Militancia

USO DE LOCALES DE LA CAMPORA PARA VACUNACIÓN

“El odio ciega” es una vieja frase pero cuando alguien piense el porqué de ella, no tiene más que observar la tapa de Clarín y la nota que publican ayer (sábado) para encontrar la respuesta al origen de aquella definición. Sí, el odio ciega.
por La Cámpora
31 ene 2021
Elegimos el mismo título de la nota porque cuando se lee y se relee, y mucho más si lo hacemos en voz alta, no quedan dudas de tamaño disparate. A ver: hagamos la prueba, leamos en voz alta varias veces el título. ¿Ya lo hicieron? Una vez más. ¿Vieron? La animosidad no es nueva, ya sabemos. A esta altura, una de las condiciones más grandes que debe imponer el monstruo mediático para trabajar en él debe ser escribir este tipo de notas. Basta quizás con ser anti peronista, denostar a CFK o aseverar que se vacuna en “locales de La Cámpora” para conseguir trabajo en el ex gran diario argentino. Lo cierto es que no se vacuna en locales de La Cámpora, se organiza a las vecinas o a los vecinos, se milita, se debate, se discute y se comparte, pero no, no se vacuna. Se dan clases de apoyo, pero no se vacuna, se prepara una jornada solidaria, pero no se vacuna. Se abraza la Patria que soñamos, pero no se vacuna. Se resiste al macrismo, al poder mediático y judicial, pero no se vacuna. Lo que miles de compañeras y compañeros están haciendo y lo seguirán haciendo es informar cómo deben inscribirse les vecines de la Provincia de Buenos Aires para, al momento que se disponga de las vacunas, poder hacerlo de la manera más rápida y eficiente. Para que retomar la escuela de manera presencial no signifique un riesgo para nadie, para poder ir a trabajar sin temor al contagio, para poder ir a practicar deportes como hicimos siempre, para salir a bailar, para poder ver nuestros rostros, nuestras sonrisas sin que nada las tape. Para poder salir, para abrazar a nuestras abuelas y abuelos. Los grandes medios de comunicación, a raíz de no asumir su derrota, que fue la derrota de Mauricio Macri a fines del 2019, tratan a como dé lugar de sumir en el desconcierto, en el miedo y en el enojo a la mayor parte posible de la sociedad para poder satisfacer sus necesidades económicas y políticas. Estimulan de manera irracional el agobio que causa en todos y todas las restricciones sociales que impone la pandemia. Aprovechan las consecuencias económicas, que se ven a nivel mundial, para sacar el mayor rédito posible en nuestra Patria. Tal es así que aumentan las tarifas de internet, telefonía celular o televisión por cable, sucios regalos del tan protegido Macri en sus medios, sin la autorización debida dado que son un servicio público. Actúan para y a partir de sus intereses. Bajo la fachada de la libertad de prensa, se quedan con todo. Dominan a radicales e integrantes del PRO. Si no dan la patita o hacen el muertito no aparecen en sus medios. Atemorizan a funcionarios y funcionarias que no están dispuestos a sentir el rigor mediático de tamaña corporación. Cuando no se les obedece, ni se les teme, ya sabemos: “se vacuna en locales de La Cámpora”. Pero a la luz de la persecución que instrumentaron junto a Mauricio Macri y la elite del poder judicial todo parece poco, aunque no lo sea. Militan en contra de las vacunas, mucho más si es de un país que no les gusta. Pero al mismo tiempo reclaman si se demora la llegada de éstas aunque estemos en medio de una guerra global por quedarse con las vacunas. Situación que llevó a la Unión Europea a un enfrentamiento inédito con los laboratorios. Militan contra el aislamiento o la cuarentena y soslayan que nos dio tiempo para mejorar un sistema sanitario destruido por el macrismo en el país y en particular en la provincia de Buenos Aires. Luego resaltan los obvios efectos adversos en la economía al mismo tiempo que se les llenan los ojos de lágrimas de cocodrilo cuando crecen los contagios y los muertos. Podríamos seguir largo rato describiendo conductas antagónicas entre sí que se producen en cuestión de minutos, como si se hablaran al espejo emulando aquel personaje de Taxi Driver. Pero hay que tener claro que vamos a seguir estimulando que la gente se inscriba para vacunarse. Que si no tienen los medios necesarios para hacerlo porque Cablevisión y Fibertel te arrancan la cabeza o el macrismo no entregó más computadoras ahondando la brecha digital, vamos a ayudar para que puedan estar inscriptos. No hay tapa ni nota que nos distraiga. Y a la clase política que busca prenderse de las mentiras y las migajas de éstas a cambio de miserables segundos de televisión, los invitamos a que hagan lo mismo que nosotras y nosotros. Salgan al sol, salgan a la calle, pongan una mesita, ayuden a organizar a nuestro pueblo que, en parte, también los votó. Para que podamos superar lo más rápido posible esta situación sanitaria que tanto dolor trajo y para volver a recrear la esperanza de un futuro mejor.     [gallery ids="89076,89075"]  
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