Repudiamos también la doble victimización que ejercieron el Poder Judicial y los medios de comunicación al divulgar información sobre un caso de violencia de género sin la decisión de la mujer involucrada. Vale más para ellos una operación mediática que la lucha por erradicar la violencia, al igual que para muchos que hoy se escandalizan por primera vez ante un hecho de violencia de género sin haber defendido jamás una sola política pública para sancionarla.
Nos duele y nos subleva que un ex presidente banalice y burle banderas, premisas y conquistas que llevamos adelante los feminismos durante estos años. Sabemos que lo personal es político: machismo que se expresó en la vida privada y en la pública. No podemos no remitirnos a la violencia ejercida por él mismo contra Cristina, así como contra mujeres de su entorno cercano a quienes responsabilizó por situaciones que se le cuestionaron públicamente a él.
Sostenemos nuestro compromiso inquebrantable con las mujeres y contra la violencia de género.