Política

Porque es importante la tarjeta SUBE

por La Cámpora
2 feb 2012
Hasta el 2002 el transporte de pasajeros, en general, no recibí­a subsidios. Los colectivos, que transportan el 75% de los pasajeros del AMBA, nunca los habí­an percibido. Los trenes y el subte (concesionados por el menemismo) tení­an contratos que en algunos casos preveí­an (en teorí­a) pagar un canon al Estado en el mediano plazo. Todo esto, por supuesto, se daba en el marco de los espejitos de colores del1 a1, cuando reinaba una desocupación mayor al 20%... lo que hací­a que, naturalmente, mucha gente no usara el sistema (dado que más del 66% de los viajes se hacen para ir o volver del trabajo). Luego de la crisis del 2001/02, el gobierno nacional empezó a subsidiar al transporte público de pasajeros con el objetivo de mantener las tarifas accesibles para la población. Los costos del sector, presionados por la suba del dólar (gasoil, material rodante) y por la mejora de los salarios gracias al restablecimiento de las paritarias, habí­an ido aumentado sostenidamente; por eso fue necesario compensarlo con subsidios. Los subsidios se dan a las empresas de transporte contra la presentación de una declaración jurada que incluye datos de cuántos pasajeros transportan, cuántos kilómetros recorren, qué cantidad de unidades poseen. El éxito de esta polí­tica fue notable. Primero, les permitió a los ciudadanos ir en busca de trabajo, para lo cual resulta indispensable desplazarse por la ciudad; y una vez que consiguieron el empleo, permitió que no se lesionaran sus ingresos, dado que la tarifa quedó congelada por mucho tiempo. Sin embargo, habí­a un incoveniente: el Estado carecí­a de herramientas para poder determinar al detalle los costos de las empresas de transporte, su recaudación y por ende, el monto exacto del subsidio necesario.  Por otro lado, el subsidio estaba dirigido principalmente a las empresas, con la finalidad de congelar tarifas para todos los usuarios; pero el crecimiento de los salarios, con el correr del tiempo, permití­a que un porcentaje de la población pudiera afrontar el costo de la tarifa plena, cosa que este esquema de subsidios no podí­a reconocer. Desde 2009, el Estado Nacional ha venido desarrollando el SUBE (Sistema íšnico de Boleto Electrónico). El SUBE consiste en una tarjeta inteligente en la cual se carga dinero y luego se la utiliza para el pago del transporte público del AMBA (colectivos, subtes y trenes). Este sistema involucra un cambio radical en el sistema de transporte. Antes, cada empresa cobraba el boleto y tení­a al momento el efectivo. El SUBE, en cambio, separa a las empresas que prestan el servicio del ente que recauda la plata, que pasa a ser el Estado. La plata que se carga en la tarjeta está en una cuenta del Banco Nación. Cuando el usuario utiliza la tarjeta, el sistema le enví­a la información al Banco, que deposita en la cuenta de la empresa de transporte el valor del boleto.  Esto significa que el Estado tiene la información real de la cantidad de personas que transportó cada empresa y, además, cuánto pago cada una. Al mismo tiempo, gracias al GPS que tiene cada máquina en el colectivo, es posible controlar el servicio que presta (frecuencia, velocidad, trayecto, kilómetros recorridos). Dado que cada tarjeta es personal, a partir de ahora el Estado va a poder dirigir este subsidio a quienes más lo necesiten (ya sea porque su ingreso es menor, o porque tengan que realizar muchos transbordos para llegar a destino, etc.). No obstante, el cambio de sistema no fue simple. Además de las lógicas dificultades técnicas que presentó la implementación del SUBE, también hubo que lidiar con la resistencia de las empresas de transporte.
  • El 8 de noviembre de 2011 el Estado les comunicó a las empresas que a partir del dí­a 30 de noviembre de 2011 se consideraba “vencidoˮ el plazo para la implementación del SUBE y que, si no lo instalaban, se procederí­a a quitarles el subsidio.
  • En paralelo, se lanzó una campaña en todos los medios comunicando la siguiente consigna: “Si no tiene SUBE o no funciona, ¡viajas gratis!ˮ. De este modo se logró que el 100% del transporte del AMBA tenga implementado el SUBE.
El paso que ahora se está   dando, en el marco de la sintoní­a fina que marca la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, es lograr que el 100% de los viajes se paguen con la tarjeta SUBE. Esto resulta indispensable poder conformar un registro de toda la información del sistema de transporte y poder subsidiar al que lo necesita, logrando a su vez controlar a las empresas para que presten un mejor servicio y sin sobreprecios.   Hay tarjetas para todos; hay que llevar tranquilidad a la gente. Existen más de 600 puntos de distribución y todos los dí­as se abren nuevos. Quedan todaví­a 2 semanas. A no desesperarse: tienen que buscar el punto más cercano y con menos cola.  

Pagina del SUBE

http://www.sube.gob.ar El SUBE en la ANSES: http://www.anses.gob.ar/prensa/noticia.php?id=405 El SUBE en la Secretaria de Transporte: http://www.transporte.gov.ar/content/sube/ Facebook http://www.facebook.com/comunidadsube?sk=wall 0800-777-7823 Hay más de 600 Centros de Obtención Retirá tu tarjeta gratis presentando tu documento de identidad. El Sistema íšnico de Boleto Electrónico ofrece más de 600 puntos de distribución ubicados estratégicamente enla Ciudadde Buenos Aires, el Conurbano Bonaerense,la Costa Atlánticay distintas ciudades dela Provinciade Buenos Aires. Encontrá el  Centro de Obtención  más cercano ingresando en los siguientes links: Recordá que la tarjeta se obtiene en forma gratuita luego de presentar DNI o Cédula de Identidad y completar el formulario de adhesión.