Hoy por la mañana, la compañera Presidenta encabezó el acto de lanzamiento de un nuevo plan de políticas sociales, junto a la ministra de Acción Social, Alicia Kirchner, en el Salón Mujeres Argentinas del Bicentenario, en la Casa Rosada, donde estuvieron presentes el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández y otras autoridades: municipales, provinciales; Estela de Carlotto de Asociación Abuelas de Plaza de Mayo; organizaciones cooperativistas; el titular de la CGT; organizaciones sociales e invitados especiales.
El proyecto elaborado por el Ministerio de Desarrollo Social, contempla la creación masiva de cooperativas sociales en todo el país y prevé la apertura de más de 100 mil fuentes de trabajo, con una inversión de nueve mil millones de pesos y con la colaboración de las provincias y municipios para su implementación.
El "Plan de Ingreso Social con Trabajo" se pondrá en marcha en varias etapas, con una asignación de 1.500 millones de pesos para generar 100 mil nuevos trabajos cooperativistas en la primera etapa que comenzará a aplicarse en el conurbano bonaerense, en especial en "barrios, villas y aglomerados urbanos con alta vulnerabilidad social"; el Plan está dirigido sólo a desocupados e insistió en que está estructurado en la certeza de que "la pobreza no es un fenómeno individual sino social".
Además, la jefa de Estado agregó que la idea es "abrir luego nuevas etapas en distintas zonas geográficas del país que también tengan esta densidad de vulnerabilidad social" y aseguró que el Plan no sólo busca dar trabajo a personas en situación de vulnerabilidad social sino también "organizarlas socialmente".
Asimismo, la mandataria destacó que para dar transparencia a este programa, se requerirá la auditoría de la Universidad Tecnológica Nacional y especificó que cada trabajador, "será un monotributista y tendrá una tarjeta para ir a cobrar a una entidad crediticia", con el fin de que "no haya intermediarios".
Por otro lado, la Presidenta sostuvo que mediante esta política no solo se aborda la situación del trabajador integrante de la cooperativa sino también la de su familia, a partir de la intervención del Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Salud.
La Presidenta detalló las cifras asignadas a pensiones contributivas y no contributivas y aclaró: "No hablo de los dos millones de jubilados que se incorporaron a la ANSES y que forman la asistencia social directa".
También, Cristina Fernández aseguró que si el Congreso votara la creación de un ingreso universal por hijo menor de edad de 135 pesos mensuales, eso implicaría una erogación anual de 6.900 millones de pesos anuales, y si fuera de 250 pesos, implicaría una suma de 15.600 millones de pesos más.
"Independientemente de la discusión sobre si es más conveniente la asignación universal o las políticas focalizadas, lo primero que tenemos que saber antes de discutir es qué masa de recursos vamos a necesitar", planteó la Presidenta, que garanticen la continuidad de la aplicación de las políticas sociales vigentes.
Además, la Presidenta afirmó que "el problema en Argentina no es la pobreza sino la inequidad social", es decir "cómo se distribuye" la riqueza: "Siempre se busca hacer padrones de los pobres; alguna vez habría que hacer padrones de los ricos para saber cuál es la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen", sostuvo la jefa de Estado.
La presidenta Cristina aseguró que para determinar la dimensión de las asignaciones que piden grupos de diputados de la oposición primero hay que determinar cuál es el universo de destinatarios.
En ese sentido, Cristina Fernández de Kirchner señaló que "debemos identificar cómo podemos achicar la inequidad social" para "no terminar subsidiando a los que tienen y dejar de subsidiar a los que no tienen".
"Es cierto que cuanto más actividad económica exista habrá menos pobreza, pero la preocupación por la pobreza y la inequidad no puede ser espasmódica, debe ser consistente y coherente", sostuvo la jefa de Estado.
También declaró que si hay algo que tiene "vedado" el Poder Ejecutivo de Argentina "es abordar la cuestión tributaria". "Se puede proponer pero el que decide quién pone más y quién pone menos es el Poder Legislativo", señaló, al tiempo que destacó la "importancia de ver qué nivel de exenciones estamos teniendo en Argentina para ver de dónde pueden salir los recursos".
En otro orden, Cristina Fernández aseguró que "mientras exista un sólo pobre en Argentina, no estaremos viviendo en un país digno", por lo cual abogó por "discutir si realmente queremos acabar o por lo menos disminuir el flagelo de la pobreza".
"Aún con un modelo de creación de trabajo, de generación de empleo, necesitamos políticas más profundas para terminar con la inequidad social", aseveró la mandataria. Al respecto, afirmó que "América latina es el continente más inequitativo" y opinó que revertir esa situación "no significa sacarle a los ricos para darle a los pobres"."En la inequidad está la verdadera fábrica de pobres", remarcó Cristina Fernández.
El debate sobre temas estructurales fuertemente arraigados en nuestro país no sólo es dialéctico sino que, una vez más, el Gobierno con hechos concretos y recursos genuinos, no desde imaginarios ideales, implementa programas de inclusión social, cuyos titulares son los hombres y mujeres de los sectores más vulnerables y excluidos del país reivindicando el acceso al derecho humano básico del trabajo que dignifica la condición del sujeto social y político activo dentro de la comunidad.