Evita, la abanderada de los humildes
Eva Perón nace el 7 de mayo de 1919 y se conduce a la inmortalidad el 26 de julio de 1952, dejándonos el claro ejemplo que las convicciones que se llevan como bandera se plasman en la construcción y extensión de los derechos hacia los ciudadanos.
La obra de evita fue sin duda enorme, pero uno de los aspectos más importantes fue el cambio de paradigma que realizó respecto a la concepción de lo social en la Argentina donde ya no eran sólo miembros del pueblo sino sujetos de derechos a quienes se les tenía en cuenta como partícipes en el proceso democrático. Años más tarde se estaría empoderando a las mujeres con el derecho al voto y la participación cívica.
La voz de Evita es el grito de los oprimidos que, a través de ella, está presente en la vida política, social y económica del país. Ella se dio por completo a su pueblo y a sus queridos descamisados, como ella los llamaba, y hoy el pueblo levanta su bandera desde aquel día y para siempre.
Ella es la abanderada de los humildes, y el fiel reflejo de la lucha que se plasma en la fidelidad a las convicciones: una mujer que amó tanto el pueblo y se entregó enteramente a esa causa no tiene otro destino que vivir en los corazones de quienes abrazamos y defendemos, junto a Cristina, un proyecto de país inclusivo, de ampliación de la participación social, de construcción colectiva, de ampliación de derechos, defensor de la soberanía nacional, y engrandecedor de la Patria.
Buscando la felicidad del pueblo, como la buscó y sigue buscando Evita, la jefa espiritual de la Nación.
Evita vive en cada argentino
Nació el 7 de mayo de 1919 y murió 33 años después. Pero sin dudas su imagen hasta hoy ha quedado en todos los argentinos, que la siguen recordando. Es que Eva Duarte o Evita fue sin dudas quien le dio al pueblo, y principalmente a las mujeres, un reconocimiento importante sobre sus derechos.
Nacida en la provincia de Buenos Aires, fue una política de raza. Se casó con Juan Domingo Perón en 1945 y posteriormente fue primera dama. En 1946 participó activamente de la campaña electoral y se convirtió en la primera mujer en hacerlo. Sin dudas, una historia similar a la de Néstor y Cristina.
Evita falleció el 26 de julio de 1952, dejando un legado y sus ideas, que siempre apuntaron a los desprotegidos que no eran escuchados ni considerados y a las mujeres, que recuperaron sus derechos. Entre otras cosas, es reconocida por lograr la igualdad política entre los hombres y las mujeres, y en ese marco fundó el Partido Peronista Femenino.
En 1947, logró la sanción de la ley de sufragio femenino (habilitó a las mujeres a poder votar) y buscó luego también la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con la Constitución Nacional del 49.
Evita es recordada también por su vida social. Por su ocupación y preocupación por los más humildes. Ella fue quien creó la Fundación Eva Perón, dirigida a ayudar a los grupos más carenciados de la sociedad argentina, e impulsó la construcción de hospitales, asilos, escuelas, otorgó becas para estudiantes y ayuda a las mujeres.
En medio de una lucha interna en el sindicalismo y el peronismo, Eva decidió en 1951 renunciar a su candidatura el 31 de agosto de ese año a pesar del reclamo del movimiento obrero que la propuso para las primeras elecciones presidenciales con sufragio universal, como parte del reconocimiento por su posición activa en las luchas por los derechos sociales y laborales al igual que Perón.
Como consecuencia de una larga enfermedad (cáncer de útero), Eva falleció en 1952. Recibió honores oficiales y fue velada en el Congreso Nacional y en la Confederación General del Trabajo (CGT). También en ese momento tuvo un reconocimiento importante de la sociedad, principalmente de aquellos argentinos, humildes, que fueron beneficiados por sus ideas.
Nadie podrá dudar que Evita fue una de las mujeres más poderosas, sin buscarlo puntualmente, populares y emblemáticas de la política argentina, y al igual que Cristina Fernández surgió al calor del peronismo.
Ambas son mujeres acostumbradas a desafiar a los poderes concentrados, a aquellos que quieren aprovecharse de los más humildes, de los carenciados, pero ellas simplemente eligieron trabajar para el pueblo, para darle a los argentinos lo que se merecen y les corresponde.
Mientras tanto, los militantes seguimos su legado, junto a Cristina defendiendo el proyecto nacional y popular. El de Evita, el de Perón y el de Néstor también.