Política

Corriente Federal de los Trabajadores: "O cambia la polí­tica económica, o la Argentina quiebra"

El denominado “Diálogo por la producción y el trabajo” ha resultado una pantomima, disfrazada con insuficientes paliativos, destinada a ganar tiempo para proseguir un ajuste salvaje, exigido por los grandes grupos económicos y financieros, que recae fundamentalmente sobre los trabajadores del sector formal y de la economí­a popular. Como siempre advertimos, estos despidos demuestran que no hubo ni habrá diálogo real con esta polí­tica económica.
por La Cámpora
12 ene 2017
2017 ha comenzado, no podí­a ser de otra manera con este Gobierno, con un mercado interno donde se mantiene la recesión, con una inflación anualizada del 41%, quebrantos empresarios, despidos y suspensiones, tanto en el sector público como en el privado: educación pública y privada, textiles, metalúrgicos, seguros, petroleros, comercio, gráficos, curtidores, construcción, alimentación, minerí­a, cerámica, calzado, automotriz, electrónica, seguridad, gastronómicosˮ¦ Con Despidos no hay diálogo Como siempre advertimos, estos despidos demuestran que no hubo ni habrá diálogo real con esta polí­tica económica. El denominado “Diálogo por la producción y el trabajoˮ ha resultado una pantomima, disfrazada con insuficientes paliativos, destinada a ganar tiempo para proseguir un ajuste salvaje, exigido por los grandes grupos económicos y financieros, que recae fundamentalmente sobre los trabajadores del sector formal y de la economí­a popular. Así­ lo indican: ˮ¢ las presiones para imponer topes a las actualizaciones salariales y la negociación a la baja de los convenios colectivos de trabajo, los anuncios de flexibilización de la legislación, de precarización laboral como las pasantí­as, de rebaja de contribuciones patronales a la seguridad social que son salario diferido de los trabajadores; ˮ¢ los anuncios de nuevos aumentos de los combustibles, de las tarifas de luz, de gas, de agua, teléfonos, de ABL, de patentes, de transporte; ˮ¢ la eliminación de la devolución del IVA por compras con tarjeta de débito, que afecta sobre todo al consumo interno, mientras se mantiene la rebaja o eliminación de retenciones a las exportaciones agrarias o a la minerí­a; ˮ¢ los anuncios de mayor apertura de las importaciones en detrimento de la producción nacional; ˮ¢ una desembozada reducción de los derechos previsionales. Esta polí­tica es inviable Todo ello en un contexto internacional que se sabí­a crí­tico, aunque el Gobierno recién quiso anoticiarse cuando se confirmó el triunfo del Sr. Trump como Presidente de los Estados Unidos. El hecho complica y encarece la colocación de deuda para sostener esta polí­tica inviable que instaló en nuestro paí­s un déficit fiscal entorno del 10% del PIB y que, acompañada de un déficit de la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, necesita imperiosamente de crédito externo. Empeñado en obtener ese crédito, por exigencia de conglomerados financieros transnacionales a los que están vinculados sus ministros, ha eliminado el plazo mí­nimo de permanencia en el paí­s para las inversiones financieras extranjeras, alentando al capital especulativo a ingresar sin restricciones. Habilitan los golpes de Mercado Se habilita así­ para que -en el momento que indique su “humorˮ, sea para realizar ganancias, sea para tener garantí­as de huí­da en el momento del inevitable quebranto- los prestamistas puedan decidir una salida abrupta de fondos presionando el tipo de cambio hacia una devaluación que se trasladará a precios. Es una decisión criminal, que abre paso a los “golpes de mercadoˮ, más si se tiene en cuenta que, previamente, otorgaron a los exportadores un plazo de hasta cinco años para liquidar las divisas provenientes de las ventas externas. Buscan un modelo dependiente No se piense que el Gobierno no sabe a dónde va. Sí­ que lo sabe, por ello reprime y planifica una escalada violenta e ilegal contra la protesta social, como lo demuestra la exhortación presidencial a su subordinado Jefe de Gobierno porteño para que este año tenga “un comportamiento distinto y termine con los piquetesˮ. Por ello se reiteran las maniobras para desorganizar y fragmentar al movimiento nacional y popular. Por este camino, más temprano que tarde, entraremos en una situación de mayor destrucción del entramado productivo y una ingente acumulación de deuda que será muy difí­cil de revertir. Se busca un modelo de paí­s dependiente de los grandes conglomerados empresarios locales y transnacionales. Buscan quebrar a la Argentina para someterla. Por ello, siguiendo la lógica de esta polí­tica económica se busca deconstruir, reducir, reestructurar, los sistemas educativo, de seguridad social, cientí­fico, la polí­tica nacional de relaciones exteriores -como se comprueba en relación a Malvinas-, la polí­tica de derechos humanos, el papel de las fuerzas armadas y de seguridad, condicionar la soberaní­a nacional y popular. Por lo expuesto reiteramos: Urge un plan de acción 1) Tal como sucedió tras el veto presidencial a la ley de emergencia ocupacional, los despidos ocurridos desde noviembre ppdo. Cuando en el marco del supuesto “Diálogo para la producción y el trabajoˮ se suscribió un acta donde los empresarios se comprometieron a evitar despidos hasta marzo de 2017. Como la realidad dice y representantes de la CGT denuncian este compromiso no se cumplió. Es la segunda vez que esto ocurre, tampoco se cumplió un “acuerdoˮ similar de mayo de 2016, y más adelante el Sr. Macri, ratificando que no le importa ni respeta nada, vetó la ley de emergencia ocupacional sancionada por el Congreso. Directamente o indirectamente más de 450.000 argentinos que han perdido su trabajo desde diciembre de 2015 sufren las consecuencias. El gobierno, los CEOS empresarios que lo integran, insisten en agraviar y comprometer con sus incumplimientos a la Confederación General del Trabajo. Más allá de diferencias, no podemos aceptar esto, debemos frenar el atropello a la clase trabajadora. Para superar esta crí­tica situación es necesario un cambio de polí­tica económica. Es imprescindible que la Confederación General del Trabajo, participando a todas las organizaciones sindicales sin exclusiones, decida con urgencia sobre un programa y un plan de acción que unifique los reclamos y las luchas que los distintos sectores del movimiento obrero argentino están llevando adelante en todo el territorio nacional. 2) En el mismo sentido, atento a las elecciones del presente año, hay que trabajar con seriedad y dinamismo, deponer mezquinos intereses partidarios o personales, para constituir un Frente Nacional y Popular, alrededor de ese programa que debe ser claro y definido, con compromisos concretos, con disposiciones adecuadamente planificadas. Esto último es nuestra exigencia irrenunciable. Que esto quede en claro pues tenemos memoria, no aceptaremos que el Movimiento Sindical sea excluido a la hora de las grandes decisiones nacionales. Siempre que esto ocurrió, más tarde o más temprano, el Pueblo fue derrotado. Nuestros afanes no son partidistas, antes que las listas importan preservar los intereses nacionales y las mayorí­as populares. Sobre estos puntos no dudamos en parafrasear a Juan Perón: “quienes quieran oí­r que oigan, quienes quieran seguir que siganˮ¦nuestra causa es la del Pueblo Argentinoˮ. No lo hacemos por grandilocuencia. Lo hacemos porque son los trabajadores, los suspendidos, los despedidos los que deben ser escuchados, siendo “sabio y prudenteˮ corregir el rumbo si alguien se ha equivocado. El problema es la polí­tica económica. No hay opción, o cambia la polí­tica económica o la Argentina quiebra. A tales fines la Corriente Federal de Trabajadores de la CGT reivindica su propio Programa, y considera urgente: ˮ¢ Promover un acuerdo multisectorial para determinar medidas que permitan la reactivación del mercado interno y definir un Plan de Desarrollo. ˮ¢ El perfeccionamiento de la emergencia social, declarando la emergencia ocupacional prohibiendo por el plazo de un año los despidos. ˮ¢ Inmediatas medidas de protección del trabajo nacional, suspendiendo inmediatamente las importaciones de todos los productos que puedan producirse en el paí­s. ˮ¢ Remoción de las imperfecciones en la formación de precios. ˮ¢ Rechazar cualquier reforma a la baja de la legislación laboral. ˮ¢ Intervención por el Congreso del Banco Central de la República Argentina e inmediata suspensión del proceso de desregulación de la actividad financiera que llevan adelante sus actuales autoridades.

CORRIENTE FEDERAL DE TRABAJADORES CONFEDERACIí“N GENERAL DEL TRABAJO R.A.

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