Un decreto, menos federalismo, más concentración de recursos
Hace una semana atrás nos pidieron a las fuerzas políticas con representación en la Legislatura Bonaerense que endeudáramos a la provincia por 60 mil millones de pesos porque supuestamente es uno de los distritos con mayores problemas económicos. Ahora Macri le otorga 16 mil millones de pesos al territorio más rico del país, que goza de todos los beneficios de ser la capital política y administrativa de la Nación. Es decir, mandan a endeudar a las provincias, con las consecuencias negativas que eso trae para las futuras generaciones, mientras concentran recursos en la ciudad que gobernó por ocho años el actual Presidente.
Vale la pena recordar lo que dijimos en reiteradas oportunidades en la pasada campaña electoral: durante su gestión al frente de la Ciudad de Buenos Aires Macri cuadriplicó la deuda en dólares del gobierno porteño. Y este año, justamente, la ciudad tiene que cancelar 700 millones con sus acreedores. Es así que el gobierno macrista hace federalismo al revés: le hace pagar la deuda externa de la ciudad a todos los argentinos.
Un punto para nada menor de esta medida es que Macri vuelve a modificar una Ley a través de un decreto. El antecedente más notorio fue la modificación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. En este caso se meten con la Ley de Coparticipación Federal de Impuestos. Este es el Federalismo con el que se llenaron la boca durante todos estos años y en especial durante la campaña presidencial. Este acto constituye un nuevo atropello al verdadero federalismo como lo fue la derogación del decreto que disponía la devolución del 15% de la coparticipación a todas las provincias a partir de un fallo de la Corte Suprema. A esta altura, más que un atropello parece una provocación.
Un dato muy importante que quiero remarcar es que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires financia su presupuesto en un 88% con recursos propios, dado su envergadura económica y en parte gracias al aporte de millones de bonaerenes que trabajan, producen, consumen e invierten en la ciudad todos los días. Mientras que las finanzas públicas, el progreso económico y el sostenimiento de los servicios de las provincias más pobres de nuestro país dependen en gran parte de los fondos coparticipables. Esta medida no hace más que profundizar la desigualdad geográfica que padece la Argentina y que con tanto esfuerzo habíamos empezado a equilibrar en los últimos años.
Otro punto sobre el que hay que hacer foco es la omisión del artículo 75 de la Constitución Nacional en su inciso 2. Allí, la Carta Magna estipula con claridad que “La ley convenio (Coparticipación) tendrá como Cámara de origen el Senado y deberá ser sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, no podrá ser modificada unilateralmente ni reglamentada y será aprobada por las provinciasˮ. Repito lo que dice el texto: no podrá ser modificada unilateralmente. Una violación sin más de la Constitución Nacional, como ya hicieron con la designación por decreto de jueces de la Corte Suprema.
Así, nos tiran por la cabeza a los 42 millones de argentinos una nueva medida ilegal, anticonstitucional y profundamente desigual.
En resumen, con esta nueva medida de Macri hace una transferencia brutal de recursos en favor del distrito más rico del país y en detrimento de las 23 provincias argentinas. La distribución de la coparticipación, es decir los recursos de todas las provincias que recauda el Poder Ejecutivo Nacional, debe ser discutida en el Congreso Nacional, institución en la que está representado todo el pueblo y todas las provincias. Por esa razón volvemos a exigir el llamado a sesiones extraordinarias para tratar este y otros temas pendientes. Que Macri respete los poderes de la República y deje de saltear el parlamento.