Militancia

Palabras de Cristina Fernández de Kirchner en ND Ateneo

por La Cámpora
21 abr 2016
Muchas gracias, queridos compañeros y compañeras de los distintos movimientos y organizaciones polí­ticas y sociales que conforman este espacio. Milagro Sala también está hoy presente junto a nosotros [aplausos] y los compañeros de la Tupac también. [Cantos de la militancia] La verdad que, bueno, en realidad no nos encontrábamos más allá de encuentros que hemos tenido, así­ por allí­ con diversos compañero, este reencuentro con todos ustedes, que no lo hací­amos desde el 9 de diciembreˮ¦ ¿desde cuándo? Desde el 13, ¡Es cierto! Ay, lo que pasa es que a estos no les doy nunca pelota, viste, peroˮ¦ yo le doy, la verdad que está bien, tengo que agradecer y mucho lo del 13 pero realmenteˮ¦ [risas] el 9, ¿por qué? Porque fue un punto de inflexión para todos nosotros realmente, y las cosas cambiaron desde el 9 de diciembre, no como habí­an prometido pero cambiaron. Cambiaron, y mucho. Ayer charlaba, saben que fui por la tarde a la Isla Maciel, a una parroquia a hablar con los curitas y sacerdotes de Opción por los Pobres, en un lugar donde también me encontré con gente, con compañeros, con vecinos, vecinas, que estaban desarrollando todaví­a el Plan Fines de aprendizaje, con chicos en el jardí­n, y luego mantuvimos una reunión con los sacerdotes. También por la tarde con artistas del espectáculo, de la música, compositores, escritores, directores, actrices, músicos, en finˮ¦ Y hoy junto a ustedes, los militantes, tan vilipendiados y con intentos de degradar la polí­tica y de convertirlos a todos en algo un escalón un poquito más arriba que delincuentes. Realmente esas cosas no son buenas para nadie, no son buenas para el paí­s, y yo quiero pedirles disculpas también. Pedirles disculpas no solamente a los militantes que están acá, porque hay militantes de otros partidos que no están acá y es más, por allí­ son opositores, seguramente muchos que ayudaron a que el actual Gobierno sea Gobierno también militaron en sus locales, el radicalismo, algunos otros. No, no hay que silbar a nadie. Lo que no podemos permitir desde ningún espacio ni del nuestro ni de ningún otro es la denostación de la polí­tica, la denostación de los partidos polí­ticos, porque son precisamente los partidos polí­ticos los que han permitido en nuestro paí­s y en nuestra historia, bajo las formas de movimientos nacionales y populares encarnados en distintos momentos históricos a través de distintos lí­deres y organizaciones, precisamente han sido tal vez los mejores momentos, los de los partidos nacionales y populares, que ha podido vivir nuestro pueblo. Inclusive aquellos sectores que, beneficiados por esas polí­ticas pero tal vez con un repiqueteo constante de los medios hegemónicos de comunicación, no advirtieron o aún todaví­a no advierten que esos productores, esos empresarios, esos trabajadores y esa clase media pujante, profesional, cientí­ficos, pudo desarrollarse y crecer a la luz de un paí­s que impulsaba precisamente la inclusión. Porque esta es la caracterí­stica fundamental de la inclusión. Los proyectos de inclusión no distinguen entre propios y ajenos, incluyenˮ¦ [aplausos] por propia definición. Cuando lanzamos el plan Fines para que los argentinos que no habí­an podido terminar sus estudios, no pusimos como condición una ficha de afiliación, simplemente no haber terminado el secundario o el primario. Cuando lanzamos las moratorias que permitieron incorporar a más de 3 millones y medio de jubilados y pensionados a los derechos, no les preguntamos a quién habí­an votado, simplemente incluimos. Y podrí­amos hablar de los millones de puestos de trabajo, de los cientí­ficos que trajimos del paí­s, nunca les preguntamos en el programa Raí­ces por qué se habí­an ido ni tampoco por qué querí­an venir. Sí­ les decí­amos que tení­amos muchas cosas para ofrecerles. Lo mismo con el plan Conectar Igualdad, y podrí­amos así­ seguir sucesivamente con un paí­s que dejamos el 9 de diciembre pasado. Parece que hubiese sido hace bastante más tiempo, hay una sensación, yo percibo, yo percibo en la sociedad, no toda tal vez pero sí­ en amplios sectores una sensación de agobio, de incertidumbre, y también, ¿por qué no decirlo?, de tristeza, como si esto hubiera sucedido hace mucho tiempo. Peor han transcurrido solamente ciento veinte dí­as, y en ciento veinte dí­as se han desatado persecuciones, allí­ está la silla vací­a de la compañera que todaví­a no sabemos por qué está presa. Porque además, a ver, nadie está pidiendo, nadie está solicitando un bill de indemnidad para nadie, todo el mundo está sometido a la justicia, desde el Presidente para abajo, eso también deberí­an saberlo los jueces [aplausos]. Todos: familiares, amigos, ministros, empresarios, todos. Pero lo mí­nimo que alguien puede demandar como garantí­a y derecho constitucional es saber por qué está enjuiciado para poder defenderse adecuadamente. Me parece que esto es central en una sociedad democrática, y la verdad que las cosas que uno ve, que le cuentan, los relatos que uno escucha acerca de empleados públicos que cambian o eliminan los perfiles de sus Facebook, de sus Twitter, por temor a ser despedidos o los que ya fueron despedidos o los que están a punto de estar despedidos porque no les asignan ninguna tarea. Esto no es bueno, no es bueno para nadie, yo no creo que pueda construirse una Argentina mejor o más feliz con este tipo de cosas, y creo que debemos verbalizarlas en voz alta, sin agravios pero verbalizarlas, alguien tiene que alzar la voz para decir que estas cosas deben cesar, que la persecución nunca fue buena y que solo trae enfrentamiento y división entre los argentinos, sobre todo para aquellos que vinieron, por lo menos en el discurso, a unir a los argentinos pero que en los hechos realmente estamos viendo que esto no sucede. De cualquier manera esta Argentina que dejamos con el 5,9% de desocupación, con un nivel de endeudamiento bají­simo, que además es la Argentina que cuentan en inglés, no en español, a nosotros aquí­ en la Argentina nos cuentan o le cuentan a los argentinos en español que han recibido una pesada herencia; a los inversores en el extranjero imprimen folletos donde dicen “Argentina, tierra de oportunidadesˮ y lanzan todos los í­ndices reales: í­ndice de GINI, desocupación, de crecimiento, etc., etc. Pero bueno, creo que aquí­ hoy todos los que han concurrido, primero tengo que agradecerles todos estos años tan felices de acompañamiento y organización, y también venir a proponerles, como lo hice el otro dí­a, nuevas formas organizativas y nuevas formas de participación. Primero también una caracterización, que como cuadros polí­ticos nos debemos. Esto que está sucediendo en la Argentina, esto que parece ser un retroceso del movimiento nacional y popular y que lo es, no es únicamente aquí­ en nuestro paí­s. Hace pocos dí­as pudimos ver en vivo y en directo a través de la televisión brasileña lo que sucedí­a cuando se le hací­a juicio polí­tico a Dilma Rousseff y uno escuchaba las razones de los que votaban y no entendí­a cuál era la razón por la cual se le hací­a juicio polí­tico. Es más, el 60% de los que estaban votando tení­an procesos o estaban enjuiciados por corrupción. Esto es una matriz, una matriz polí­tica, mediática y judicial, que ha sido diseñada no en estas latitudes, evidentemente, esto obedece a un diseño desarrollado en otras latitudes. Como le decí­a ayer a los compañeros del arte, nadie puede pensar que quienes no pueden articular oraciones o confunden los gerundios, los adverbios, los verbos, los tiempos, sujeto y predicado, puedan pensar o diseñar una estrategia de esta naturaleza. Y no es una visión conspirativa de la historia, pero si uno ve lo que sucedió en el plebiscito también de Evo Morales, el compañero Evo Morales en Bolivia, todo lo que desarrolló como campaña previa a la votación del hermano pueblo de Bolivia, de también caracterí­sticas similares. Yo cuando estuve con Dilma la última vez en Brasilia, que ya vení­a todo un proceso, le advertí­ que le estaba sucediendo a ella los intentos destituyentes que sucedieron desde el año 2008 hasta el mismo 9 de diciembre, hasta el mismo 9 de diciembre sobre esta Presidenta. Infinidad de intentos destituyentes, desde el 2008 pasando por el conflictos de las patronales rurales, pasando por ocho, nueve corridas financieras, pasando por levantamientos policiales, lo que me voy acordando, ¿no?, porque en realidad hubo de todo y lo más variado. Pero para que ustedes no vean que esto es una visión conspirativa, yo quiero mostrarles, yo no sé si se alcanza a ver aquí­, esta es la imagen, ustedes saben, de Dilma. Istoé es una revista, un semanario brasileño muy importante, de mucha tirada, de mucha penetración, y acá la ven a Dilma con una cara la verdad pocoˮ¦ es más linda Dilma y más buena, acá parece una persona muy mala y muy nerviosa. Está además photoshopeada obviamente y dice “Las explosiones nerviosas de la Presidentaˮ. Esta tapa tiene dos semanas atrás aproximadamente. Ustedes recordarán algunas otras tapas en nuestro paí­s, no ya de Dilma, con una caraˮ¦ bueno, miren. Esta tapa es del año 2014 y dice “Escenas increí­bles del miedo a Cristinaˮ. O sea, la bajada dice, bueno, que todos me tienen terror. La verdad que si me hubieran tenido tanto miedo no hubieran hecho las cosas que han hecho seguramente ni dirí­an las cosas que dicen. Se ve que mucho miedo nunca he podido imponer, afortunadamente. Me gusta mucho más que me amen que que me teman. [aplausos] Pero estas dos tapas una con casi dos años de diferencia, además de una gran carga de misoginia, porque no podemos obviar, discúlpenme los compañeros, yo sé queˮ¦ [aplausos] pero hay una carga de misoginiaˮ¦ Nosotras, discúlpenme, y bueno, digo, bánquensela. Los que escriben esto son hombres seguramente además también. Nosotras siempre somos las nerviosas, las histéricas. Bueno, creo que este diseño regional, esta embestida contra los gobiernos nacionales y populares ya no tiene alzamientos militares como hubo otrora. Ahora los alzamientos son o de carácter judicial y mediático o una combinación de alzamiento mediático y judicial, que por supuesto, como tiene que ser, es motorizado por ciertos sectores de la dirigencia polí­tica de un paí­s. Es un modus operandi de estos tiempos para la región, no nos creamos que esto sucede únicamente aquí­ en la República Argentina. El otro dí­a cuandoˮ¦ ¿y por qué es todo esto? Y bueno, podemos ver algunas cosas, cuando el otro dí­a se estaba discutiendo en la Cámara de Diputados la aprobación o no para el tema de los fondos buitre, parece ser que de algunos sectores de la izquierda, de más izquierda, se nos reprochaba que durante nuestros años, durante nuestra gestión, los bancos habí­an ganado mucho dinero. Bueno, yo quiero decirles algo. En el último mes que se ha tomado, los bancos han tenido la ganancia más importante de los últimos diez años. Tomado el último mes contra el último mes de medición del año pasado, o sea medición interanual, el crecimiento ha sido casi del 80%, más de 23500 millones de ganancia. Y esto es muy simple. La devaluación más las tasas de intereses que están manejándose con las lebac del 38%, tasas totalmenteˮ¦ que permiten una bicicleta financiera, porque en realidad le toman al pequeño o mediano ahorrista en plazo fijo el dinero a un 28 y 29, se dan vuelta, se la prestan al Banco Central al 38%, con una diferencia entre 9 y 10 puntos, y obviamente, va a ser una ganancia finalmente del 10% en dólares, porque son obligaciones que se toman a 35 dí­as con lo cual a 35 dí­as si me bajan la tasa, me doy vuelta y me voy al dólar, porque puedo comprar 2 millones por mes por persona fí­sica y puedo comprar más también si es para girar divisas o para cualquier otra cosa. Es una formidable rentabilidad y transferencia de ingresos, porque en definitiva no habrí­a ningún problema con que alguien gane plata, pero cuando alguien gana plata es porque ha dejado de ingresar a otro lado. Así­ es en la economí­a, esto se llama transferencia de ingresos de los sectores medios, medios altos, pequeños, medianos empresarios, ¿porque quiénes pagan el 38%? Lo pagan en descubiertos, en cuentas corrientes, en los intereses de las tarjetas de crédito, allí­. Lo está pagando la sociedad argentina, con lo cual es una transferencia formidable de la mayorí­a de los sectores de la sociedad argentina, que van desde empresarios, comerciantes, consumidores, clase media, profesionales, trabajadores, todos, hacia   los sectores más concentrados. Y la novedad además es que esta transferencia, los que mayores beneficios reciben no son los bancos nacionales sino además son los bancos extranjeros. Porque vamos también, por lo que estoy observando, hacia una reorientación para nuevamente la banca extranjera. Cuando Néstor Kirchner asumió el Gobierno el 25 de mayo del año 2003ˮ¦ [aplausos] hasta ese momento la banca extranjera era la que mayor participación tení­a en el mercado financiero de la República Argentina. Es a partir de nuestra gestión que los bancos nacionales comienzan a tener una mayor participación. Lástima que no se dieron cuenta, nos hicieron varias corridas ellos y pensaban que iba a venir un gobierno que los iba a beneficiar aún más, sí­ en la rentabilidad pero no en la participación del mercado. ¿Y una rentabilidad hasta cuándo? Porque parece ser que para los bancos nacionales va a estar el mercado de las provincias, y todo lo demás va a ser para la banca extranjera. Pero bueno, yo creo que es bueno que manejemos estas cosas como militantes, pero fundamentalmente mi intención en el dí­a de hoy era dirigirme a todos ustedes para convocarlos a una construcción y a una organización que tiene que ver con la conformación de un Frente Ciudadano. Algunos compañeros, entre ellos algunos muy cercanos a mí­, me dicen ¿por qué ciudadano? Cierto, suena por ahí­ˮ¦ algunos sectores ¿tal vez sea liberal? No, al concepto, no, no es liberal. Ser ciudadano es fundamentalmente poder ejercer la libertad de qué vida se quiere tener, y para poder ejercer la libertad de qué vida se quiere tener, tenés que tener un trabajo que te permita vivir dignamente, proporcionarte una vivienda, estudio para tus hijos y mí­nimamente vacaciones una vez al año. [aplausos] Esto es ciudadaní­a, esto es lo que nosotros construimos en estos años. Hemos empoderado, hemos empoderado a muchí­sima gente que ha sido promovida, que ha podido ascender socialmente, tal vez muchas vecesˮ¦ ayer comentábamos con los compañeros del arte un documento elaborado por el vicepresidente de Bolivia, ílvaro Garcí­a Linera, acerca de un análisis sobre la derrota del plebiscito en un interesante documento que se los recomiendo como militantes de victorias y derrotas, donde habla precisamente de un fenómeno similar ocurrido en Bolivia en cuanto a la promoción de numerosos ciudadanos que, de pobres o muy pobres, ascendieron socialmente y se convirtieron en clase media, o tal vez en un poco más, en pequeños emprendedores, en pequeños empresarios. Y habla de un término que me gustó mucho: desclasamiento y reenclasamiento. Y habla de cómo se crea un sentido común diferente porque curiosamente es como que ese ciudadano que es promovido y asciende socialmente, lo convencen a través de, bueno, de propaganda, que en realidad lo que él ha logrado lo ha hecho por propio talento, que las polí­ticas del Estado no tienen nada que ver; que al contrario, que el Estado sigue manteniendo vagos. Entonces él que hasta ayer a lo mejor habí­a tenido algún programa o alguna ayuda y que tuvo la suerte de desprender y de ascender, comienza a mirar a los que todaví­a no han podido salir, a los que todaví­a no han podido ascender, como vagos, porque le dicen que los está manteniendo el Estado porque no quieren trabajar, como si alguien no quisiera tener trabajo realmente. Y no es un problema de malos y buenos, es un problema de comprensión y es también un problema de creación de sentido común y es un problema también de hegemoní­a de comunicación. Y entonces curiosamente esta persona que obviamente ha hecho un esfuerzo y que tiene su talento y que en merced a su esfuerzo y a su talento pudo aprovechar polí­ticas públicas del Estado, se desvincula de estas polí­ticas públicas y cree que su promoción tiene que ver únicamente con su esfuerzo. Bueno, ahora, yo creo que en esta etapa que se avecina vamos a poder comprobar cuán cierto era, cuán cierto era si solamente con tu talento y tu esfuerzo alcanzaba para tener trabajo que te alcanzara para vacaciones, para universidad, para viajar al exterior, para ir al supermercado y llenar el chango [aplausos]. También va a servir para que los empresarios puedan advertir si realmente su crecimiento, si realmente su acumulación en estos años ha sido producto de su talento empresarial y de su esfuerzo, que seguramente lo han tenido, o ha sido también porque ha habido polí­ticas públicas que han acompañado esto. Por eso creo que a diferencia de otras etapas en donde era imposible comparar, ¿por qué? Estuve meditando mucho, bueno, cuatro meses ayudanˮ¦ [risas], ayudan a comprender, ayudan a analizar, y realmente uno puede ver la polí­tica entera y comprender la evolución de la sociedad poniendo como fecha de corte el 24 de marzo de 1976, donde se derroca a un gobierno del cualˮ¦ bueno, muchos éramos opositores pero que nadie, era innegable, era una Argentina donde los trabajadores tení­an una participación casi del 50% en su PBI. Era una Argentina industrial, y era una Argentina donde se habí­an convocado a elecciones a nueve meses vista. Esa fue la Argentina del 24 de marzo de 1976, y uno mira desde ese 24 de marzo de 1976 a ahora y ve que en realidad la gente no habí­a tenido respiro. Porque la dictadura más sanguinaria de la que se tenga memoria, con su violación a los derechos humanos, desaparecidos, torturas, exilios, cárcel, luego la tragedia de Malvinas, luego las esperanzas y la ilusión de una democracia que vení­a a darnos cosas, y no dudo de las intenciones de quien formulaba esas advocaciones de lo que podí­a hacerse con democracia, pero finalmente culminamos en procesos hiperinflacionarios. O sea, porque pasamos del terror o del terrorismo de estado más duro al terrorismo económico. Y entonces la gente vivió, pasó de esa etapa de terrorismo duro a terrorismo de la hiper. Yo me acuerdo de la hiper pero no como militante solamente. Néstor era intendente en la ciudad de Rí­o Gallegos en 1989 y recuerdo cómo tuvimos que salir con todas las juventudes polí­ticas a armar bolsones de comida. Oh, sí­, bolsones de comida, pero para todos eran los bolsones de comida, porque fue una situación realmente dura. Y después vino otra segunda hiper que terminó con el plan bonex y vino lo que se puede denominar sí­ el veranito de la convertibilidad que fue como un oasis. Uno siempre fue crí­tico pero mirado en perspectiva y de cómo vení­a la sociedad desde el 24 de marzo de 1976, vieron que muchas veces nos reprochamos “eh, durante la época de la convertibilidad cómo podí­as viajar, cómo podí­as hacer esto, no te importaba el otro que se caí­a, que pim, que pum, que pamˮ, pero pónganse en el lugar de esa sociedad que vení­a golpeada, castigada una y otra vez, le pareció que finalmente podí­a salir. Fue muy momentáneo, fue un oasis, y como fue un oasis entraba poca gente y cada vez caí­a más, porque la teorí­a del derrame, y ahí­ lo aprendimos, no existe. ¿Por qué? Porque en economí­a, en economí­a no se aplica la ley de gravedad, en economí­a se aplica una ley inversa a la ley de gravedad. La ley de gravedad, todo lo que está arriba se cae, indefectiblemente, y nadie puede subir, ascender, salvo que sea Dios que ascendió a los cielos. El que asciende es milagro, porque está violando la ley de gravedad. En cambio en economí­a es a la inversa. Todos los recursos que se inyectan abajo, desde abajo, a los sectores más vulnerables, a los más pobres, a la clase media baja que sube, a la clase media, eso sube indefectiblemente. Primero, porque lo de más abajo no tiene capacidad de ahorro, sólo de consumo, por lo tanto tiene que consumir y va subiendoˮ¦ [aplausos] Y la clase media, que vení­a muy empobrecida, muy castigada, corralito, fin de la convertibilidad, etc., tampoco podí­a ahorrar al principio, con lo cual era un segmento amplí­simo, anchí­simo con capacidad únicamente de consumo. Luego, cuando fueron mejorando las cosas, obviamente muchos fueron convirtiéndose nuevamente en clase media, clase media alta, y no solamente tení­an capacidad de consumo sino también capacidad de ahorro. Pero siempre hubo sectores que solamente tuvieron capacidad de consumo, y eso es lo no nos   entendieron muchas veces cuando nosotros decí­amos meter dinero en la AUH, meter dinero abajo en la mí­nima, en la jubilación mí­nima, en las moratorias, en los que quedaron afuera colgado de la moratoria y no tienen dónde caerse muerto, en el PAMI. Porque todo eso eran los sectores más vulnerables, eso sube, sube, sube, sube. En cambio lo que ponen arriba para pequeños sectores, y hay una prueba de ellos, se va, sí­, se va a Panamá, tenés razón. [aplausos] Digamos que, digamos que por una cuestión económica, cuando se pone todo muy arriba, como arriba hay muy poquitos y cada vez hay menos, pero no solamente aquí­ en la Argentina, en EEUU pasa exactamente lo mismo, en el mundo, en EEUU el 1% hoy concentra casi el 40% o un poco más del PBI, esto lo puede leer Stiglitz que lo relata muy bien, entonces cuando uno pone todo y le da todo a ese 1 o 2% es claro, pero no es una cuestión de perversidad o de maldad, es una cuestión económica, porque ese 2% no puede, no tiene capacidad de consumo que pueda derramar abajo. Además, como son consumos suntuarios, normalmente se hacen afuera y con bienes que no están en el paí­s o con bienes que no se hacen en el paí­s, no por lo menos en nuestro estadio de desarrollo industrial. Entonces, esto no se entendió cuando decí­an “ponen plataˮ y no se daban cuenta los que habí­an subido o los que habí­an crecido y los que habí­an surgido como empresarios, que cuando le poní­amos plata al de abajo que era el que iba al supermercado o al almacén del barrio, le estábamos poniendo plata a él. No se daban cuenta, yo creo que ahora se dan cuenta, porque ha caí­do la capacidad de compra y además los que tienen capacidad de compra no compran porque tienen temor a perder el trabajo. Y yo les pido, y miren que no estoy en el Gobierno, que los que tienen capacidad de ahorro consuman porque sino finalmente van también a terminar perdiendo el trabajo. Porque esto es una regla de oro, esto lo explicamos en el 2009, en la crisis, cuando lanzamos y Tomada corregime si me equivoco, casi medio millón de Repros. Yo me peleaba siempre con él porque él decí­a “ ¿no podrí­amos aumentar un poquito más el seguro de desempleo?ˮ ¡No! Aumentar el seguro de desempleo es una pésima señal a la economí­a y a los empresarios [aplausos]. Seguro de desempleo no, aumentemos los recursos, aumentemos los recursos para los empresarios a través de los Repros, veámos qué tipo de beneficio fiscal se puede dar, veamos cómo podemos hacer las cosas, pero que sea el sostenimiento del trabajo lo que nosotros premiemos y financiemos. No financiemos el desempleo, tenemos que financiar la producción y el trabajo para todos los argentinos. [aplausos] De esto se trata la polí­tica y el gobierno. Pero, les decí­a, esa vistaˮ¦ esa vista que uno hací­a desde el 24 de marzo, ese oasis, y después del oasis vinoˮ¦ bueno, se cayó, se cayó finalmente la convertibilidad, el corralito, una nueva devaluación muy grande, año 2001, año 2002, y comenzó con ese magro 22%, ese magro 22% un 25 de mayo del 2003, 30 años exactos después de haber estado en la Plaza de Mayo afuera gritandoˮ¦ gritando consignas, claro. Se sentaba como presidente de todos los argentinos Néstor Kirchner. [aplausos] Y allí­, y allí­ comenzó un proyecto, un proyecto polí­tico de doce años y medio, doce años y medio, todos los años nos decí­an que era un veranito, que el año que viene se caí­a todo. Tuvimos doce veranos y medio más las primaveras respectivas más los otoños respetivos más los inviernos respectivos que también los pasamos. Pero tampoco fueron doce años y medio en donde los derechos ampliados, donde todos los años, donde todos los años los argentinos subí­amos un escaloncito más, algunos lo subí­an más rápido, otros los subieronˮ¦ pero todos tení­anˮ¦ todos podí­an y todos pueden, porque los desafí­o a todos a que miren los doce años y medio de nuestra gestión de gobierno, los desafí­o y a que miren si todos los dí­as no podí­an subir un poquito más, cada uno en la medida de donde vení­a, obviamente, desde el que tení­a un ventilador que finalmente accedió a su primer aire acondicionado, que ahora va a tener que apagar porque no le va a alcanzar para pagar la factura de luz, también de eso vamos a hablar, hasta los hijos de los trabajadores. Volvimos a esa Argentina en el que era normal que el hijo de un obrero pudiera llegar a la universidad. Yo, hija de trabajadores, mi padre después fue comerciante y empresario pero empezó de trabajador, pudo tener dos hijas universitarias. Volvimos a esa Argentina donde los trabajadores podí­an solar con ver a sus hijos en la universidad. Y el desafí­o fue ese, que todos los años podí­amos vivir un poco mejor, todos los argentinos. Así­ vimos millones de argentinos obtener trabajo, jubilaciones, pensiones, poder ir por primera vez de vacaciones, que su hijo estudiara, que su hijo tuviera una computadora, que pudieran conocer el mundo muchos de ellos, que tuvieran empresas, comercios, con las dificultades propias que hemos tenido también en esos doce años y medio en los cuales tuvimos que enfrentar avatares internos, generados muchas veces desde adentro, corridas financieras, intentos destituyentes, etc., etc., hasta un mundo también adverso, en recesión, como comenzó en el año 2008 con la caí­da de Lehman Brothers y la crisis financiera y de recesión que aún no cesa. Porque aún nos enfrentamos a un mundo en recesión, los consumos en el primer mundo están absolutamente deprimidos. Por eso, por eso hoy tenemos al situación de las economí­as regionales que no han mejorado por el tipo de cambio. ¿Cuánto tiempo le dijeron a las empresas regionales, a los productores regionales...? Muchos gobernadores creyeron que con el tipo de cambio modificado iban a mejorar las economí­as regionales y no, no era un problema de tipo de cambio, porque la historia de las devaluaciones en la Argentina nos han enseñado que cada vez que ha habido una devaluación es tal el impacto en dos o en tres de lo que fue la devaluación para todos los costos internos, que finalmente se pierde aún mayor competitividad frente a un mundo que en recesión está sobreofertado, con subsidios agrí­colas y para sus producciones primarias en la mayorí­a de sus paí­ses y que por lo tanto nos impide competir. ¿Por qué? Y porque al tambo la devaluación no le sirvió, primero porque bajó mucho el precio internacional de la leche en polvo, segundo porque le subieron infinitamente los costos internos, desde la logí­stica, el transporte, los costos de los medicamentos para las vacas. Las semillas, pesticidas, herbicidas no crecieron a aumento del 50%, todos sabemos que han crecido el 120, el 130, el 140. O sea, no era el problema ese. Lo hemos discutido muchí­simas veces, hoy tenemos también este problema. Por eso es bueno en ese frente ciudadano que yo les propongo que incorporemos en estas discusiones y en estos debates, desde los movimientos sociales, desde los movimientos polí­ticos, a todos, aún aquellos que por allí­ estuvimos enfrentados o que aún tenemos diferencias, pero que es necesario discutir cómo les va ahora y cómo les iba antes, si antes tení­an más o menos dificultades que ahora. Y en base a eso generar programas alternativos de gestión y también de solución frente a los pequeños problemas y a los grandes problemas. Hoy yo quiero recordar, hablé con una militante de una de las organizaciones que hoy nos acompañan, no importa cuál, son todas iguales, son todos militantes, Natalia, Natalia tampoco voy a decir de dónde es porque por ahí­ se dan cuenta cuando menciono y van y pobre Natalia, que está enferma de cáncer, cáncer en su cerebro, y sigue en el plan Fines ayudando y coordinando. [aplausos] Hoy hablé con ella y quiero homenajear en Natalia de 28 años del plan Fines a todos los que siguen trabajando y ayudando. Ayer cuando fui a la parroquia también me encontré con docentes, una agrupación de docentes, era creo la Agrupación de Docentes por un Proyecto Nacional y Popular. Como verán, eran compañeros, eran compañeros. Sí­, pero estaban enseñando a leer, a escribir y a que otros pudieran obtener su tí­tulo secundario. Así­ que este Frente Ciudadano que tiene que pivotear sobre la libertad también, porque ustedes me habrán escuchado hablar hasta el cansancio a mí­, ustedes mismos también, sobre que éramos un gobierno de la igualdad, y yo estoy muy orgullosa de haber logrado la igualdad para muchos argentinos, igualdad de oportunidades. Pero muchas veces sobre esto pivotearon para decir que, bueno, tratan a todos iguales, a los que trabajan, los que no trabajan, y la igualdad no era esa, la igualdad era la igualdad de oportunidades. Pero hoy decimos que este Frente Ciudadano tiene que volver a recuperar la libertad de los argentinos para elegir su propio destino. Si no hay libertad jamás podrá haber igualdad, [aplausos] y hoy cuando vos no podés, hoy cuando vos no podés expresar lo que pensás o tal vez tenés miedo a pedir un aumento de sueldo porque te pueden echar y entonces se producen las famosas flexibilizaciones por el miedo, por el temor. Me decí­an que el otro dí­a habí­an aparecido cien vacantes para el CCK, ojalá lo abran pronto porque hasta ahora van los funcionarios extranjeros y los funcionarios nacionales y nosotros lo hicimos para todos los argentinos, ojalá abran pronto. [aplausos] Cien puestos de trabajo y creo que presentaron veinte mil, esas fueron por lo menos las noticias que uno podí­a ver en los diarios. Eso me hizo acordar mucho otras épocas en las cuales habí­a un anuncio de una, dos vacantes, y uno podí­a ver largas filas y decí­a ¿qué pasa? ¿por qué hacen esa fila tan larga? Porque hay uno o dos puestos de trabajo y veí­as filas, tal vez, de media cuadra o de una cuadra. San Cayetano, que durante mucho tiempo afortunadamente fue para agradecerle el trabajo y bueno,   y buenoˮ¦ Yo creo queˮ¦ yo creo sinceramente compañeros que el deber también es el de la organización y la unidad entre todos los movimientos sociales y polí­ticos, con nuestras diferencias, con distintas orgánicas, pero no es tiempo de enfrentamientos ni de diferencias porque la gente está en problemas. Y cuando la gente está en problemas los dirigentes no pueden generarle más problemas, [aplausos] no pueden generarle más problemas. Cuando la gente está en problemas, los dirigentes tienen la obligación de deponer sus diferencias y volcarse en forma mancomunada y organizada a ayudar a sus compatriotas, a sus conciudadanos, no tal vez a resolver los problemas porque hay cosas que dependen de polí­ticas de gobierno y de gestión, pero nosotros sabemos cómo podemos ayudar en una escuela, en una cooperadora, en un hospital, en un barrio, en una parroquia, en un sindicato. A propósito, a propósito, a propósitoˮ¦ ¿Cómo? Bienˮ¦ También, y fí­jense que tampoco hablo de dirigentes, hablo de fábricas, hablo de talleres, hablo de compañeros delegados, hablo de comisiones internas, hablo de dirigentes regionales, es necesario volver a retomar el contacto fundamentalmente en las raí­ces de los trabajadores, en la puerta de las fábricas y adentro de las fábricas, [aplausos] en los talleres y adentro de los talleres. Porque yo escucho a muchos, y la mayorí­a, no todos, no todos, porque también tenemos que aprender a aceptar los peronistas que no somos los únicos que hemos contribuido a la construcción de este proyecto, tenemos que entenderlo, aceptarlo, porque es ademásˮ¦ está en nuestro origen. El peronismo en el 45 no existí­a, existí­a Perón pero no existí­a el peronismo. Existí­an multiplicidad de dirigentes de distintos partidos, extracciones, que iban desde conservadores pasando por radicales, por comunistas, por socialistas, por curas, por católicos, anarquistas, que conformaronˮ¦ Por eso la primera regla de ese Frente Ciudadano es el no sectarismo y el no creerse el ombligo y la columna vertebral de vaya a ser qué cosa. Basta con ese verso de somos la columna vertebral, ¿porque además sabés qué? Con la columna vertebral sola no vas a ningún lado, si no tenés cabeza querido la columna vertebral sola no camina, no camina. [aplausos] Se necesitan piernas primero y pies, algo más arriba, otras cosas, brazos, columna vertebral, cabeza ¡y corazón! para sentir lo que está pasando! [Cantos de la militancia] Corazón, corazón para saber lo que está pasando. Cuando yo siento por ahí­ que dicen “ ¿qué importa si estos son dos o tres pesos? ¿Qué importa si estos son dos pizzas? ¿qué importa si esto es tal cosa?ˮ Es como si uno tiene la sensación de que los que dicen esto no es que sean malos, yo sinceramente no creo en la bondad y en la maldad como algoˮ¦   No, no, simplemente han tenido la suerte tal vez de no necesitar nunca nada o no tener por lo menos cercaní­a con los que sí­ necesitan cosas, o sea haber visto no a un pobre para ponerlo a un spot sino haber estado sin televisión y sin cámara junto a ellos cuando se les inunda la casa, y ahora van a tener que estar junto a ellos cuando les lleguen las facturas de luz, gas y agua y tal vez muchos no puedan pagarla. Vamos a tener que organizarlos también, porque va a ser tarea militante también. [aplausos] Mucha gente no va a poder hacerlo, no me hablen de la tarifa social porque todos sabemos que en realidad es un consumo tan mí­nimo, tan absurdamente mí­nimo que no alcanza a cubrir el transporte, y como patagónica, si me permiten una digresión, ayer me acabo de enterar que no por nadie de nuestro espacio polí­tico sino precisamente por el presidente del bloque de diputados de Cambiemos de mi provincia, que es un muchacho que fue intendente de San Julián, un excelente dirigente, viene del radicalismo, es radical, la UCR, con quien tengo una excelente relación y es muy buena persona, comunicó que habí­a estado con el ministro de Energí­a y parece ser que van a reducir al mí­nimo el subsidio o de hacerlo desaparecer, todaví­a no está claro, el subsidio al gas en la Patagonia, que no es una cuestión como dice alguno de ponerse un sweater o una tricota, con 20 grados bajo cero afuera te podés poner un colchón que necesitás un gas a full todo el tiempo. Entonces, creo que las tareas organizativas tal vez a tener que bajar, bajar a la realidad cotidiana de los ciudadanos, porque ahí­ vamos a poder hablar de ciudadaní­a, de los problemas concretos. Va a ser un ejercicio muy importante, porque además, ¿saben qué? Cuando uno tiene que trabajar en estas cosas se olvida de pelearse con el compañero y entonces lo que hace es juntarse con el compañero [aplausos] para ver cómo puede solucionar los problemas que seguramente muchos van a tener. Ni qué hablar del impacto en el consumo, en el comercio, en las empresas, en las fábricas, en facturas que realmente levantan los costos y que seguramente van a generar o despidos o cierres o una situación difí­cil para los que generan trabajo y más difí­cil aún obviamente para los que viven de un trabajo. Por eso decí­a que es necesario tener mucha apertura y saber que es necesario que ese Frente Ciudadano de distintas vertientes tenga una composición abierta y plural, y que por favor nadie esté peleándose por el 17, el 19 o lo que venga, porque en   realidad, en realidad por lo que hay que pelear de ahora en más o trabajarˮ¦ quiero eliminar la palabra pelear porque mañana Clarí­n titula “Cristina dijo que hay que pelearˮ. Digo, ocuparnos. [Militante: “ ¡Tiene razón hay que pelear!ˮ] No, ¿sabés qué? Yo creo que es hora de hablar, convencer, persuadir y hacer ver. [aplausos] ¿Sabés qué? Mirá vos, mirá vos lo de los taxis con Uber, mirá por dónde van a entender. [aplausos] Claro. ¿Sabenˮ¦? Tal vez no lo sepan muchos, ¿pero sabenˮ¦? Yo no tengo nada contra Uber, aclaro, porque sino mañana ya veo que acción penal porque no sé qué dijo de Uber o nada, nada. Es una multinacional cuyo titular integró la comitiva del presidente Obama que vino a la República Argentina, no silben a nadie por favor que tenemos que demostrar que somos educados, que además nos han tratado de maleducados. Integró, vino al paí­s, integró la comitiva del presidente Obama y tengo entendido que también participó activamente en la campaña presidencial del presidente Obama. Por eso digo que a veces hasta no va a ser necesario explicar las cosas, las cosas se explican solas, como dice una canción muy linda de no recuerdo quién pero que a mí­ me gusta mucho. Ah, de Piero, tenés razón, del compañero Piero, “las cosas se explican solasˮ. Bien, los juglares, siempre los juglares, ¿no? Digo, entonces que es fundamental que esta etapa la encaremos con inteligencia. Porque mucha gente y que por favor nadie se enoje con los que, como dije el otro dí­a el 13, votaron otra cosa y por ahí­ se pelean entre parientes, entre amigos, entre vecinos, que por culpa tuya. No hay que reprocharle nada a nadie, le han horadado la cabeza, la han repiqueteado la cabeza, le metieron cosas en la cabeza, y entonces es necesario, más allá de que pueda haber obviamente sectores de la sociedad, porcentajes que bueno, que estén muy contentos y me parece bien que estén contentos, pero no creo que sea el estado de ánimo, no me parece que sea el estado de ánimo mayoritario hoy de la sociedad. Creo que es el de incertidumbre, el temor, la angustia, y esos doce años y medio yo creo que muchos creyeron que era el paí­s normal, retomando un poco el análisis que uno hace de la pelí­cula entera del 24. Porque claro, si vos tení­as 3 años en el 2003, hoy tenés 16, o si tení­as 12 años en el 2003 y hoy tenés 24 y a los mejor terminaste el colegio secundario y pudiste entrar directamente en la fábrica o fuiste a la universidad y te parece normal y claro que es normal, deberí­a ser normal que alguien pueda terminar la primaria, la secundaria y cuando terminás la secundaria elige la fábrica o elige seguir en la universidad o elige algún oficio o elige ser comerciante. Pero lo cierto es que esto no fue normal durante décadas en la Argentina. Durante décadas en la Argentina la mayorí­a de la gente vivió a salto de mata, durante la mayorí­a de las décadas vivimos en endeudamiento y viendo venir las misiones del FMI que nos decí­an “esto sí­, esto noˮ, siempre el “noˮ, hasta que finalmente explotó todo. Entonces mucha gente creyó que realmente estos doce años y medio eran de normalidad, y Néstor quiso sí­ que esa Argentina de doce años y medio pudiera prolongarse. [Militante: “No fue magiaˮ] No, claro que no fue magia, tan no fue magia que han tenido que reconocer que durante el año 2015, pese a todas las corridas financieras, pese a un mundo en recesión, pese a todos los problemas que tuvimos, los argentinos crecimos, las Argentina creció durante el año 2015. [aplausos] Llegamos al GINI más bajo, llegamos al í­ndice de desempleo más bajo. Y bueno, creo que este es el desafí­o que tenemos por delante pero no solamente los que hoy estamos aquí­. Los que estamos aquí­ hoy somos un pedacito pequeñito, no integramos el todo. Acá hacen falta muchos más, acá hacen falta muchos más, por actividades, por ocupación, por identidades también. Porque en definitiva creo que construir una Argentina que nos vuelva a incluir, una Argentina en la cual podamos sentirnos seguros, una Argentina en que volvamos a ser medidos con la misma varaˮ¦ El otro dí­a ocurrió una tragedia en Costa Salguero, y de repente cuando uno escuchó promesas y acusaciones, de las dos cosas, de ambas, y se encuentra con un hecho brutal como es que en un lugar no privado, concesionado por un gobierno, un lugar público porque en realidad es un lugar público que tiene una concesión, que además estaba bajo jurisdicción y competencia en lo comercial de un gobierno, el de la Ciudad, y en lo que hace a prevención del narcotráfico y demás obviamente, como corresponde, de fuerzas de seguridad nacional, encuentra que dentro de ese mismo local, que además la concesión tiene que ver con funcionarios del Gobierno, y además por si todo fuera poco, allí­ adentro se vendí­an drogas sintéticas, y por si todo esto fuera poco además se cortaba el agua porque estas drogas sintéticas parece que producen sed, fiestas electrónicas que producen sed y entonces cada botellita de agua la vendí­an a 60 o 120 pesos y habí­an cerrado o acotado el suministro de agua. Alguien escribí­a el otro dí­a, no sé si hoy o ayer en un diario “República Salgueroˮ, como una paradoja con lo que fue República Cromañon, y con una diferencia también, clases sociales de mayor poder adquisitivo participando en esto, que obviamente, pobres chicos, tampoco tienen la culpa pero, ¿qué hubiera pasado si esto hubiera ocurrido en La Matanza o en Florencio Varela o en Berazategui? Esta cosa de la discriminación aún en los momentos más terribles y más trágicos. Yo espero, y espero que así­ sea, que se tenga la misma actitud y la misma severidad que se tuvo con tragedias similares, es lo menos que podemos reclamar en nombre de esos seis pibes y de los que siguen todaví­a en el hospital y de todos aquellos a los que no les pasó nada y que queremos que no les pasa nada a ningún hijo, ni los de tez oscura ni tampoco de los rubios, porque en definitiva hemos trabajado mucho por una Argentina de iguales, por una Argentina que no discrimine. Por eso hoy querí­a estar aquí­ junto a todos ustedes en un dí­a muy particular, mañana parto para el sur, Bonadio y el Gobierno me lo permiten, porque está claro que Bonadio y el Gobierno casi son una misma cosa, [aplausos] creo que esto está muy claro, ¿no? Tan claro, tan claro, tan claro queˮ¦ tan claro que fuimos citados a declaración indagatoria porque habí­amos beneficiado a terceros inescrupulosos y cuando averiguamos quiénes fueron los terceros inescrupulosos son familiares, son funcionarios, son empresarios, todos integran el nuevo gobierno. La verdadˮ¦ y los que denunciaron fueron los presidentes de las bancadas de la oposición. Yo estoy segura, y voy a ser absolutamente honesta, estoy convencida de que los legisladores, a quienes conozco a los dos, si hubieran sabido esto no pasaban pero ni a cuarenta cuadras de Comodoro Py. Pero bueno, esto pasa, esto pasa por hacer de la denuncia y la judicialización de la polí­tica un método, ni qué hablar de la ruta k, y aparecieron en Panamá. Ahora, permí­tanme una digresión. Ayer leí­ un artí­culo en el diario La Nación, yo se los recomiendo. Claro, porque aparecieron en los 570 nombres que eran los principales empresarios argentinos, que además parece ser que no tení­an en Panamá, también tení­an en Seychelles. ¿Se acuerdan que me buscaban a mí­ por Seychelles? Es increí­ble, pero ahora, cuando los encontraronˮ¦ iba a decir una cosa que no es correcta, cuando los encontraron en Panamá, en Seychelles, en Bahamas, resulta que era porque en la Argentina habí­a cepo cambiario o no sé qué cosa. Son formidables, no me digan, son increí­bles, tienen una creatividad que la verdad que hay que envidiárselas. [aplausos] Que además, más que creatividad yo dirí­a impunidad, impunidad que solamente se puede obtener cuando uno controla como controla ahora a todos los medios de comunicación y queda una o dos voces alternativas que además tratan de ser ahogadas. ¿Se acuerdan cómo le picaron la cabeza a la gente que con la ley de medios iba a desaparecer una señal de cable? Bueno, miren lo que pasó, la que desapareció fue la ley de medios, la que desapareció fue la ley de medios y también todas las voces alternativas a las históricas voces hegemónicas de la República Argentina. Entonces, cuando uno ve estas cosas a mí­ no me sorprenden realmente. Yo quiero recordar, no lo voy a repetir pero una frase por la cual Néstor fue muy criticado, porque hubo toda una campaña desde el 2007 de queˮ¦ bueno, de llamar a los dirigentes por su nombre, ¿no?, no mencionar el apellido, porque parecí­a como simpático y canchero. No, no era simpático y canchero chicos, era que nos querí­an hacer olvidar del apellido que estaba ligado indisolublemente a escándalos y a cosas que habí­an sucedido y sucedieron durante la dictadura, durante los 80 y durante los 90. No era una ingeniosa propaganda publicitaria, era una inteligente operación polí­tica que se hací­a sobre la opinión pública de los argentinos. Esto también tenemos que saberlo, y me acuerdo que Kirchner, genio y figura, lo sintetizó en una frase que ustedes se deben acordar: “Fulanito...ˮclaro, qué me acuerdo, pobre, como siempre fue denostado, atacado, inclusive algunos compañeros que siempre creen que siendo polí­ticamente correcto los van a tratar mejor los medios y después primero matan a los polí­ticamente incorrectos y después los terminan matando a ellos. Esto es lo que todaví­a no se dieron cuenta algunos. [aplausos] Pero bueno, son aprendizajes, como todo, todos los dí­as seguimos aprendiendo. Y entonces, que Néstor sintetizó en ese momento, uno ahora mirándolo en perspectiva también advierte el porqué habí­a que separar nombre de apellido, porque el apellido estaba indisolublemente ligado a lo otro. Y ahora volvió a aparecer todo junto, de vuelta, con familiares, padres, hermanos, parientes, tí­os, funcionarios, amigos, todos juntos,   de vuelta, se juntó. Es que la realidad en definitiva más tarde o más temprano aparece, pasará una generación, pasarán dos gobiernos, pasarán tres o cuatro pero finalmente aflora, porque es como el sol, es imposible taparlo con la mano, y ahí­ aparecieron. Pero les comentaba ayer este artí­culo donde después de haber hecho programas enteros dedicados a ver, a encontrarle a esta Presidenta o algún familiarˮ¦ Bueno, yo recuerdo la tapa dedicada a un diputado, a quien hoy es diputado nacional y a una diputada nacional que tení­an también cuarenta millones de dólares en no sé dónde, cuentas en Nevada. Bueno, a estigmatizar, a mí­ buscándome en Seychelles, otro programa también buscándome en Seychellesˮ¦ y ahora ya no está ni en Seychelles ni acá, está en otro lado pero no importa, y resulta que ahora los que están en Seychelles, en Bahamas, en Nevada, son empresarios que en realidad hací­an operaciones empresariales y que estaba muy bien hacerlas porque eran condiciones económicas adversas, adversasˮ¦ y entonces, exactamente, las abrieron en el 98. Sí­, eran adversas para el pueblo, peroˮ¦ estas son las cosas que estamos viendo hoy en la República Argentina, donde finalmente, finalmenteˮ¦ no sé si hoy, mañana, pasado o dentro de diez años, pero finalmente la luz llega a todas partes porque es imposible detenerla. Por eso digo que nosotrosˮ¦ ¿cómo? [Militante: “El pueblo siempre vuelveˮ] Indefectiblemente, ¿y sabés lo que pueden llegar a cambiar? Los dirigentes que lo encabezan. [aplausos] Pero el pueblo siempre vuelve, no tengas duda. Y va a depender, y esto retornando un poco a mirarnos a nosotros, y cuando digo nosotros hablo de una parte del nosotros que es la parte que les corresponde por ahí­ a los que somos peronchos o peronistas, saber que nada es para siempre, que solamente se sigue al frente si se toman las banderas y se marcha junto a la gente. Porque lo que pasó, estos doce años y medio, no es una cosa que los abuelos le van a tener que relatar a sus nietos, o los padres a sus hijos, esto lo han vivido. No es lo que ha pasado en otras etapas de la historia donde les vuelvo a repetir, el 75, que fue además un año muy conflictivo porque tení­a otros componentes y otros ingredientes que, bueno, que fueron de mucha violencia y que por supuesto entonces tapaba lo otro, la ocupación, la industria y demás, acá no. Porque además tuvimos la suerte en estos doce años y medio de no ejercer la violencia, de ser y me atrevo a decirlo, el Gobierno más democrático del que se tenga historia y lo voy a decir, y lo voy a decir porque puedo sostenerlo. La libertad absoluta, desde cualquier medio de comunicación, no ya para criticar al Gobierno que es algo normal y lógico, para insultar o agraviar, mentir o difamar; la libertad absoluta de cualquier manifestante en la calle para decir acerca de quien fuera Presidenta o de cualquiera de sus funcionarios lo que se le ocurriera; la libertad absoluta para manifestar, aún por cuestiones que podrí­amos debatir y discutir y que hoy veo un silencio que no me gusta, un silencio que hace ruido de aquellos que tanto protestaron durante nuestros gobiernos y que hoy tienen un silencioˮ¦ [aplausos] y fundamentalmente una inacción absoluta, no para defender los doce años y medio. Yo noˮ¦ personalmente no quiero que nadie defienda los doce años y medio, yo quiero que defiendan a sus representados y las cosas que lograron en esos doce años y medio, que no defiendan al Gobierno, que defiendan a la gente. Entonces yo creo que estas son las cosas que tenemos que discutir, que debatir, no tampoco dedicarle mucho tiempo eh, y no es que no me guste la discusión y el debate, ustedes saben que si hay algo que amo es discutir y debatir. Pero por favor, junto al debate y a la discusión, la acción, el trabajo y el esfuerzo. [aplausos] Me parece que son claves, son claves, son claves para el momento que vivimos, y la humildad, mucha humildad de todos y de todas. No creernos el ombligo del mundo, y cuando hablo de esto también hablo de los partidos polí­ticos que conformamos o que conforman el espacio, la humildad de aceptar que nadie es el todo, que todos somos parte y la riqueza de esto precisamente radica en la suma de todas las partes, porque de ahí­ se construye lo colectivo. Y no hablo de una unidad estúpida, porque además quiero sí­ definir para qué tenemos que estar unidos. La unidad por la unidad no es un valor en sí­ misma. Yo quiero que me digan para qué queremos la unidad, ¿para defender a los trabajadores? ¿para representar en las Cámaras de Diputados, de Senadores nacionales, provinciales, en los Consejos Deliberantes, en las intendencias, en las gobernaciones, los intereses para los cuales la gente los eligió? Esa es la unidad que quiero y la unidad que me gusta, y es la unidad que le demando a todos. Fí­jense que uno podrí­a de repente decir bueno, en realidad mi responsabilidad terminó el 9 de diciembre, pero a mí­ me desespera mucho las cosas que están pasando, y yo creo que muchos van a tener que hacer un ejercicio muy fuerte, muy público y muy eficiente de esa representación que le fue conferida, porque lo peor que podrí­a pasarnos es que la gente sienta que ni siquiera podemos construir una alternativa que los ayude a superar o a mejorar lo que están pasando. [aplausos] Y creo queˮ¦ y creo también que es necesario que esta humildad que todos tenemos que tener sea también la humildad de entender que podemos haber tenido errores que seguramente los tuvimos, equivocaciones, pero también junto a esa humildad la comprensión de que no nos han criticado ni nos persiguen por nuestros errores. Nos criticaron y nos persiguen por nuestros aciertos. [aplausos] Porque hemos construido, hemos construido en los argentinos, hemos construido en todos los argentinosˮ¦ creo, la idea de que otro paí­s es posible. No le pueden decir a los demás que sus hijos no pueden ir a la universidad porque fueron a la universidad, no le pueden decir que no tienen derecho a una jubilación porque la tuvieron, no le pueden decir que no tienen derechos a los remedios porque los tuvieron, no le pueden decir que no tienen derecho al trabajo porque lo tuvieron, a los convenios colectivos, al Consejo del SMVyM, a las paritarias libres entre trabajadores y empleadoresˮ¦ y podrí­a seguir enumerando. Entonces, creo que la verdadera herencia, la verdadera herencia, la herencia que les molesta no es el paí­s que recibieron desendeudado y con í­ndices sociales e indicadores económicos buenos. La herencia que les molesta es que hemos dejado que la gente se acostumbre a tener cuatro comidas diarias, a tener trabajo, a tener vacaciones, a tener derechos. [aplausos] Esa es la herencia que le hemos dejado a los argentinos, a todos, a los 40 millones. El derecho a saber que si eran buenos empresarios podí­an progresar, el derecho que le hemos dejado a los cientí­ficos a tener una argentina en donde la ciencia y la tecnologí­a ocupó un lugar preponderante en materia nuclear, en materia satelital, en todos los campos. Entonces, sobre esa herencia, que la tomamos sin beneficio de inventario además, porque en la polí­tica no puede haber beneficio de inventario, la herencia es completa. Sobre eso es lo que tenemos que construir como Frente Ciudadano. Y todos aquellos que tengan cosas que criticarnos y decirnos “esto lo podrí­an haber hecho de esta maneraˮ y a lo mejor tení­an razón, por favor que nos lo digan, ¿porque saben qué pasa? Cuando uno tiene el paí­s a su cargo, a su cargo eh, yo no fui un tí­tere nunca de nadie, [aplausos] yo fui siempre Presidenta con mis errores y mis aciertos, cuando se tiene un paí­s sobre las espaldas, cuando además tenés que enfrentar problemas internos, artificiales la mayorí­a de ellos, creados, y además también las adversidades externas, se hace muy difí­cil de repente poder abarcar todo y te podés equivocar en muchas cosas. Por eso queremos que todos aquellos que tienen mejores ideas y pueden mejorar o reformular las polí­ticas que nosotros hemos realizado, que se acerquen y lo hagan. Hay un solo requisito, hay un solo requisito: no quitarle calidad de vida a nadie, que nadie tenga una calidad de vida peor de la que nosotros le pudimos dar durante estos años. Por eso es que, para finalizar, a todas las organizaciones polí­ticas, sociales, movimientos sociales que hoy nos acompañan, a sus dirigentes, a sus militantes, pedirles una vez más la organización que siempre le hemos pedido y además fundamentalmente el que hagan valer nuestra historia, sin desconocer la de los demás. Pero que hagan valer su historia, que no es nuestra historia ni es mi historia, es la de ustedes. Fueron ustedes los que lo hicieron también, en cada barrio, en cada lugar, en cada partido polí­tico. Y que además al vecino que no participó ni en tu organización ni en tu partido polí­tico si no le gusta eso le hagas ver lo que él pudo construir y que defienda eso que construyó y logró. Y si no sabe, ayúdalo vos, aunque él no se haya dado cuenta, ayudarlo a que siga conservando eso, a organizarse para que la Argentina, ese movimiento ciudadano que yo sueño, porque, para finalizar, una de las cosas que siempre me desveló y que he visto en estos tiempos de análisis y de reflexión, es el sí­ no de los movimientos nacionales y populares, los avances y los retrocesos, producto que los liderazgos de esos movimientos polí­ticos y sociales no pudieron generar, no pudieron parirse a sí­ mismos como liderazgos en una organización que no descansara en una, dos o tres personas sino que descansara en una orgánica. Yo ayer lo comparaba con la Iglesia, cuando estaba con los curas los vi ahí­ y de repente lo vi y dije: se pudo organizar una Iglesia que dura dos mil años a partir de Cristo. Por favor, nadie quiera compararse con Cristo, yo creo que Cristo ademásˮ¦ no sé si decirlo. No, no sé si era peronista pero a mí­ me parece queˮ¦ Yo cuando estuve en Jerusalén, que es mágico, a mí­ me pareció que Jesucristo además fue un gran dirigente polí­tico, quiero decirles la verdad, eso es lo que pienso, creo que fue un gran dirigente polí­tico, y creo en Diosˮ¦ por Dios, creo en Dios profundamente, profundamente. Pero creo que además pudo organizarlo porque, y es ahí­ donde digo yo, ¿qué es lo que pudo organizarlo? Porque tuvo fe, la fe es lo que organiza indisolublemente y trasmite organización. ¿Y fe en qué? ¿En personas? No, fe en ideas, fe en el pueblo, fe en que el progreso y el derecho a la ciudadaní­a no puede ser para uno o para dos sino que debe ser para todos. Por eso decí­a que el gran desafí­o que tiene este espacio polí­tico es generar un movimiento ciudadano, un frente ciudadano que logre instalar en la República Argentina que hay un cúmulo de derechos, de garantí­as, que sea quien sea el que gobierne no van a poder ser tocadas ni van a tener retroceso. Es allí­ donde vamos a poder por primera vez en nuestros 200 años de historia, con los fracasos que arrastramos, los fracasos de aquella Revolución de Mayo que soñaron Moreno y Belgrano y que no pudieron verla concretada, que más tarde soñó San Martí­n y que tampoco la pudo ver concretada, que también consumó o la soñó Rosas, que más tarde la soñó Irigoyen y que Perón y Evita también la soñaron, pero que hubo algo que no permitió como sucede, sí­, en los grandes paí­ses desarrollados en donde puede haber cambios de Gobierno pero hay pisos de ciudadaní­a que no son discutidos ni vulnerado. Si nosotros logramos construir con ese Frente Ciudadano amplio, plural, diverso, ese piso mí­nimo de ciudadaní­a para que ningún gobierno pueda arrasar más con los derechos que hemos logrado, habremos cumplido con el mandato histórico de tantos dirigentes que dieron su vida por los otros, para que el pueblo y para que la Argentina fueran un lugar mejor para todos y no para unos pocos. Muchas gracias, y los saludo desde el corazón. Muchas gracias.
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