Sin secundaria no hay futuro
Desde hace ya varios días, muchos colegios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fueron tomados por sus estudiantes, quienes exigen poner un freno a la reforma educativa que se intenta aplicar desde el Ministerio de Educación de la Ciudad, y reclaman una inmediata emergencia en materia de Género, que dé respuesta a los ya incontables casos de violencia, tanto dentro como fuera de los establecimientos educativos.
por
La Cámpora
9 sep 2017
Es inconmensurable la variedad de proyectos y las políticas que el macrismo desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que conduce hace casi diez años, ha intentado (y en muchos casos logrado) aplicar en el ámbito de la Educación Pública del distrito. Han pasado por el Ministerio de Educación las más remotas ideas; desde los recortes de currículas y presupuesto, hasta la tristemente célebre línea telefónica para denunciar actividad política dentro de las escuelas. Con distintos matices, formas de comunicarlas, rapidez de aplicación y respuestas frente a los reclamos, las medidas tienen una sola cosa en común: su contribución a un modelo de educación para pocxs.
La nueva reforma que dio a difundir hace pocos meses la Ministra de Educación, Soledad Acuña, no hace más que reafirmar la inquebrantable vocación de Cambiemos de utilizar la monstruosa maquinaria de poder concentrado que tiene a su favor, para gobernar en desmedro de las grandes mayorías. El Proyecto que han dado a conocer como “Secundaria del Futuroˮ, no solamente deja baches y cosas para repudiar, sino que también refleja el cinismo con que se maneja la coalición que gobierna el país y sus dos distritos más importantes.
Plantean una educación tecnológica y ultramoderna, donde el setenta por ciento de las horas de cursada serán de forma virtual desde las respectivas casas de lxs alumnxs, cuando se han esforzado por desmantelar programas como el Conectar Igualdad, impidiendo así que miles de estudiantes tengan acceso a una computadora o a Internet. Este ejemplo entre tantos otros da cuenta de la inviabilidad de esta transformación.
Pareciera ser que el proyecto es inviable por muchas cosas, una de ellas es la herencia recibida por la Ministra a la hora de asumir sus funciones en diciembre de 2015: ocho años de una administración paupérrima, encabezada por tres simbólicos personajes: Mariano Narodowski, acusado de espiar ilegalmente a la ciudadanía, Abel Posse un opositor a los juicios a los genocidas y embajador en la última dictadura cívico-militar, que tuvo un paso de once días por el Ministerio hasta que fue obligado a renunciar por el repudio generalizado, y Esteban Bullrich el impulsor de una segunda campaña del desierto, quien festejase el aprisionamiento de unx pibx por día y se auto caracterizara como un Gerente de Recursos Humanos en vez de Ministro de Educación de la Nación.
Resulta indispensable abordar el problema en su totalidad. El reclamo con perspectiva de soluciones concretas en lo que concierne a zonas liberadas que legitiman el accionar de redes de tratas en las inmediaciones de los colegios, los frecuentes abusos de profesores y alumnos a compañeras y una formación en materia de género que no existe como tal, se encuadra en un marco en el que el Gobierno de la Capital Federal lleva años sin aplicar la Ley de Educación Sexual Integral, motivo quizá por el cual el ya mencionado ex Ministro de la Ciudad y actual candidato a senador del gobierno en la Provincia de Buenos Aires, haya cometido el pequeño error de caracterizar al aborto como un femicidio.
Hay un reclamo concreto dentro del movimiento estudiantil secundario, que se movilizó al Ministerio de Educación de la Ciudad el pasado miércoles con más de tres mil estudiantes en las calles, y radica en denunciar el trabajo precario que esta reforma quiere venir a imponer, donde lxs estudiantes de quinto año deberán dedicar la mitad de su tiempo de clases a trabajar para empresas privadas sin remuneración ni precisiones sobre las condiciones en las que se llevarán a cabo las tareas. Es decir, que en un contexto en que el consumo cae, las PyMES atraviesan una crisis fruto de las políticas económicas de ajuste y desregulación, el desempleo crece y el poder adquisitivo desciende mes a mes, se propone generar mano de obra gratuita para las empresas con menores de edad, quienes sin quererlo estarán presionando a quienes tengan mayor experiencia a aceptar peores condiciones de empleo bajo la ferviente amenaza de tener una fila de estudiantes en la puerta de la fábrica.
Lo que hay detrás de “Secundaria del futuroˮ no es más que otra muestra del Gobierno de Cambiemos de seguir profundizando un modelo de ajuste, donde pretenden utilizar a lxs pibxs para enfrentar al pueblo contra el pueblo, a lxs estudiantes contra lxs trabajadorxs, contribuir a la flexibilización laboral y que se deje de discutir paritarias. “Secundaria del Futuroˮ no es más que todo lo expuesto, que tiene una síntesis muy clarita, y lleva el nombre del entreguismo, de la exclusión y la explotación.
En cada escuela, donde crece la organización en los estudiantes y en los docentes para enfrentar al macrismo, existen variedad de ideologías, opiniones y posturas. Pero siempre prima la unidad, porque la Educación del pueblo no se vende, y sin secundaria no hay futuro.
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