Política

Ni Una Menos

A 5 años del primer “Ni una menos” que hoy nos reúne con el corazón y por medio de la virtualidad debido al contexto de emergencia sanitaria por la pandemia de Covid que afecta al pueblo.
por La Cámpora
3 jun 2020
A 5 años del masivo grito “ ¡Ni una menos, no queremos más mujeres muertas, vivas las queremos!ˮ, tras el asesinato de Chiara Páez, hecho que desencadenó la primera marcha allá por el 3 de junio del 2015, hoy encontramos para recordar que entre el 2013 y 2015 una serie de asesinatos de mujeres profundizó el debate sobre la violencia machista. Desde entonces hemos acompañado con mayor presencia en las calles, demostrando y exigiendo un cambio en la mirada social respecto de esas muertes. Durante estos 5 años se intensificó el reclamo de justicia para las ví­ctimas de femicidio por la importancia de visibilizar estos actos como consecuencias irreparables del patriarcado. Esos crí­menes que hasta ayer eran conocidos como “asesinatos pasionalesˮ, finalmente son llamados por sus nombres: femicidios, travesticidios y transfemicidios. Asimismo, los medios de comunicación acompañaron esta transformación, esta necesidad de un abordaje desde la dimensión comunicacional, a medida que fueron repercutiendo nombres como íngeles Rawson, Melina Romero, Araceli Ramos, Lola Chomnalez, Diana Sacayán y Lohana Berkins, entre otrxs. El tratamiento judicial y mediático de estos asesinatos, de una u otra forma hoy se anuncian como lo que son gracias a nuestra organización y lucha. Son muertes o crí­menes por odio, por razones de género, por odio al cambio y odio a la libertad en la autopercepción sexo genérica. Ese odio de género está dirigido a mujeres, lesbianas, trans, travestis, transexuales, no binaries, que fueron asesinadas/es por varones con los sostení­an ví­nculos de parejas o ex parejas o simplemente actos cometidos sin tener relación alguna. A 5 años de ese primer 3 de junio estamos en condiciones de decir que construimos un movimiento transversal a lo largo y ancho de todo el paí­s en el cual abrazamos nuestras redes polí­ticas y desde allí­ reclamamos y trabajamos todas juntas acabar con la sumisión histórica y sistemática, anclada en la mirada patriarcal que nos condena a reproducir roles de cuidado y de garantí­a de la vida de los otros. Hoy más que nunca sabemos que la vida también es libertad y, por lo tanto, estamos en condiciones legitimas de seguir reclamando y también de celebrar la presencia del Estado en las polí­ticas públicas y programas aplicados en todos los ámbitos donde desarrollamos nuestras relaciones interpersonales, como así­ también la creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad que es otra victoria de la lucha feminista federal en Argentina. ¡En cuarentena seguimos organizándonos, estamos más juntas que nunca y alzando nuestras voces porque vivas, libres y desendeudadas nos queremos! Debemos y necesitamos terminar con lo que se nos presenta como alternativa para evitar la muerte: los refugios, que son solo soluciones transitorias. Seguimos pidiendo aborto legal, seguro y gratuito para no morir, para asegurar la soberaní­a y la salud sobre nuestros cuerpos en condiciones sanitarias dignas e igualitarias. ¡Ni una menos!   [gallery ids="88205,88206,88207,88208,88209,88210,88211,88214,88215"]
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