En junio de este año Jorge Macri envió a la legislatura porteña la Modificación del Código Urbanístico proponiendo una actualización de la norma del 2018. Unos meses más tarde, precisamente en septiembre, se aprobó en primera lectura con 32 votos a favor. La iniciativa del macrismo fue acompañada por los bloques de La Libertad Avanza, la UCR, Partido Sociaista y Confianza Pública.
Pero faltó una instancia fundamental: el tratamiento y aprobación de la misma se realizó sin haber tenido ningún ámbito de participación y consulta con quienes representan a las y los vecinos en cada una de las 15 comunas, y según indica la Ley Orgánica de Comunas y la Constitución de la CABA.
Pese a ello, desde el primer momento, las legisladoras y legisladores, así como las comuneras y comuneros de Unión por la Patria, reclamaron el cumplimiento de dichas instancias de trabajo con las Juntas Comunales y los Consejos Consultivos Comunales. La respuesta llegó tarde y el oficialismo hizo la convocatoria a rondas de presentación y preguntas ya sancionada la primera lectura y a tan sólo 10 días del inicio de la audiencia pública.
En ese marco, si bien participaron las 15 comunas, la Comisión de Planeamiento y la Secretaría de Desarrollo Urbano, la participación ciudadana fue escasa y sólo permitieron hablar a dos ciudadanos por Consejo Consultivo Comunal. De público, poco y nada…
Con la firme convicción de que su rol es representar a sus territorios cada día y organizar las demandas de sus vecinas y vecinos para construir soluciones en un contexto adverso y con un Gobierno de la Ciudad que no tiene ninguna intención de darle lugar a la participación ni a la voz de estas representaciones comunales, expusieron y estuvieron presentes los representantes comunales de La Cámpora: Ignacio Alvarez (Comuna 4), Hernán Gorreta (Comuna 5), Mariano Cuyeu (Comuna 6), Julián Cappa (Comuna 7), Nayla Loitegui (Comuna 8), Lorena "La Tana" Crespo (Comuna 9), Daniela Romero (Comuna 10), Malena Rotondo (Comuna 11), "Pacha" Carreira Griot (Comuna 14) y Leonardo Lucchese (Comuna 15), junto a otras comuneras y comuneros de Unión por la Patria y representantes de los Consejos Consultivos Comunales.
En ese marco, las compañeras y compañeros vienen trabajando fuertemente en la caracterización integral de sus barrios para poder trasladar donde corresponda las realidades que el Código Urbanístico de Jorge Macri no atiende. Entre los principales impactos y falencias que tiene, plantearon: la falta de instancias de participación ciudadana con las Juntas Comunales y Consejos Consultivos para el trabajo a escala barrial, la falta de planes de integración social y urbana para villas, el déficit habitacional (falta de acceso a créditos hipotecarios para la primera vivienda, encarecimiento de los alquileres, aumentó de viviendas vacías y de personas en situación de calle), la protección de los centros fundacionales de los barrios y sus entornos patrimoniales, el aumento de altura de construcción en zonas de casas bajas, la saturación de usos del suelo que genera la creación de polos gastronómicos, textiles y turísticos que desplazan a los habitantes históricos, falta de control en habilitaciones para obras en construcción (derrumbes como consecuencia de ausencia del Estado), déficit de servicios públicos en zonas de cortes de luz y agua, déficit de espacios verdes, necesidad de protección de unidades ambientales y corredores verdes, falta de avance de los proyectos participativos de los playones ferroviarios, entre otros.
En la Ciudad más rica del país, gobernada por los Macri, nada es casual. Mientras al pueblo se lo estigmatiza pidiéndole requisitos absurdos para acceder a un subsidio habitacional cuando está en situación de calle, a las grandes constructoras les hacen leyes a medida con beneficios financiados con la plata de todos los porteños. Es fundamental comprender lo que está en disputa, dar la discusión, organizarse, comprometerse y ser parte de un proyecto que transforme esta ciudad injusta y para pocxs, en una ciudad humana, vivible y para todxs.