Política

El emperador de la Patagonia

“¿Qué hace la Anónima con la inflación?”, preguntó Ricardo Kirschbaum, director adjunto del diario Clarín. “Remarca precios todos los días”, respondió Federico Braun. Y todo fue risas en uno de los salones del Hotel Sheraton, durante la celebración de los 20 años de la Asociación Empresaria Argentina (AEA).
por La Cámpora
9 jun 2022
A menudo tendencia en las redes sociales por ofrecer sobras de comida a precio de oferta en sus góndolas, esa tarde La Anónima se convirtió en polémica por la indignación que generaron las afirmaciones de su dueño. “Se nos ríen en la cara”, fue el comentario que esa tarde alcanzó un consenso omnímodo entre quienes reaccionaron a las declaraciones de Braun. “Fue un chiste, fue un chiste…Si no lo entendió...”, dijo el empresario mientras se retiraba del Sheraton, consultado por un medio porteño sobre qué le había parecido el comentario de la vicepresidenta Cristina Kirchner a sus declaraciones. Sin embargo, hoy se conoció un fragmento de una entrevista del año 2008, donde Braun deja en claro que sus dichos en la reunión de AEA no fueron un chiste. - ¿Y La hiperinflación? Braun: Para nosotros, la inflación fue un momento muy positivo. La inflación creciente; la hiper-inflación desembocó en esa crisis. Pero para un supermercado que paga a los 60 días, y vende al contado, se genera lo se llama R.E.I. (resultado por exposición a la inflación), yo decía “no era un rey, era un emperador”, porqué nuestro balance en el 86, 87, 88, con la inflación creciente, fue espectacular. Empezamos a ganar 10% en última línea, era un balance difícil de leer, porque en bruto era un 12% pero después venía R.E.I, que era una enorme masa de dinero y que el final hacía que sacáramos el 10%, y eso nunca más. - ¿O sea que lo difícil fue la situación previa y la posterior? ¿Los cambios, la devaluación? Braun: En la década del 80, al haber invertido en tecnología era muy eficiente el manejo de la inflación, hacíamos todos los cambios de precios por teléfono de noche, en la computadora. Y gracias al código de barras no hacía falta cambiar los precios en cada unidad, lo cual implementado todo el sistema, nos dio una ventaja competitiva muy importante. Fuimos muy ágiles en el manejo de la inflación. La entrevista completa publicada en febrero de 2008 forma parte de “Historia Oral de la Creación de Mercados Emergentes” y es parte de las colecciones de la Biblioteca Baker de la Escuela de Negocios de Harvard, recorre su historia familiar y empresarial. “Se sentía un emperador”, cuenta Braun, mientras destaca las virtudes de la tecnología incorporada en la década del 80 por la empresa para afrontar el período hiperinflacionario que sufrieron millones de argentinos y argentinas: “la tecnología del código de barras, el escaneo, es un invento que lo vi en Estados Unidos, en mis primeros viajes, en un  supermercado que se llama Publixs, en Miami. “Esto es maravilloso”, me dije. En un país inflacionario como el nuestro, tener que cambiar las etiquetas de precios. Quien logre esto… y fuimos unos de los primeros en implementar los códigos de barras en Argentina”. En otro pasaje de la extensa entrevista, el dueño de la cadena de supermercados con presencia monopólica en gran parte de la Patagonia, se refiere al consumo de carne: “…hemos encontrado una fórmula fantástica. Podemos exportar, y no vendemos a nadie en el mercado interno. Así exportamos lo que el consumidor argentino, especialmente de nuestra zona, no compra tanto. Puede parecer raro pero es así. La gente humilde o de pocos recursos, no come lomo, prefiere comer asado de tira, y paga un precio alto por el asado de tira. El extranjero paga en cambio, cinco veces más de lo que lo paga el argentino los cortes finos. En la ecuación nos da fantástico”. No hay risas en el auditorio pero las palabras de Federico Braun hacen eco en la historia reciente.  "Saliendo de la General Paz, la gente no come lomo”, afirmó en 2016 el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, quien fue ministro de Agroindustria de Mauricio Macri. Orgulloso cuenta que sus hijos son quinta generación en la empresa, recuerda sus años en el Cardenal Newman y explica por qué estudió ingeniería industrial en la UBA para luego especializarse en sistemas. Destaca las oportunidades que las crisis en Argentina le dieron a la empresa y lejos está de hablar de un país “fallido” como se escuchó en AEA ¿sus mejores momentos? Aparte de la hiperinflación habla de ganancias entre 2003 y 2007 donde la actividad comenzó a recuperarse (No fue magia). No hacen bromas. Verbalizan una conducta histórica. Sonríen a costa del dolor y el sacrificio del Pueblo, porque para quienes no tienen Patria, no existen los derechos.
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