Política

Un fantasma cariñoso

por La Cámpora
13 sep 2013
Es sabido que los estudiosos de las ciencias sociales, comprometidos con el pp-casper (1)pensamiento crí­tico y revolucionario, le otorgan una gran importancia a las traducciones de los textos clásicos. Las diferentes interpretaciones que dos traducciones de un mismo texto pueden dar lugar, han llegado a generar, en algunos casos, conflictos polí­ticos de cierta gravedad en el campo de la izquierda. Quizás el caso más extraño de estas ramificaciones lo haya causado una reciente y polémica traducción del Manifiesto Comunista, hallado en una polvorienta y olvidada biblioteca de cierta Facultad de la Universidad de Buenos Aires. “Una  moda  recorre Europa: la  moda  del comunismo. Todas las potencias de la vieja Europa se han unido en Santa Jaurí­a para  defender  a ese fantasma: el Papa y el Zar, Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes alemanesˮ. Los debates sobre este hallazgo no tardaron en multiplicarse por los pasillos de Puán y de Sociales hasta que un grupo de militantes del trotskismo decidieron crear una nueva escisión y aplicar en Argentina la teorí­a revolucionaria europea a partir de esta curiosa traducción. Adviértase cómo la confusión generada por dos simples errores al momento de traducir del alemán al castellano el texto de Marx y Engels, derivó en el siguiente Manifiesto. “Una moda recorre la UBA: la moda del trotskismo. Todas las potencias de la vieja Argentina se han unido en Santa Alianza para defender a esa moda: Clarí­n y La Nación, Magnetto y la Sarlo, los radicales franjosos y los polizontes de Grondonaˮ. Inmediatamente, desde las usinas proletarias de INFOBAE, un periodista camuflado de liberal conservador pero en realidad es una célula dormida revolucionaria, publicó un interesante análisis del avance del Partido Obrero en las últimas elecciones:  “La moda trotskista eclipsa al marketing del Nestornautaˮ. A partir de este nuevo fenómeno, las otras ramas de la izquierda revolucionaria, obviamente opositoras al régimen bonaparniponazifascikirchnerista, fueron comprendiendo que no hace falta que los poderosos estén en contra de la revolución. Todo lo contrario. Si hasta el camarada Sturzenegger, otra célula dormida que le tocó por orden de la comandancia hacerse amigote de Cavallo en los noventa y ahora candidato de Macri, se sumó a la “modaˮ y  dijo el otro dí­a que con tal de que Aerolí­neas Argentinas no sea estatal, que pase a mano de los obreros.