Inclusión digital
Cuando la igualdad era una política de Estado
El 6 de abril de 2010 Cristina lanzó el programa Conectar Igualdad, la política pública de inclusión digital educativa más importante y disruptiva en la historia de la región. Desde aquel año hasta el 2015, el programa entregó 5 millones de notebooks, con contenidos pedagógicos y formativos y un software libre, estatal y soberano. Además, se incluyeron sistemas digitales para instituciones educativas y adaptaciones tecnológicas en escuelas especiales de todo el país.
por
La Cámpora
6 abr 2024
Por La Cámpora Secundarios
"Con este programa que se está lanzando quise que formara parte la palabra igualdad, que implica el compromiso desde los criollos contra la dependencia, de Sarmiento para una educación igualitaria, de quienes lucharon contra el fraude para permitir el voto para todos, de Perón y Eva Perón. Ellos pusieron la igualdad, no declamativa sino la que permitió que todos pudieran estudiar y llegar a la universidad”, explicó Cristina durante la presentación del programa en el Teatro Cervantes. Y así fue: la reducción de la brecha digital a pisos históricos representó un hito de gestión, estableciendo el acceso a la educación digital como un derecho, y no un privilegio.
Este programa concibió una generación de estudiantes que inició y finalizó la escuela con una computadora propia. Para 2015, el Conectar Igualdad ya era una política de Estado que marcaba a millones de pibes y pibas en su paso por el secundario.
Durante la gestión del expresidente Mauricio Macri, y de la mano de su entonces ministro de finanzas, Luis “Toto” Caputo, tomaron la decisión de desfinanciar el programa, llegando a niveles mínimos en presupuesto e, incluso, dejando notebooks abandonadas en galpones. Durante esos años, transformaron al Estado en una herramienta al servicio de los grandes grupos financieros, quitaron derechos y recortaron presupuestos a mansalva.
Pese a su relanzamiento en 2019, hoy volvemos a encontrarnos en una situación similar respecto al Conectar Igualdad. La figurita repetida, “Toto” Caputo, y el gobierno de Javier Milei vuelven a instaurar las mismas políticas –esta vez más rápido–, ajustando los presupuestos destinados a la educación pública, despidiendo trabajadores, reprimiendo las movilizaciones populares y, otra vez, abandonando el programa y generando una gran incertidumbre acerca de su futuro.
Sin embargo, los pibes tenemos memoria y una clara certeza: el Conectar Igualdad fue una de las políticas públicas que funcionó y que hizo crecer a nuestro país. Si ahora va a existir una generación de pibes y pibas que, con la degradación violenta del poder adquisitivo, no van a conocer lo que significa tener una computadora propia, tendremos el rol de hacerles saber que existió un Estado y una presidenta que supo garantizar ese derecho.
La convicción del Conectar Igualdad como una política de Estado eficiente generó que, en el año 2022, a través de la Red Nacional de Centros de Estudiantes (RENACE), presentemos el proyecto de Justicia Digital Educativa en la Cámara de Diputados, con el objetivo de garantizar el Conectar Igualdad como Ley. Creemos que ese debate debe seguir profundizándose para que ningún gobierno vuelva a quitarle el legítimo derecho a los pibes y pibas de tener una computadora. Además agregamos, como se hizo en la presentación del programa hace catorce años, contenidos y políticas referidas a los nuevos desafíos que enfrenta nuestro país en materia de avances tecnológicos. Sobre este último punto, vemos la necesidad de actualizar la discusión acerca de educación digital, desde las formas de vinculación en un mundo digital cada vez más segmentado hasta los datos personales que ofrecemos: ¿Cuánta seguridad nos garantiza una red social al entregar parte de nuestra identidad? ¿A dónde van esos datos?. Cuestionarnos ese campo transversal a nuestras vidas, y entender qué problemáticas se disparan a partir de allí, tiene que ver con los nuevos proyectos que queremos plantear en Argentina y en la región.
Si la revolución educativa en el centenario de nuestro país fue la educación pública, en el bicentenario fue, sin dudas, el Conectar Igualdad. Esta es la conciencia popular que las nuevas generaciones debemos construir, sobre todo en aquellas pibas y pibes a los que convencieron de que no les corresponde, o no merecen, tener una computadora. Gobierne quien gobierne, y contra todo embate, el movimiento estudiantil seguirá levantando en lo más alto esta bandera de lucha hasta que el Conectar Igualdad sea Ley y, nuevamente, una realidad efectiva para los secundarios del futuro.