Muchas líneas corrieron en 34 años sobre análisis, comentarios, aniversarios y conmemoraciones respecto al 24 de marzo de 1976. Es difícil generar un nuevo aporte. Quizá hoy, no hacemos un análisis, no realizamos una conmemoración y tan sólo nos permitimos una humilde reflexión.
Pasaron 34 años del golpe que implantó el Terrorismo de Estado en nuestro país. Quienes desde años marchamos cada 24 podemos reconocer en estos últimos años que la plaza cada vez está más llena. Si husmeamos en viejas letras de molde podremos apreciar que la convocatoria, años antes, era mucho menor. Ahora puede surgir inevitablemente la pregunta ¿por qué pasa esto?
Y nosotros ensayamos una respuesta. La inclaudicable lucha de las Madres, las Abuelas, y los organismos de Derechos Humanos, ha pasado a ser, gracias a Néstor Kirchner, una política de Estado.
Este dato significativo es el porqué de hoy las plazas están más llenas, de que en las calles veamos cada vez más compañeros, de que en el interior del país seamos muchos más los que nos organizamos y movilizamos.
El golpe de Estado, sus consecuencias, su precursores, sus cómplices, sus defensoresˮ¦ Todas estas cuestiones que marcaron nuestras vidas, que destruyeron de cuajo una generación, que sentaron las bases para la instauración de un modelo de país liberal, oligárquico, inequitativo y sin justicia social pudieron comenzar a charlarse, debatirse y discutirse con mayor profundidad no hace mucho tiempo.
La declaración de inconstitucionalidad de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que allanó el camino para que se pudiera sentar al estrado a las cúpulas militares, antes privilegiadas por Menem, y muchos otros personajes nefastos fue uno de los hechos más importes en materia de Derechos Humanos.
Es difícil escribir sobre los peores años argentinos sin estremecerse, sin putear y sin quedarnos perplejos ante declaraciones como las que plantearon la necesidad de construir un país con los que quieren a Videla y los que no.
Nosotros no queremos un país con los que quieren a Videla, nosotros no queremos un país que esté gobernado por los que votaron las leyes económicas y sociales que llevaron el país a las ruinas.
Es por tal motivo, que a 34 años del Golpe cívico militar, este 24 de marzo, reafirmamos nuestro compromiso y solidaridad levantando una vez más, las banderas de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Porque decimos a gritos NUNCA MíS, al terrorismo de estado, al modelo neoliberal, al país de pocos, a la Argentina con millones de pobres, y es que convocamos a tener MEMORIA y avanzar en la consolidación de los lazos de unidad y justicia social. No nos han vencido, y no nos vencerán.
Ahora más que nunca, defendemos este Proyecto Nacional y Popular que, como ninguno, supo hacer de la defensa de los Derechos humanos, una política de Estado.