Política

Un salario marginal más que mí­nimo

El Gobierno Nacional fijó el salario mí­nimo, vital y móvil de forma unilateral ante la falta de acuerdo entre los sectores empresariales y los representantes de los trabajadores. El laudo gubernamental estuvo en sintoní­a con el techo exigido por las patronales.
por La Cámpora
28 jun 2017
La discusión del Consejo del salario mí­nimo, vital y móvil terminó como empezó: plagada de escándalos. El Poder Ejecutivo decidió excluir de la instancia a los representantes de la economí­a social a pesar de que debí­an formar parte del debate a partir de la aprobación de la ley de “emergencia socialˮ. En la contracara, la voz patronal estuvo representada por las grandes empresas con poco lugar para las PYMES que vienen advirtiendo que el problema no son los costos laborales, sino las polí­ticas del gobierno. Los sectores sindicales exigí­an una elevación del salario mí­nimo, vital y móvil (SMVM) a $15.000. Los empresarios aceptaban un aumento del 21% del actual que está en los $8.060 que lo elevarí­a a $9.753. El Ejecutivo resolvió a favor de los empresarios estableciendo un aumento en cuotas del 24%. Con el nuevo esquema, el SMVM subirá a $8.600 en julio, a $9.500 en enero de 2018 y a $10.000 en julio de 2018 cuando se termine de cristalizar el 24%. La pérdida de poder adquisitivo promedio del 10% en 2016, aunque en los sectores informales y más vulnerables fue mayor, más la inflación proyectada del 25% para 2017 provoca que los cierres paritarios por debajo de la suba de precios estimada agudizarán la caí­da del salario real. Hay otro elemento que no puede ser ajeno a esta discusión: el INDEC, los institutos de medición privados y los de las distintas jurisdicciones calculan que se necesitan alrededor de $14.000 mensuales para cubrir la canasta básica, para subsistir. Fijar el SMVM en $10.000 dentro de un año donde seguirán subiendo los precios es condenar a cientos de argentinos a la pobreza. Se profundizan los despidos y las suspensiones sobre todo en el sector industrial, el dólar está batiendo récords históricos que repercuten de lleno en los precios, están estudiando un nuevo aumento de la nafta sumado a los tarifazos en los servicios públicos mientras endeudan a tres generaciones de argentinos con un bono leonino a cien años. En estas circunstancias ya no sólo siguen desmantelando el consumo y el mercado interno, sino que están haciendo de la Argentina una verdadera fábrica de pobres.
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