Política

Seamos millones para que sea ley

En la reunión plenaria de comisiones, el dictamen con modificaciones para legalizar el aborto no reunió las firmas necesarias para evacuar toda duda sobre su tratamiento el próximo 8 de agosto en el Senado. Ese dí­a se definirá si se vota el proyecto original que cuenta con media sanción proveniente de la cámara de Diputados o la opción con algunas variantes.
por La Cámpora
2 ago 2018
Luego de un mes de debate en audiencias de las comisiones de Salud, Justicia y Asuntos Penales y Asuntos Constitucionales, donde se pudieron escuchar argumentos a favor y en contra del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo; la Cámara de Senadores de la Nación no pudo definir qué proyecto se tratará la semana próxima en el recinto. Las opciones son dos y depende de la interpretación que se haga del reglamento. Ante este panorama, la definición nuevamente será en la calle. De poco sirve el frí­o “poroteoˮ que no hace más que confirmarnos lo pareja de la votación. Lo único que puede mover el amperí­metro es nuestra presencia, como siempre y más que nunca, poniendo el cuerpo para quedar en la historia y así­ lograr sancionar una ley que amplí­e derechos para las mayorí­as en un contexto de implementación de polí­ticas neoliberales. La fuerza de las mujeres viene arrasando. Somos nosotras las que conseguimos en un momento de enormes retrocesos, poner en discusión nuestro derecho a la salud, a la vida, a la soberaní­a de nuestros cuerpos y a la equidad en el goce de nuestra sexualidad. Es desde nuestro colectivo, con una amplia participación popular y una construcción transversal y plural, que estamos intentando avanzar en una deuda que la democracia tiene con nosotras: con las mujeres y personas gestantes. Sin la convicción de nuestra conductora Cristina Fernández de Kirchner, quien jamás ha dado la espalda a la ampliación de derechos, no podrí­amos hoy estar acercándonos a los paí­ses desarrollados que lograron reducir las tasas de mortalidad materna a partir de la legalización del aborto. El Bloque FPV-PJ, es el único que desde el primer dí­a que el proyecto ingresó al Senado, anticipó su voto unánime en favor de esta conquista, como ningún otro bloque lo ha hecho. Y esto hay que decirlo y remarcarlo: es una decisión polí­tica de quien lo conduce. Es importante conocer algunas de las modificaciones que podrí­an incorporarse al texto de la media sanción proveniente de la Cámara de Diputados.  Contemplan la reducción del plazo de 14 a 12 semanas de gestación para realizar una interrupción voluntaria; la incorporación de la objeción de conciencia institucional para clí­nicas del sector privado que registren ideario religioso en su estatuto; quitar la penalización a médicos/as que se nieguen a realizar la interrupción del embarazo; a la par que se acuerda el plazo máximo de 60 dí­as para que las unidades sanitarias adecuen sus recursos para hacer frente a la nueva legislación. Así­ mismo, se indica que se destinará una partida presupuestaria especí­fica por parte del Estado Nacional para que las instituciones públicas de salud y las obras sociales sindicales puedan cubrir la práctica. En este sentido, si se debatiera el proyecto con modificaciones, el cual al dí­a de la fecha cuenta con un mayor consenso dentro del Senado, deberá volver a la Cámara de Diputados para ser aprobado definitivamente; donde a su vez puede insistirse sobre el proyecto original si se contara con la cantidad de votos suficientes. Por el contrario, en caso que se votara directamente el proyecto que cuenta con media sanción, éste de todos modos podrí­a ser modificado en particular luego de su aprobación en general. Es decir, una vez que se vote el proyecto en general de la legalización del aborto, se pueden ir incorporando en la votación en particular las modificaciones punto por punto. Será en las calles, en las barriadas y en las inmediaciones del Congreso; que podremos hacerles saber a nuestras legisladoras y legisladores que ahora es cuando, que ya no podemos tolerar más dilaciones, que los abortos se practican, que son legales y seguros o clandestinos y peligrosos, que el debate en la sociedad ya está saldado y que hay un solo grito que nos hermana: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir. Si somos millones, será ley.
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