En fin de semana y como celebración de un nuevo aniversario de la Patria, los compañeros de La Cámpora de la villa Zavaleta organizaron un locro popular y una peña folclórica para festejar los 202 años de independencia, los 39 de la asunción de Héctor Cámpora y los 9 años del Gobierno Nacional y Popular que comenzó Néstor Kirchner y hoy conduce la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Pese a la amenaza de los pronósticos climáticos, los militantes salieron al barrio con el entusiasmo de siempre, sabiéndose partícipes de un momento histórico, único y con las ganas y la alegría de festejar una vez más que la Argentina tiene Patria y se puede levantar con orgullo y más alto que nunca la bandera nacional.
Los preparativos para el gran festejo habían comenzado varios días antes. Sin embargo, ese día vecinos y militantes se encontraron bien temprano para hacer el locro, adornar el playón de Av. Iriarte al 3700, difundir la actividad y preparar el sonido.
Las banderas y guirnaldas celestes y blancas abundaban en el playón cuando las familias del barrio comenzaron a llegar. Los nenes corrían por el lugar entusiasmados por lo que vendría mientras se realizaban los últimos detalles.
Al fin llegó el momento de disfrutar de las dos ollas de locro que se terminaron rápidamente luego de los que vecinos hicieron largas filas con sus platos y cubiertos en mano.
Luego fue el turno de que dos bailarinas deleitaran a los presentes con tu arte. Como si el escondido, las chacareras y las zambas que bailaron no fueran suficientes, los vecinos y militantes tuvieron el gusto de que les ofrecieran una clase de baile en la que se unieron con alegría al ritmo de las danzas populares.
Mientras tanto los más chicos tuvieron su rincón de arte en el cual pintaron y colorearon distintos dibujos que los militantes eligieron especialmente para ellos y al mismo tiempo los compañeros de La Cámpora repartieron escarapelas que todos aceptaron muy gustosos y agradeciendo el gesto.
La jornada concluyó cuando se largó la lluvia que obligó a los militantes a levantar los equipos y trasladarlos hasta la Unidad Básica. Aún así la fiesta siguió dentro de la UB pero esta vez con unas cumbias, tortas fritas y mate sin dejar de mencionar la infaltable marchita peronista que vecinos y militantes cantaron con emoción.
Quien pensara que una simple lluvia terminaría con el festejo de tan importante fecha patria, estaba equivocado. Porque ninguna lluvia podría jamás, apagar tanto fuego.
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