Política

Precios esenciales, invisibles a los ojos

El programa de medidas anunciadas la semana pasada por el gobierno nacional no traen “alivio” ni resuelven las urgencias de desabastecimiento en productos de primera necesidad.
por La Cámpora
23 abr 2019
A partir de esta semana, comenzó a regir “Precios esencialesˮ, donde una nómina de tan sólo 64 productos elegidos arbitrariamente mantendrí­an sus precios congelados por 6 meses. Es decir, ni más ni menos que hasta las elecciones. Las denuncias por faltantes y precios desactualizados no tardaron en llegar, con lo que el gobierno extendió una semana más el plazo para que la lista de productos llegue a las grandes cadenas de supermercados; sin incluir "chinosˮ, almacenes barriales, ni supermercados pequeños del interior del paí­s. Como un “pacto de caballerosˮ, se anunció este acuerdo de palabra sostenido con 16 empresarios formadores de precios para que congelen algunos productos que consideraron esenciales dentro de las comidas y bebidas. Asimismo, informaron de un compromiso con frigorí­ficos para ofrecer al público sólo tres cortes de carne vacuna (asado, vací­o y matambre) a $149 el kilo en el Mercado Central y sus puntos de venta; abasteciendo únicamente al 1% del consumo total del paí­s.   Los alimentos incluidos en este acuerdo de precios, lejos están de cubrir una dieta equilibrada, dado que deja por fuera otros tipos de carnes menos grasas y no hay frutas ni verduras. En cambio sí­ se incluye vino y cerveza; sin ningún criterio nutricional. Tampoco contiene productos de limpieza ni de higiene personal; quedando muy lejos de resolver los gastos mí­nimos de las familias golpeadas por la crisis socioeconómica. Al analizar la lista, se pueden visibilizar montos superiores a los de mercado, como es el caso del yogurt bebible Tetra Top descremado de frutilla que tiene un precio 62,2% más costoso que en otros comercios de Buenos Aires o la yerba Palo Chamigo con un valor 33,5% más que en los mercados del norte del paí­s; según informó la consultora Focus Market. En el mismo sentido, desde que se comunicó la intención de tomar esta medida, los empresarios remarcaron los precios de los productos mientras negociaban la elaboración de la nómina. A Macri lo mandan a espiar y toca el timbre. Desde el gobierno subrayaron que no se trata de un plan de control de precios para combatir la inflación que lleva acumulada un 54,7% en el último año según las últimas cifras del INDEC, sino que es un acuerdo voluntario sólo sobre una gama de productos.   De este modo, se puede prever un pronto desabastecimiento de los productos ofrecidos ocasionado tanto por la falta de controles, como por la creciente inflación que generará una brecha cada vez más grande con el resto de los productos de las mismas categorí­as, provocando que las empresas dejen de aprovisionar a los supermercados, antes de ir a pérdida.   Es así­ como se continúa desvirtuando lo que fue originalmente Precios Cuidados: una polí­tica integral para combatir la inflación, brindando previsibilidad y transparencia en el proceso de formación de precios; reemplazándolo por una canasta de ofertas de productos de segundas y terceras marcas sin ningún tipo de regulación estatal. En simultáneo, se realizaron otros anuncios de medidas cosméticas cual manotazo de ahogado en un año electoral donde la imagen negativa del presidente Mauricio Macri y su gobierno no paran de crecer. Es así­ como se ofrecerán para jubilados, pensionados y titulares de programas sociales que tengan sus tarjetas de débito asociadas a ANSES, rebajas en el precio de distintos productos y créditos con tasas de interés que van desde el 40% anual. Una usura para los que menos tienen. Del mismo modo, se anunciaron descuentos de entre el 20% y el 70% en medicamentos para titulares de la AUH y otros programas sociales. Es decir, medicamentos que se entregaban a esa misma población de forma gratuita a través del ex Plan Remediar en todos los centros de salud del paí­s. Estas medidas buscan ser un alivio para el Gobierno que busca ser reelecto, mientras el alivio para el pueblo tendrá que esperar hasta diciembre cuando volvamos a tener un gobierno que reactive el consumo y ponga en marcha el aparato productivo.
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