polí­tica gira alrededor del marketing. Ambos destacan el carácter ad honórem de los colaboradores, aunque reconocen que varios de ellos perciben un sueldo en despachos de legisladores u otros funcionarios. "Ellos solos se ofrecieron a dar parte de su tiempo libre para el proyecto presidencial", afirmaron (el secretario de Gobierno, Marcos) Peña y (el secretario de Medios, Miguel) De Godoy para evitar cualquier paralelismo con los jóvenes de La Cámpora. Entre tanto trabajo, también hay lugar para la diversión. Una mesa de ping-pong y una Wii aportan "pensamiento creativo" y relajan a los jóvenes voluntarios para pasar de mejor manera largas horas allí­ adentro. Es cierto. Mirá qué distintos somos. Nosotros no ponemos nuestro tiempo libre "a disposición de un proyecto presidencial" sino que entendemos la militancia como una  elección de vida a favor de un proyecto colectivo de paí­s. Los militantes  organizamos apoyo escolar en prácticamente todas las unidades básicas del paí­s, salimos a pintar escuelas, hacemos compras comunitarias para combatir a los formadores de precios y promovemos la organización popular, dejamos todo ante catástrofes naturales como las trágicas inundaciones de La Plata y otros puntos del paí­s, ofrecemos asesorí­a jurí­dica gratuita, poniendo los conocimientos de los compañeros al servicio de los vecinos, y nos comprometemos en la gestación, la promoción y la realización de polí­ticas públicas tanto desde el ámbito ejecutivo como legislativo. Con la conducción de Cristina y con el ejemplo de Néstor, no ponemos nuestro tiempo libre a disposición de un proyecto presidencial sino de un proyecto de paí­s. Nos ponemos, enteros, a disposición de un proyecto nacional, popular, democrático, solidario, inclusivo y revolucionario. Ay che, Jaime Rosemberg, Marcos Peña y Miguel de Godoyˮ¦ mirá qué distintos somos.       * Nota del redactor: Quizá ese tí­tulo le quedara un poco grande después de haber comandado la batalla de Curupayty ˮ“en plena Guerra de la Triple Alianzaˮ“, en la que envió al suicidio a casi 10 mil soldados argentinos y brasileros ˮ“contando con 17 mil en totalˮ“ sin lograr ni siquiera un centenar de bajas entre los 5 mil hombres de la República del Paraguay. Un detalle a tener en cuenta sobre el gran estratega, entre los otros análisis a realizar sobre las verdaderas razones que motivaron ese enfrentamiento entre hermanos latinoamericanos, motivado por las conveniencias del imperio británico, infelizmente recordado en estos dí­as por todos los argentinos y por la compañera presidenta Cristina Fernández de Kirchner.  
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