Política

Un hí­per tarifazo en capí­tulos

por La Cámpora
27 ene 2016
El Gobierno de Mauricio Macri comenzó a aplicar un profundo ajuste sobre la población, a partir del aumento del precio de la energí­a en un 350 por ciento. Así­ quedó establecido hoy a partir de la publicación en el Boletí­n Oficial de una resolución del ministro de Energí­a, Juan José Aranguren. El tarifazo esconde dos trampas: la primera es que este ajuste tendrá vigencia hasta mayo, por lo que es de prever un nuevo impuestazo. La segunda trampa es que el incremento corresponde al sector mayorista de generación de energí­a, sin contemplar al sector del transporte y distribución (Edesur y Edenor). Ergo, el ajuste final será muchí­simo mayor. La precisión del aumento de luz se conocerá recién cuando el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (Enre) publique el nuevo cuadro tarifario. “Ante el desfasaje existente entre los costos reales y los precios vigentes y considerando las posibilidades de pago de los usuarios y la conveniencia de prevenir un impacto negativo en la economí­a nacional, resulta necesario sancionar un precio estacional único a nivel nacional para el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) todaví­a sensiblemente menor al costo real de abastecimiento del sistemaˮ, puede leerse en la resolución 6 de Energí­a. Es decir, el propio texto de la resolución reconoce que vendrán más aumentos. El macrismo pretende esconder el ajuste bajo el argumento del atraso tarifario para las empresas del sector, que dicho sea de paso, no han dejado de ganar dinero en el paí­s. La polí­tica de Macri durante sus primeros meses de gestión ha sido incrementar la tasa de rentabilidad de sus principales aliados, los sectores concentrados de la economí­a. Un argumento que se escamotea bastante en los medios de comunicación hegemónicos es el rol de los subsidios como re distribuidores de salario indirecto. El debate de si las transferencias directas de recursos deben ir hacia las empresas o los consumidores es legí­timo. De hecho, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner buscó iniciar el camino de subsidiar la demanda, y ante el primer cambio, los medios hegemónicos y la oposición de entonces no dudaron en boicotear la medida. Los subsidios son también salario indirecto, que beneficia a la clase media. La otra curiosidad de esta medida es que el macrismo le reconoce a las empresas un supuesto atraso tarifario. Pero en el marco de la emergencia decretada, todaví­a el Gobierno no tuvo tiempo de revisar si dichas compañí­as cumplieron con las inversiones comprometidas en sus contratos. Es decir, primero les recomponen sus ganancias, y luego, si es que les queda tiempo, revisarán si dichas sociedades cumplieron sus contratos. En realidad, como las reglas de juego ahora son impuestas por las empresas, poco es el control real que ejercerá el Ejecutivo.
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