Política

Cordobazo: memoria y grito  histórico de libertad

El Cordobazo como protesta colectiva fue abordado por múltiples enfoques históricos y sociológicos. Este hito de mayo del 1969 se tornó tan transcendente  que se negó a morir y pasó de generación en generación dentro de la memoria colectiva de Córdoba y de todo el paí­s. ¿Por qué sigue vigente? En un mundo de inmediatez  y olvido, ¿Por qué se sigue hablando del Cordobazo y se lo conmemora como una batalla a la medida de las épicas luchas por la independencia?
por La Cámpora
29 may 2020
La respuesta tentativa a la primera pregunta con respecto a la vigencia del Cordobazo es que todaví­a hay explotación, asfixia económica-social  y desigualdades, acrecentadas en los últimos cuatro años del gobierno de Mauricio Macri. El movimiento obrero organizado con un sindicalismo peronista fuerte y una izquierda que acompañó y enriqueció el repertorio de acción, encabezó la protesta que era la lucha por defenderse de la injusticia. Dicho movimiento fue fruto de una larga marcha. La Resistencia, la democratización del poder, una izquierda más próxima que leí­a acertadamente las bases y una dirigencia peronista fuerte con desprendimiento de egoí­smos sectoriales, derivó en una “mesa de tres patasˮ: Atilio Lopez, Elpidio Torres y Agustí­n Tosco. El Golpe de Estado de Onganí­a, que mediante su ministro de economí­a Krieger Vasena intervino sindicatos, liberalizó exportaciones, fue contra las conquistas de los trabajadores y oprimió a la clase media, atizó el clima social siendo el congelamiento de sueldos con la quita del “sábado inglésˮ la gota que colmó el vaso. Iba ser el 30 de Mayo el Paro Nacional, pero la Córdoba rebelde se adelantó. La vanguardia estuvo entre sus filas y finalmente los obreros salieron el 29 de Mayo del ˮ™69 a las 10 de la mañana desde las fábricas ubicadas en barrio Santa Isabel, a unas 40 cuadras del centro. Reclutaron estudiantes en la Universidad Tecnológica y siguieron su paso. En el micro centro se sumaron Luz y Fuerza, Curas tercermundistas y estudiantes universitarios y secundarios. A las 12 horas es asesinado Máximo Mena. Por su doble condición de obrero y estudiante, este hecho se convirtió en el grito de guerra final. Dos horas más tarde, toda alma que no estuviera uniformada estaba unida de una u otra manera a la lucha. Hubo caí­dos, heridos y el barrio Clí­nicas, fiel a su tradición libertaria, se transformó en un bastión de resistencia hasta el dí­a 31 de mayo. La segunda pregunta se contesta sola: Se dejó la vida allí­, se arriesgó el pellejo y se volteó a un régimen. Allí­ está la razón por la que un dí­a como hoy seguimos recordando al Cordobazo a flor de piel.
Y pese a que la contradictoria Córdoba, esté llena de pérdidas y dolores por las libertades que faltan conquistar, fue, sigue y seguirá siendo un emblema de rebeldí­a y luchas colectivas.
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