Política

¿Quién es el favorecido en la jornada solidaria?

por La Cámpora
9 oct 2013
Se llevó a cabo, una vez más, una Jornada Solidaria en el marco del espacio “Unidos y Organizadosˮ. Se realizó en la Casa 012Compañera Juana Azurduy del barrio La Favorita, finalizando septiembre. La actividad consistió en la proyección de la pelí­cula NO, acerca del plebiscito que en 1988 se constituyó en el principio del fin de la dictadura en Chile. La riqueza de la actividad vendrí­a con el debate posterior, sobre la pelí­cula. El barrio La Favorita tiene sus orí­genes en gran parte gracias a los exiliados chilenos que llegaron a Mendoza luego del golpe que derrocó a Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Para estos vecinos, que llevan casi 40 años en la Argentina, es que fueron mayormente dirigidas las invitaciones, aunque no faltaron los jóvenes y vecinos interesados. En un dí­a en que el invierno dio lo que creemos fue su último manotazo, se acondicionó  el salón de la Casa Compañera, se calefaccionó, se instalaron los equipos, las sillas y se compartió con los presentes mate y alfajores para que la pelí­cula comenzara cerca de las 17 horas. Muy buena pelí­cula, con muchos premios ganados y toda una muestra de las discusiones acerca del perfil de una campaña electoral, en este caso del plebiscito de octubre de 1988 en el que se enfrentaban quienes querí­an continuar con Pinochet y quienes querí­an el fin de la dictadura. Mientras se veí­a la pelí­cula, tal como sucede en los cines, no faltaron las exclamaciones de dolor cuando se veí­an crudas imágenes de personas golpeadas por los carabineros, las risas ante situaciones tragicómicas y las expresiones de bronca cuando se mostraban grandes injusticias. No faltaron los silencios. Tanto de aquellos que recordaban con dolor esos años, los amigos perdidos, las familias desmembradas y la tierra propia que debieron dejar, como el de quienes miraban y aprendí­an, comprendiendo y confirmando lo que habí­an escuchado o estudiado. El debate posterior tal vez haya sido más enriquecedor que la pelí­cula misma. Estaban las ganas de preguntar por un lado y las ganas de contar por el otro. Especialmente en el caso de cuatro jubilados: Carlos, Pedro, Abelardo y Luis. Todos fieles representantes de la clase trabajadora, uno era pescador artesanal en el sur de Chile; otro era albañil más al norte; otro era trabajador en una fábrica de golosinas y otro operario en una fábrica en Santiago. Los relatos se fueron sucediendo en el debate. Básicamente contaron cómo fue para ellos el 11 de septiembre de 1973. Comenzó Pedro agradeciendo el recibimiento de Argentina. í‰l fue tesorero de un sindicato y todaví­a no se explica cómo es que lo dejaron salir de Chile.  Abelardo, ese 11 de septiembre, fue a trabajar como todos los dí­as. Bajó de su cerro en Valparaí­so y se encontró con compañeros que le contaron que “se habí­a armado el lí­o en Santiagoˮ, que no habí­a que ir a las fábricas. Decidió ir. Abelardo no deja de agradecer. Luis es más callado. Contaba que el dí­a del golpe fue a trabajar y se encontró su fábrica ocupada por militares. Carlos habló último. Y alimentó nuestra convicción. Los vecinos agradecieron la presencia de estos testigos de la historia. Ellos agradecí­an que se los haya tenido en cuenta para la actividad, que no es la primera, ya que trabajan por la comunidad en Uniones Vecinales, Centros de Jubilados y en otras jornadas solidarias. Se nota la emoción que les corre dentro. Por eso la pregunta inicial: ¿Quién se beneficia con las Jornadas Solidarias? Porque quienes las organizan salen llenos de escuchar vivencias, recibir muestras de cariño y agradecimientos de quienes son los beneficiarios. Parecerí­a ser que ambas partes ganan. La Patria es el Otro no es un slogan. Es una verdad.  [gallery columns="4" link="file" ids="34021,34024,34026,34028,34030,34031,34033"]  
Imágenes