“Nuestra comunidad sólo puede realizarse en la medida en que se realice cada uno de los ciudadanos que la integran. Pero integrar significa, para nosotros, integrarse; y la condición elemental de la integración del ciudadano en la comunidad es que la sienta como propia, que viva en la convicción libre de que no hay diferencia entre sus principios individuales y los que alienta su Patriaˮ, indicaba el General en 1974 en Modelo Argentino Para el Proyecto Nacional, volviendo sobre el desarrollo de Comunidad Organizada.
A 71 años, el término desarrollado por Perón en el Congreso de Filosofía realizado en Mendoza resuena y se resignifica en el marco de una pandemia que obliga a actuar en términos colectivos. La articulación entre un Estado presente y las “organizaciones libres del puebloˮ se torna no sólo necesaria sino imprescindible.
Transitar la pandemia y encontrar la salida a la crisis, será posible consolidando un proyecto nacional que convoque al conjunto de la ciudadanía, construyendo comunidad, reafirmando los lazos culturales e históricos. Con el empresariado nacional, con los productores y los comerciantes, con los trabajadores y trabajadoras, con los científicos y científicas, con las y los estudiantes, con las doñas de los barrios, con los pibes y pibas, con todos y todas; se podrá finalmente poner a la Argentina de pie.
En lo cotidiano, desde la unidad básica hasta la parroquia, desde el centro de jubilados hasta el club de barrio, desde el merendero hasta la salita: el tejido comunitario se fortalece para hacerle frente a un virus que obliga a la distancia física y apela a la potencia de la unidad de la sociedad. Encontrar un caso positivo, lograr que cumpla el aislamiento, garantizar alimento y atención sanitaria, rastrear los contactos estrechos: cuidar, proteger y asistir no sería posible sin las organizaciones barriales articulando con un Estado que se fortalece día a día, luego de cuatro años de arrasamiento neoliberal.
“Nadie se salva soloˮ, sostuvo Alberto Fernández frente a otros líderes del mundiales en la Cumbre del G20. No es una frase aislada, es una afirmación que remite a una perspectiva humanista con raigambre en el concepto de Comunidad Organizada. O, como decía Perón, cortita y al pie: “Nadie se realiza en una comunidad que no se realizaˮ.
El pensamiento del General está en el futuro, no es una pieza de museo. Hay que comenzar reconstruir el país de la post-pandemia pensando “el mundo en argentino, desde un modelo propioˮ, tal como expresó Néstor al asumir con un país, también en ese entonces, en ruinas.
“Es bueno incentivar y concientizar sobre lo importante que se vuelve la solidaridad. Acá lo podemos ver plasmado cuando alguien que ha pasado la enfermedad puede ayudar a otra o a otro. Para los que somos peronistas la frase de “sólo el pueblo salvará al puebloˮ tiene mucho que ver con estoˮ, subrayaba Máximo hace unos días al tratarse el proyecto de ley para promover la donación voluntaria de plasma en pacientes recuperados de COVID-19.
Será con la política como herramienta transformadora y generadora de poder popular, en el barrio, en la fábrica, la universidad o el colegio, con el otro y la otra, fortaleciendo el tejido social como la gran trinchera de resistencia que posibilitó sobrevivir al neoliberalismo y volver para garantizar felicidad al pueblo y grandeza a la nación. Será la Comunidad Organizada como los lazos que nos hermanan en busca del bien común. Y con el peronismo, esa identidad que se hace carne con su mística, sus rituales y sus valores; que volveremos a construir una Patria libre, justa y soberana.