De esta forma, militantes provenientes de 15 localidades de la provincia y pertenecientes a la organización política conducida por el compañero Máximo Kirchner, se convocaron para debatir en comisiones estratégicas y acciones a llevar a cabo de cara a la etapa que viene en los distintos municipios, pero también en la provincia y el país.
Conscientes de vivir una nueva etapa institucional y bajo el desafío de discutir el papel de la militancia como brazo ejecutor del modelo de país inclusivo e igualitario que nos enseñaron Néstor y Cristina, las distintas localidades chaqueñas se hicieron presentes en el marco de una jornada de mucho debate y discusión política sobre ejes esenciales que nuestra generación está llevando al hombro como el Feminismo y la discusión Ambiental.
Durante la apertura el responsable político de la provincia, Maximiliano Mántaras, dio la bienvenida a la militancia y recordó que "cada compañero y compañera cuando explotó la pandemia entendió que había un pueblo castigado y estaba en juego el morfi, salieron a organizarse, a solidarizarse, a armar ollas y merenderos. Eso habla bien de nuestra organización, porque quiere decir que hay un valor que es la piedra angular de todo lo que hacemos y es que rápidamente sin que nadie diga nada ante la adversidad proponemos una organización solidaria. El resto se labura, se organiza, se discute, se le pone más o menos énfasis, pero cuando el valor de la solidaridad está tan firme, da buenos augurios y uno también cree y siente que la organización va por buen camino".
Durante su intervención, Tato Giles enfatizó en que "hay que mirarle el corazón a la gente y saber qué están esperando. No quieren militantes dubitativos, quieren dirigentes políticos que digan qué clase de país queremos. De qué hablamos cuando hablamos de Federalismo, de matriz productiva de manera equitativa. No basta con declamar lo que pensamos día a día, nuestra generación está llamada a pensar más allá porque el principal liberalismo que debemos enfrentar es el que está enfrente, está agazapado y si nos descuidamos puede volver".
Por su parte, la compañera Lucila Masín dijo que "cada militante nos ha permitido plantear e identificar prioridades en base a las demandas que vamos encontrando en términos colectivos para la conformación de un todo. Esto no se trata de nombres propios ni de la construcción individual de cada quien, sino que se trata de poner en valor lo colectivo y que existan ejes centrales vinculados a la política. Hoy tenemos que contrarrestar tantos años de individualismo, miseria planificada, desguace del Estado y ahí cobra valor el poder encontrarnos, vernos y compartir una estrategia común".
A su turno, Rodrigo Ocampo señaló que "frente a tanta dispersión o tanta desarticulación política muy fuerte del territorio, frente a un grado de mayor letalidad sanitaria y económica, tenemos que tener una mirada muy seria de dónde estamos parados para saber qué hay que hacer porque hay una pandemia vieja y una pandemia nueva. La pandemia de la desigualdad y la pandemia del Covid 19. Lo que tenemos que hacer hacia adelante como compañeros y compañeras es empezar a encontrar la cura a muchos males que nos duelen como sanidades o recetas que podemos aplicar para empezar a enmendar algunas situaciones".
Por su parte, el responsable de Formación, Ramiro Gómez destacó que "los compañeros y compañeras que tenemos responsabilidades tenemos que tener, además de una gestión ejemplar, la tarea permanente de seguir compañeros y compañeras a la organización". Posteriormente dijo que "el rol de la militancia en la pandemia fue clave, porque sostuvo a la solidaridad como uno de los ejes centrales, en el trabajo por promover el cuidado, repensamos la organización en este contexto. Un elemento más se nos suma a la herramienta de discusión política, se amplía ese abanico de herramientas que tenemos para discutir, organizar, ponernos horizontes. Se van sumando derechos a nuestro abanico de luchas y el feminismo y el ambientalismo tienen mucho para dar testimonio".
La militancia organizada dio un largo debate respecto al Ambientalismo y la Justicia Social. En ese sentido, se hizo hincapié en que las problemáticas relacionadas a la defensa del medio ambiente tienen la salida común de la organización colectiva. El ambientalismo necesita imperiosamente nuestra perspectiva de Justicia Social, y el peronismo debe levantar sus banderas históricas para conducir los frentes de batalla. No se trata de partir desde la individualidad y concebirse como una persona ecológica, sino atacar el foco partiendo desde la contaminación de grandes empresas en el marco de un sistema capitalista que instala en la sociedad una industrialización constante donde lo único que importa es la rentabilidad y el margen de ganancias. Por otra parte, los y las militantes se pronunciaron en contra de que un bien natural como el agua cotice en la bolsa de Wall Street y pase a ser un bien jurídico rentable.
Otros de los ejes del plenario fueron los feminismos y la construcción política del feminismo popular. En esa línea, como organización política feminista, compañeras y compañeros definieron al Feminismo Popular como el conjunto acciones concretas donde se ensucian las manos y se pone el corazón, para desarmar prácticas y creencias que entendemos injustas. Además afianzaron que la meta es reconfigurar al movimiento de mujeres para dar discusiones, generar estrategias y avanzar y sumar tanto a jóvenes como a adultas mayores. La realidad hoy nos muestra tajantemente que son las mujeres y disidencias quienes más nos necesitan en los barrios y en situaciones vulnerables. Por lo tanto, como organización que cree profundamente en la política como herramienta de transformación, se hizo hincapié en la tarea de sumar a diversos sectores que componen el campo feminista, pero se encuentran apartadas de las discusiones centrales como las mujeres y las disidencias en contexto de ruralidad y comunidades indígenas. El feminismo Popular está de lado de los sectores que más padecen la discriminación, y la transformación de este movimiento es con Todas y Todes.