Política

Para que reine en el pueblo, el amor y la igualdad.

por La Cámpora
23 sep 2011
Un 23 de Septiembre del año 1947 el pueblo festejó en las calles la consagración de la Igualdad Polí­tica en la Argentina. Ese dí­a se hací­a realidad el largo reclamo de tantas mujeres por ser reconocidas en materia de decisión y responsabilidades polí­ticas. El gobierno del General Juan Domingo Perón habí­a impulsado el proyecto de ley de “Otorgamiento de Derechos Polí­ticos a la Mujerˮ, y la lucha para que esto se haga efectivo fue encabezada por Evita. Tras duros debates, se logró su sanción y la Ley 13.010 concedí­a a las mujeres argentinas derechos y deberes cí­vicos. A partir de allí­ podí­amos elegir a nuestros representantes y también, ser elegidas como tales. Se habí­a alcanzado, de esta manera, la verdadera universalidad del sufragio conformando un sistema polí­tico efectivamente democrático. Ese dí­a, el clamor por la ley se convirtió en hecho histórico, y muchas y muchos argentinos demostraron su apoyo movilizándose a Plaza de Mayo para acompañar su promulgación. Una vez más, el Peronismo rompí­a los esquemas conservadores de la sociedad tradicional, alteraba el status quo, y avanzaba en la conformación de nuevas concepciones culturales. Sesenta años después de este hito de la vida polí­tica de nuestro paí­s, hombres y mujeres tení­amos en 2007, la oportunidad de elegir entre los candidatos a Presidente de la Nación, a una Mujer. Si, a Ella, hoy nuestra Presidenta   (Presidenta con “aˮ), quien se consagró como tal con la voluntad del 45,3% de los votos. La victoria de Cristina demostraba también el acompañamiento popular a la gestión presidencial de Néstor Kirchner y ratificaba el apoyo del pueblo al modelo polí­tico que í‰l habí­a iniciado. Con Ella estábamos tranquilos porque conocí­amos su larga labor parlamentaria y su trayectoria polí­tica y porque era además, Compañera de vida de quien habí­a impulsado el cambio real en el paí­s. Sentí­amos que vení­a a continuar ese camino iniciado por Néstor, por su comunión de ideales, y hasta incluso, nos permitimos pensar que Ella podí­a ir por más. Con la realidad de tener a Cristina en la máxima conducción del paí­s trascendí­amos aquella conquista social que significó la Ley 13010. “Tal vez me cueste más por ser mujerˮ¦ pero creo tener la fuerza para poder hacerloˮ, nos dijo en su discurso de asunción. Y si, la Presidenta Coraje hizo mucho y más, pese a los grandes golpes padecidos y a las tantas piedras que han puesto en el camino, continuó y profundizó el modelo y la transformación. Ella se animó en estos años a lo que nadie se habí­a imaginado, a lo que muchos Presidentes, nunca se atrevieron ni a pensar. Con la fortaleza que caracteriza al género, respondiendo a sus convicciones, por el amor a su pueblo y a su Patria, con el ejemplo de otras mujeres inmortales como Eva, las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo, Cristina está construyendo una Patria con libertad e igualdad para todos los argentinos. Gracias a Perón y Evita tenemos hoy esta Presidenta, Mujer, Coraje, que enarbolando esas banderas, gobierna por el bienestar de todos y todas. Seguramente ambos estarí­an orgullosos de Ella. Gracias a Néstor, por responder a sus ideales y levantar el paí­s, devolviendo la dignidad y orgullo como Nación. Gracias a í‰l, porque además de dar hasta la vida por este proyecto nacional, creyó en Cristina para continuar la tarea (y la acompañó como nadie). Gracias a vos Cristina, por tu fortaleza de mujer, y porque pese a todo seguí­s firme y vas por más, todos los dí­as. Sabes que para eso, contaste, contás y contarás con los niños, con los jóvenes, los jubilados, los cientí­ficos, los trabajadores, las Madres, las Abuelas, la diversidad, en fin, con los Argentinos. [slideshow id=192]