"En el 2011 vuelven los carnavales a la Argentina", decía la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner a finales del 2010. Ahora, en el 2013 los argentinos ya no se privan de nada, menos que menos de la felicidad.
Los primeros fines de semana de febrero la Ciudad de Buenos Aires se vistió de fiesta junto a la murga de La Cámpora "Los Dandy's de Boedo", que con motivo de compartir el carnaval y gracias a la decisión política de la Presidenta salieron por los barrios porteños para inundar las calles de color y mística murguera.
Militantes de toda la Ciudad se sumaron a la murga entendiendo la importancia de la recuperación de los carnavales que habían sido prohibidos durante la última dictadura militar y postergados por los sucesivos gobiernos.
Los carnavales expresan la libertad en todos sus sentidos por medios del baile, la música, la crítica, la alegría. Recuperando la calle y el barrio en familia y afianzando los lazos entre los vecinos que durante tantos años se encontraron vulnerados.
Hoy los bombos suenan con más fuerza que nunca, las manos se agitan en el aire y los bailarines saltan hasta llegar al cielo, con la felicidad y la tranquilidad de que los feriados de carnaval son un triunfo cultural para el Pueblo, un triunfo que llegó de la mano de Néstor y Cristina, para nunca más irse.
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"En el 2011 vuelven los carnavales a la Argentina", decía la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner a finales del 2010. Ahora, en el 2013 los argentinos ya no se privan de nada, menos que menos de la felicidad.
Los primeros fines de semana de febrero la Ciudad de Buenos Aires se vistió de fiesta junto a la murga de La Cámpora "Los Dandy's de Boedo", que con motivo de compartir el carnaval y gracias a la decisión política de la Presidenta salieron por los barrios porteños para inundar las calles de color y mística murguera.
Militantes de toda la Ciudad se sumaron a la murga entendiendo la importancia de la recuperación de los carnavales que habían sido prohibidos durante la última dictadura militar y postergados por los sucesivos gobiernos.
Los carnavales expresan la libertad en todos sus sentidos por medios del baile, la música, la crítica, la alegría. Recuperando la calle y el barrio en familia y afianzando los lazos entre los vecinos que durante tantos años se encontraron vulnerados.
Hoy los bombos suenan con más fuerza que nunca, las manos se agitan en el aire y los bailarines saltan hasta llegar al cielo, con la felicidad y la tranquilidad de que los feriados de carnaval son un triunfo cultural para el Pueblo, un triunfo que llegó de la mano de Néstor y Cristina, para nunca más irse.
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