También hay que dar todo afuera de la cancha
Como era de esperarse, la administración deportiva en el país fue lamentable durante los últimos 4 años. El macrismo no sólo no invirtió en infraestructura deportiva, programas de deporte social o planes de alto rendimiento; sino todo lo contrario, asfixió tarifariamente a los clubes de barrio, desfinanció planes de formación de atletas y dirigentes, intentó gerenciar áreas de gestión sin un proyecto inclusivo y (prohibido olvidar) la degradación política al área que más personas incluye en todos los ámbitos de la sociedad; sin olvidar el nefasto intento de vender la sede del CENARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo).
por
La Cámpora
5 jun 2020
*Por Helio Perviú
Como en todos los sectores de la sociedad, el proyecto neo-liberal causó estragos de los que nos costará bastante recuperarnos. Pero no debemos perder el foco en lo importante, EL PRESENTE. Cientos de chicos hoy son aquejados por un nuevo mal que les impide tener la contención social y la presencia de valores colectivos, por no poder asistir a sus clubes por esta pandemia.
Ahora bien, ¿Qué hacemos? Básicamente RECONSTRUIR, pero reflexionando al respecto. Los clubes (en todas sus dimensiones) han vuelto a estar en boca de todos y todas, por las acciones solidarias que han llevado adelante. La construcción de centros de contención para personas en situación de calle, organización de ollas populares para barriadas vulnerables, construcción de hospitales de campaña en clubes céntricos y federaciones, etc.
Como si fuese un nuevo ajuste, el COVID puso en jaque nuevamente la subsistencia de estas entidades deportivas; y a nosotros nos ha condicionado las acciones políticas, nuestras posibilidades de organización tradicionales, y con ello también nuestras formas de planificar la militancia.
¿Pero qué pasa si invertimos el orden de los factores? ¿Y si cambiamos de perspectiva? Hoy en día, por ser un centro de referencia popular, los Clubes han vuelto a mutar a lo que originalmente eran, más allá de lo netamente deportivo y anexos. Lo social y solidario de base, ha vuelto a decir presente y esto nos empuja, junto con las acciones tomadas por el Ministerio y la Secretaría de Deportes a ponernos “la 10ˮ (o la cinta de capitán), y entender que es hora de hacer algo más que pagar la cuota, o ver una disciplina.
VOLVER A LOS CLUBES ES VOLVER A RECONSTRUIR EL TEJIDO SOCIAL, nuestra función debe ser organizar a la comunidad y esta puede ser la oportunidad histórica que por destino se nos ha abierto para volver a las bases, entender que “DEPORTEˮ no es sólo patear una pelota o aprender reglas de juego.
En esta nueva coyuntura, “DEPORTEˮ será revalorizar esos espacios y resignificarlos desde lo político, para cumplir el objetivo así de volver mejores. Es este el momento donde nos tenemos que poner la camiseta, la del Diego, la de “Luchaˮ Aymar, la de Messi, la de Baninni, la de Alberto, Néstor y Cristina; y entender que si nos salvamos entre todxs, no puede haber “yoˮ en un equipo; y que cuando la cuarentena finalice no abandonar ese punto neurálgico, y seguir profundizando; hasta lograr darle entonces otro argumento político al “grito de golˮ.
*Diputado Provincial. Responsable de La Cámpora en Mendoza. Socio Pleno del Club Sportivo Independiente Rivadavia.