Política

Muchas gracias por todo

por La Cámpora
4 nov 2010

La compañera Presidenta de dirigió por cadena nacional al gran pueblo argentino.

Son las 17:40 horas del dí­a lunes, en unos instantes más voy a recibir las cartas credencias de nuevos embajadores en la República Argentina, un dí­a más de gestión de gobierno pero evidentemente un dí­a diferente en mi vida, que como todos saben cambió en forma definitiva.

He leí­do o escuchado que este es mi momento más difí­cil, en realidad es otra cosa, es mi momento más doloroso. El dolor es algo diferente a las dificultades o a las adversidades. Yo he tenido en mi vida polí­tica o en mi gobierno, en particular, muchí­simas dificultades y muchí­simas adversidades, pero el dolor es otra cosa... es el dolor más grande que he tenido en mi vida, es la pérdida de quien fue mi compañero, durante 35 años, compañero de vida, de lucha, de ideales. Una parte mí­a se fue con él, está en Rí­o Gallegos. Pero no es este un momento para utilizar la cadena nacional para terapia emocional, sino para agradecer. Yo querí­a dedicar estos pocos y breves minutos para agradecer a todos y a todas, a todos los hombres y mujeres que se movilizaron, que quisieron verlo, que quisieron despedirlo, que rezaron por él, que lloraron por él, que no pudieron llegar tal vez acá porque viví­an lejos pero se reunieron en otros lugares, que me entregaron rosarios; los rosarios de él los tengo todos, colgados en mi casa, de Rí­o Gallegos; agradecerles las flores y las cartas; las camisetas de Racing, que él adoraba, hasta también las otras camisetas que me regalaron que eran de otros clubes, pero igual a él el fútbol les gustaba mucho y las banderas también que me entregaron.

Yo quiero agradecer mucho esa inmensa y formidable muestra de cariño y de amor, que él se la merecí­a. No voy a tener falsa humildad porque como decí­a una dirigente muy importante, que ya falleció: "hay que ser muy grande para ser humilde" y yo no soy grande, así­ que no voy a ser humilde, simplemente voy a decir que él se lo merecí­a y permí­tanme agradecerles en forma especial a las decenas, a las decenas de miles y miles de jóvenes que cantaron y marcharon con dolor y con alegrí­a, cantando por él, por la patria.

Quiero decirles a todos esos jóvenes que en cada una de esas caras yo vi la cara de él cuando lo conocí­, ahí­ estaba el rostro de él exacto. Y decirles a esos jóvenes que tienen mucha más suerte que cuando él era joven, porque están en un paí­s mucho pero mucho mejor, en un paí­s que no los abandonó, en un paí­s que no los condenó ni persiguió. Al contrario, en un paí­s que los convocó, en un paí­s que los ama, que los necesita, en un paí­s que vamos a seguir haciéndolo distinto entre todos.

Y a los millones y millones de argentinos -que parece que somos más de cuarenta millones porque además tuvimos la suerte de que él nos debe de haber ayudado ya que el Censo salió muy bien- quiero decirles que siempre he tenido un gran sentido de la responsabilidad en todas las funciones que he cumplido, cuando fui legisladora provincial, cuando fui legisladora nacional y, más aún, como Presidenta porque siento que de mí­ depende la suerte de todos los argentinos.

Pero déjenme decirles que desde este miércoles, además de esa inmensa responsabilidad que siempre sentí­ y ejercí­ con mucho amor, con mucho corazón, con mucha convicción, con mucha pasión, siento otra gran responsabilidad que es la de hacer honor a su memoria y hacer honor a su gobierno que transformó y cambió el paí­s.

Muchas gracias a todos por todo.