Política

Mural homenaje a Solano López en Núñez

por La Cámpora
19 dic 2011

El único héroe válido es el héroe en grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo. Héctor G. Oesterheld

En las inmediaciones del estadio de River, allí­ donde el creador del Eternauta imaginó la base de operaciones de la resistencia contra invasores, hoy reluce un mural homenaje a quien fue el dibujante de aquella mí­tica historieta argentina, Francisco Solano López. Sáenz Valiente al 1.100 fue el lugar elegido por los compañeros para plasmar todo su arte en pleno corazón del barrio. Se trata de una intervención artí­stica realizada de modo colectivo a lo largo de todos los rincones del paí­s, en donde los compañeros de Núnez, Cultura y la Brigada Plástika   impregnan imágenes que obligan al transeúnte a detener su paso apurado y contemplar la imitación del trazo que narraba las aventuras de Juan Salvo por las calles porteñas. Además de destacarse por la calidad de sus guiones y dibujos, la historieta de ciencia ficción hoy merece una relectura que remite a nuestro pasado reciente. La historia creada a fines de los '50 retrata una Buenos Aires desolada, cubierta por una especie de nieve fosforescente que caí­a del cielo y mataba a quien entrara en contacto con ella. En ese contexto apocalí­ptico y violento producto de la incertidumbre, un hombre, Juan Salvo, protegido con un traje aislante para evitar el contacto con la nieve, descubre ésta es resultado de una invasión extraterrestre y conforma un ejército con los sobrevivientes para enfrentarla. Así­ se van desarrollando varias batallas contra los "cascarudos" en distintos puntos del paí­s con una vuelta de tuerca atrapante en el final. Como una alegorí­a de las dictaduras que acecharon al paí­s o como una premonición de los tiempos por venir, Oesterheld creó un héroe colectivo que casi cincuenta años después revivirí­a en la figura de Néstor Kirchner, quien emergió como el lí­der polí­tico y social más importante luego de la crisis del 2001. La imagen del Néstornauta y los murales que reflejan episodios de la historieta son el mejor tributo a esos artistas reconocidos no sólo por su talento sino por su compromiso polí­tico. Militante de Montoneros, Oesterheld fue secuestrado en 1977 y sus cuatro hijas también fueron desaparecidas por el Estado terrorista un año después. Hoy son parte de esos 30 mil desaparecidos que son reinvindicados por las polí­ticas de derechos humanos concretadas por Néstor y Cristina Kirchner desde el 2003. Tal como el kirchnerismo, los murales que rinden tributo al dibujante se extienden por cada rincón de la Argentina, como sí­mbolo de su trascendencia artí­stica y polí­tica. Esta batalla cultural se libra en la calle; como dirí­a en los cuadros finales el personaje que personifica al autor al momento de escribir lo que Juan Salvo le contó, para prevenir la invasión: "Será posible". [gallery columns="4" link="file" ids="61811,61812,61813,61814,61817,61819,61820"]
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