La compañera presidenta Cristina Fernández reconoció que "haber evitado una guerra fue un logro del Papa Juan Pablo II y el cardenal Antonio Samoré" al recordar en el Vaticano el 25º aniversario de la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile tras el conflicto por el canal de Beagle y sostuvo que, de haber existido, "la guerra con Chile hubiese sido una tragedia irreparable".
En su discurso en la Casina Pío IV del Vaticano, donde se recordaron las negociaciones del Papa Juan Pablo II en el conflicto por el Beagle, la Jefa de Estado destacó a Samoré, "cuyo nombre lleva una plaza en Río Gallegos colocado por el ex intendente Néstor Kirchner".
Y refirió que "en una etapa de convulsión mundial y de enfrentamiento interreligioso, está el valor de exhibir al Vaticano y, como buen mediador, a Juan Pablo II y al cardenal Samoré". "Si se entraba en la guerra hubiese sido una tragedia irreparable", afirmó la mandataria, quien también expresó su "profunda emoción y sentimiento" tras su encuentro con el Papa Benedicto XVI, y además remarcó que "hay que valorar la cuestión de vivir en la tranquilidad".
Según Cristina Fernández "una guerra hubiera signado por décadas" el futuro de ambos países, y agregó que "sino, veamos las situaciones que todavía persisten en la región". Por otra parte la mandataria se preguntó " ¿Qué es un mediador?", y contestó que "es alguien que no esté ni de un lado ni del otro, está por la paz?. Por último agradeció "la misión de Juan Pablo II y del cardenal Samoré, quienes fueron un verdadero testimonio de convicción de paz".
Por su parte, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, expresó su "alegría y la de todo el pueblo chileno por este encuentro extraordinario que tuvimos con el papa Benedicto XVI".