Política

Respeto, Verdad y Justicia. El Gobierno es responsable

El cuerpo de Santiago Maldonado fue encontrado el 17 de octubre, después de permanecer desaparecido durante 81 dí­as. Recién en ese momento, su familia pudo empezar el duelo por su muerte, mientras sufrí­a ataques y seguí­a desmintiendo a los grandes medios de comunicación y al Gobierno nacional, que seguí­an difundiendo información falsa.
por La Cámpora
30 oct 2017
Por Horacio Pietragalla El caso de Santiago fue utilizado polí­ticamente como pocas veces sucedió en nuestra democracia: su cuerpo fue encontrado unos dí­as antes de las elecciones, después de la identificación de sus hermanos en pocas horas el Juez Lleral difundió un informe preliminar de la autopsia, que no habí­a concluido aún. En ese informe se afirmaba que el cuerpo no presentaba signos de heridas de fuego o heridas punzantes. A votar en paz. " ¿Vieron que se ahogó solo?", es el mensaje, tal como se decí­a de Ezequiel Demonty. Caso cerrado y condenados dos policí­as federales a cadena perpetua, por obligarlo a nadar en el Riachuelo a la altura de Pompeya. Pero no hay paz. Y no hay caso cerrado. Hay más bien muchas preguntas sin respuesta: quién, cómo, cuándo, dónde, por qué lo asesinaron. La única certeza que tenemos hasta el momento es que la última vez que Santiago fue visto con vida, huí­a de una represión. Está demostrado que Gendarmerí­a entró de manera ilegal al Pu Lof haciendo uso de la fuerza, sin orden judicial, obligando a huir a miembros de la comunidad mapuche y a Santiago hasta las orillas del Rí­o Chubut. Desde ese momento no se supo nada de él, hasta que su cuerpo apareció sin vida, pocos dí­as antes de las elecciones, en un lugar que ya habí­a sido rastrillado en diversas oportunidades. La otra certeza que tenemos es que el Gobierno nacional mintió, ocultó, desvió la investigación. "No voy a tirar ningún gendarme por la ventana" o "yo me la banco", fueron algunas frases utilizadas por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. El gobierno de Cambiemos, en lugar de hacer lo posible para dilucidar el caso y acompañar integralmente a la familia, hizo todo lo contrario. Casi siguiendo un libreto escrito en otra época, mantuvo un discurso, amplificado por los grandes medios de comunicación, en el que acusó a los Maldonado, encubrió a los principales acusados, sembró hipótesis descabelladas acerca del paradero de Santiago y su pertenencia a una guerrilla financiada por el terrorismo internacional, y hasta que realizó un sacrificio personal en pos de la causa Mapuche. Santiago, ví­ctima de desaparición forzada en Democracia, no estaba en Europa, pero seguramente estaba en Chile. No estamos en dictadura, pero la democracia tal como la conocí­amos no existe más. Vivimos tiempos difí­ciles, en los que esos sectores de la sociedad que razonan con el "algo habrán hecho", latentes durante estos doce años, volvieron y están envalentonados. No estamos en dictadura, pero los grandes protagonistas de este nuevo tiempo, en el que el estado de derecho se retira cada dí­a un poco más, son exactamente los mismos: grandes grupos económicos que se benefician con un modelo económico que deja afuera a las mayorí­as, fuerzas de seguridad que incrementan paulatinamente el nivel de represión, medios de comunicación que silencian, mienten, justifican, encubren, y un sector de la población que mira para otro lado. Pero nosotros, guiados por el ejemplo de muchas mujeres maravillosas nuestras Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, seguiremos gritando bien fuerte: EL GOBIERNO ES RESPONSABLE! RESPETO VERDAD Y JUSTICIA !
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