Los argentinos nos ganamos el derecho a celebrar los 31 años de democracia ininterrumpida y por eso vamos a la Plaza.No vamos a cualquier Plaza sino a la Plaza de las Madres y Abuelas. Y tampoco festejamos un aniversario por el simple hecho de que el calendario determine un nuevo número redondo desde aquel 10 de diciembre de 1983.
Vamos a bancar a la verdadera democracia, aquella que se construye todos los días y se profundiza con conciencia social, con participación y organización popular y con redistribución de la riqueza.
Vamos orgullosos a bancar a la democracia que recuperó a 116 nietos apropiados y condenó a 570 genocidas por delitos de lesa humanidad. Vamos a la Plaza con la certeza de que democracia es inclusión, trabajo y jubilación dignos, crecimiento colectivo material y espiritual.
Vamos con la frente alta porque esta democracia nos permite ejercer nuestra soberanía en forma plena, junto a todo al gran pueblo latinoamericano. Con humildad, solidaridad, firmeza y dignidad.
Vamos contentos porque tenemos memoria del pasado, responsabilidad con el presente y compromiso con el futuro. Por eso, también vamos sabiendo que muchos de los que se beneficiaron con la dictadura hoy fugan millones que son de todos los argentinos.
Vamos a bancar a la verdadera democracia. A la democracia que no se somete a las corporaciones ni a una banda de mafiosos que se escudan en su dinero e influencias para extorsionar al pueblo con mentiras mediáticas ni con sus caranchos judiciales.
Vamos porque nuestro pueblo hizo renacer con Néstor un proyecto nacional, popular y democrático y se organiza para seguir profundizándolo de la mano de Cristina.
Vamos a la Plaza porque venimos construyendo un país que recién empieza.
Vamos porque venimos.