Política

Re cambio turí­stico

La obstinación del gobierno por mostrar cualquier resultado positivo en materia económica lo ha llevado a construir un relato optimista respecto del movimiento turí­stico, tomando como parámetro el verano anterior sin aclarar que se trató de la peor temporada en 10 años.
por La Cámpora
31 ene 2017
"Estamos con la ocupación hotelera 2 puntos por encima de la del año pasado", acuerdan los funcionarios nacionales, provinciales y municipales que analizan las estadí­sticas de turismo en la Costa Atlántica bonaerense, mostrándose optimistas y asegurando que esperan "lo mejor" para el mes de febrero. Sin embargo, lo que no mencionan los responsables de las áreas turí­sticas es que la temporada que utilizan para comparar los números actuales son los de la peor temporada en 10 años, el verano de 2016. Aún así­, los datos del movimiento de vehí­culos en los peajes de la Autoví­a 2 brindados por la empresa provincial que maneja las autopistas (AUBASA), arrojan un número apenas inferior al registrado entre el 1 y el 29 de enero de 2016: Durante el mismo perí­odo del año pasado, por esa misma estación de peaje habí­an pasado 1.098.147 vehí­culos, es decir apenas 476 más que en 2017. Es decir que en lo que se refiere a vehí­culos que viajaron a la costa bonaerense, la temporada ha sido inclusive peor que la del año pasado. "El consumo en la costa argentina se hace a cuenta gotas. La gente no sale a comer y mucho menos gasta en regalos. Capaz se fija un poco más en la calidad del hospedaje. Pero los turistas se están arreglando con lo que pueden. Tratan de pasar el mediodí­a con comidas rápidas en la playa para gastar menos. Son conductas tí­picas de familias que están en plan de ahorrar o mejor dicho llegar a fin de mes sin la soga al cuello", reconoció a Página/12 Vicente Lourenzo, de Came, entidad que agrupa a medianos comerciantes. Al poco consumo, se le suma la baja llegada de turistas: En Mar del Plata el 48 por ciento de las habitaciones quedaron sin ocupar el fin de semana de navidad, el 30 por ciento en Año Nuevo y más de 40 por ciento en la primera quincena de enero. El resto de las ciudades costeras anotó niveles similares. Ese es el perí­odo fuerte de la temporada. Asimismo, en otras partes del paí­s los primeros números que arroja el mes de enero tampoco son los mejores: El presidente de la Cámara Entrerriana de Turismo, Sebastián Bel, calificó lo que va de esta temporada estival como "irregular", explicando que " algunos destinos trabajaron muy bien, y otros no tanto". Por su parte, el presidente del Instituto Mixto de Turismo de Tandil, Alejandro Bonadeo, calificó a enero como "un mes muy errático, muy variable, al principio con mucha afluencia de turismo, después como que se tranquilizó". Si bien todaví­a no hay datos oficiales de otras plazas turí­sticas importantes como la zona centro, la Patagonia o el norte del paí­s, nada hace prever que las cosas cambien en esos destinos. ¿Dónde están las causas del declive? La mayorí­a de los agentes de viajes y los empresarios hoteleros coinciden en que la inflación anual del 42 por ciento en 2016 y la falta de medidas que alienten el consumo, conspiraron contra las estadí­as prolongadas en las principales ciudades de la costa bonaerense. A esto, hay que sumarle también el atractivo cambiario que ofrecen las playas brasileñas, chilenas y uruguayas.
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