Política

Un fantasma recorrió Europa

Con miras a seguir con su polí­tica de apertura económica y liberalización comercial, a contramano de lo que propone hoy un mundo cada vez más proteccionista, el Presidente Mauricio Macri cumplió una gira por Europa, que lo llevó a Rusia, Francia y Suiza, en donde se reunió entre otros con el Presidente Vladimir Putin y Emmanuel Macron, y participó del foro de Davos donde volvió a posar para las fotos con representantes del establishment económico y financiero internacional.
por La Cámpora
31 ene 2018
La visita relámpago por Rusia confirma que Macri continúa con la relación con Rusia, no por decisión propia, sino por necesidad. Al igual que China, es uno de los pocos paí­ses dispuestos a invertir sin importar quien gobierne. Muchos de los acuerdos comunicados son continuidad de lo acordado en 2015 en el gobierno de Cristina, como el emplazamiento de una estación terrestre del sistema ruso de navegación satelital global Glonass o la construcción de las centrales nucleares. Pero hay anuncios que son claramente para la tribuna, meros “pajaritos en el aireˮ. La inversión ferroviaria de 250 millones de euros anunciada por Sinara-Máquinas de Transporte serí­a en la Provincia de Buenos Aires, dónde se acaba de cerrar la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario bonaerense, Ferrobaires. El presidente Putin ofreció vendernos motores de cohete, justo cuando CAMBIEMOS congela el plan espacial y el desarrollo del vector espacial Tronador II. Tal vez el más extraño es el memorando de entendimiento para la exploración y explotación de uranio entre el gobierno, Uranium One Group y UrAmerica Argentina S.A., sin participación de la Provincia de Chubut - la poseedora del recurso natural según la Constitución Nacional. En Davos, frente al establishment económico mundial, Macri le insistió a los empresarios sobre las ventajas de invertir en Argentina, pero volvió a la Argentina, sin ningún acuerdo que nos acerque al menos un poco a la tan mentada “lluvia de inversionesˮ. Trató de vender al mundo una imagen de éxito de la apertura comercial, como si los grandes inversores del mundo no conocieran el déficit en la balanza comercial argentina. La gira finalizó en Francia, dónde Macri volvió a insistir para concretar el acuerdo MERCOSUR-UE. El mismo que pese a las concesiones impulsadas por Macri, volvió a fracasar el pasado diciembre y se encuentra estancado. Con frases con una mirada antropológica de mediopelo al estilo "la mayorí­a de los inmigrantes de nuestros paí­ses vienen de Europa. Este acuerdo nos permitirí­a dar un salto en la afinidad culturalˮ. Pero para Francia no importa cuánto se abra el mercado sudamericano, sino seguir protegiendo el trabajo de los ganaderos franceses. Un fantasma recorrió Europa. Y volvió con las manos vací­as.
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