Política

Paridad Integral en Entre Ríos: un hecho histórico, colectivo, feminista y popular

Este viernes 13 de noviembre de 2020, la Cámara de Senadores de la Provincia de Entre Ríos aprobó la Ley de Paridad Integral. La misma es fruto del trabajo colectivo, organizado y estratégico de miles de mujeres y disidencias en toda la provincia. 
por La Cámpora
13 nov 2020

Por Stefanía Cora*

Cuando asumimos en diciembre de 2019 las seis diputadas de veinte miembros del Bloque del Frente CREER, coincidimos en articular una agenda de género que promueva normas que busquen erradicar la violencia de género y la ampliación de derechos para mujeres y disidencias. En este sentido, la paridad cobraba la potencia de una lucha fundamental que debíamos abordar y presentamos en aquellos primeros meses de gestión proyectos de paridad en el deporte y en los escenarios.

El mundo de noviembre de 2020 se parece muy poco al de febrero de 2020. Pandemia y distanciamientos mediante debíamos generar las estrategias de trabajo y fortalecimiento de los debates que posibiliten la construcción de la paridad.

Nosotras, mujeres militantes, imaginábamos foros, mesas de trabajo en cada localidad de la provincia para lograr la ley que corriera un mojón más en la construcción de una sociedad más justa en materia de género. Sin embargo, ante la adversidad: creatividad, militancia y mucho amor. Teníamos la responsabilidad de ser optimistas.

Construimos entre todas y todes, una Red para la Igualdad, multisectorial y multipartidaria que nos posibilitó un espacio telemático de debate, intercambio de escucha de las desigualdades que viven mujeres y disidencias de toda la provincia, en cada uno de los lugares en los que se desarrollan. Las dificultades que todas vivimos y que el mundo patriarcal ostenta.

Por mandato Constitucional, incorporado en la reforma de 2008, nuestra provincia en su Artículo 17 “garantiza la igualdad real de oportunidades y de trato para mujeres y varones en el pleno y efectivo ejercicio de los derechos que fueren reconocidos en el ordenamiento jurídico. Una política de Estado prevendrá en forma continua todo tipo de violencia y dispondrá acciones positivas para corregir cualquier desigualdad de género. Adopta el principio de equidad de género en todos los órdenes, eliminando de sus políticas públicas cualquier exclusión, segregación o discriminación que se le oponga. Asegura a la mujer la igualdad real de oportunidades para el acceso a los diferentes estamentos y organismos del Estado provincial, municipal y comunal. Establece y sostiene la equidad de género en la representación política y partidaria y en la conformación de candidaturas con probabilidad de resultar electas. Promueve el acceso efectivo de la mujer a todos los niveles de participación, representación, decisión y conducción de las organizaciones de la sociedad civil. Reconoce el valor social del trabajo en el ámbito del hogar”.

Sin embargo, la ley de cupo vigente mientras escribo estas líneas, 10.012 sancionada en 2011, establece el 75% para un sexo y el 25% para otro. Sin especificar cuáles. El 25% siempre fuimos mujeres.

En sintonía con la ley de paridad para cargos nacionales, nuestros concejos deliberantes sí son paritarios desde las elecciones de 2007. Y muchas de esas mujeres concejalas, son quienes construyeron normativas con perspectivas de género en sus municipios e impulsoras de creación de secretarias y/o áreas de las mujeres y disidencias.

Volviendo a la construcción del proyecto de ley, sostenemos con orgullo que logramos volver verbo el concepto que apenas hemos aprendido a nombrar: sororidad. La fortaleza del trabajo de un proyecto de tamaña envergadura fue posible porque hicimos praxis la sororidad y pusimos en tensión las formas de construcción y ejercicio del poder. ¿Cómo ejercemos el poder? ¿Qué tratamiento recibe una mujer que lucha por intereses populares cuando ejerce el poder?

Ya no alcanzaba con luchar por la paridad en la legislatura, si cuando llega una llegamos todas debíamos evidenciar las injusticias en todos los ámbitos y construir herramientas para todas.

Por ello, la norma construida contempla la paridad en los tres poderes del Estado, partidos políticos y en la sociedad civil, con obligatoriedades para algunos casos y principios de paridad progresiva en otros. Es de orden público y no hablamos más de sexo, sino de géneros según el DNI y la Ley Nacional de Identidad de Género, y los reemplazos se realizarán teniendo en cuenta la prioridad de cumplimentar el 50% y 50% del cuerpo.

Sostenemos con orgullo que esta ley de acción positiva se construye sobre las huellas de muchísimas mujeres que a lo largo de la historia han corrido mojones de derechos. Socialistas y radicales de finales del siglo XIX y principios del XX, nuestra eterna y amada Evita, quien por la ley de voto femenino de 1947 no sólo accedimos al derecho de sufragio sino además de ser electas candidatas y, en mi provincia a modo de ejemplo, en las elecciones de 1951, seis mujeres encabezaban la lista de diputados provinciales, y lo mismo ocurría en cada lista de legislatura nacional o provincial: con Evita las mujeres llegaron. Seis mujeres diputadas en el bloque peronista, la misma cantidad ley de cupo mediante, somos hoy en el siglo XXI. No tiene sentido la historia contrafáctica pero sí nos ayuda a evaluar desde perspectivas feminista lo estructural de la fusiladora, golpes de Estado y neoliberalismo en los procesos de feminización de la pobreza y masculinización del poder.

Transitamos sobre las huellas de las militantes desaparecidas y sobre las de aquellas mujeres que hicieron de su causa privada, una lucha popular y colectiva, somos quienes sin duda transitamos sobre las huellas de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

Esta ley provincial se aprueba en el país donde una mujer fue electa dos veces presidenta: Cristina Fernández de Kirchner fue la primera en nombrarnos desde la máxima responsabilidad del Estado Nacional: “buenos días a todos y todas”. Y desde allí, construyó políticas públicas desde una perspectiva de derechos humanos para las mujeres y disidencias, como la ley de jubilación para amas de casa, por sólo citar una. Cristina, la mujer más votada en la historia de nuestro país luego de Juan Domingo Perón, puso en evidencia el desigual trato que obtiene una PresidentA y más aún cuando se gobierna para las grandes mayorías.

Esta ley provincial, se construye, se redacta, se debate, se aprueba y se vota en el país de la Revolución de las hijas y la marea verde, porque más temprano que tarde y en un gobierno nacional, popular, democrático y feminista: será ley.

Esta ley provincial es un homenaje a quienes entendemos en la política como una herramienta de transformación social y, como dijo Néstor Kirchner, al salir de la votación de la ley de matrimonio igualitario el año 2010: “las sociedades tienen que ir evolucionando, es decir hay que ir superando el oscurantismo con igualdad, con inclusión, eso elimina las tensiones y permite que una sociedad se vaya realizando”.

Esta ley contó con el acompañamiento de los Ministerios de Mujeres, Género y Diversidad y del Interior de la Nación, esta ley es parte de los esfuerzos del Estado Nacional por construir una sociedad más justa e igualitaria.

Una ley que se trabajó íntegramente de manera telemática, y con el consenso de todos los partidos. Una ley en la que trabajamos todas las mujeres, oficialistas y opositoras, en el convencimiento de que la democracia paritaria fortalece las instituciones.

Las representaciones en Entre Ríos ya nunca más serán igual, las fórmulas de gobernación y vice, presidencias municipales y vice deberán ser paritarias. Las bancas tendrán 50% y 50% y el gabinete provincial deberá tender a la paridad.

Hemos construido esta victoria, feminista, popular y colectiva en un año donde lo inédito e inesperado se volvió rutina. Donde desde la militancia fortalecemos la solidaridad y la creatividad para estar cerca de nuestros compatriotas más vulnerados. Donde todos nos decían que era imposible, pero para una militante popular, sabemos que lo imposible solo cuesta un poco más.

¿Y mañana que van a hacer? Nos preguntaron. Militarla en todos los departamentos de Entre Ríos por su efectivo cumplimiento. Avanzar en los proyectos de visibilización y regulación de las tareas de cuidado, porque nosotras sabemos que igualdad de oportunidades no es igual acceso. Luchar y seguir luchando, porque nosotras sabemos que justicia de género, como nos enseñaron Evita y Cristina, es justicia social.

*Responsable de La Cámpora en Entre Ríos. Diputada Provincial.

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