Política

Legado de dignidad

Eva Perón y los derechos de los mayores

WhatsApp Image 2024 08 27 at 09.51.25

Hace 76 años, Evita impulsó el Decálogo de los Derechos de la Ancianidad, que ponderó a las personas mayores no sólo como sujetos de cuidado, sino también como sujetos de derecho. Este documento fue incorporado en la Constitución de 1949, derogada por la dictadura de Aramburu, para luego ser recogido durante el gobierno de Cristina para el impulso de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores de la OEA.

por Germán Murseli *
23 ago 2024

El 28 de agosto de 1948 no fue un día más en la historia de los derechos de las personas mayores en Argentina. Fue el día en el que nuestra querida compañera, Eva Duarte de Perón, con su inquebrantable amor por el pueblo, impulsó la Declaración del Decálogo de los Derechos de la Ancianidad. Este documento recogió derechos esenciales que incluyeron la alimentación adecuada, la vivienda y vestimenta digna, el acceso a la salud física y moral, el respeto hacia las personas mayores, la asistencia integral, el derecho al esparcimiento y al trabajo, así como gozar de tranquilidad en esta etapa de la vida. Los mismos fueron reglamentados a través del decreto Nº32.138/48, impulsado por el entonces presidente Juan Domingo Perón en su gobierno, y luego incorporados en la reforma constitucional de 1949, luego derogada por la dictadura militar autodenominada “Revolución Libertadora”, en 1955.


Evita, con su visión y compromiso inigualable, luchó para que las personas mayores no sean sólo sujetos de cuidado, sino también sujetos de derecho. Y no se quedó en palabras. Su legado se tradujo en hechos concretos. Impulsó la construcción de hogares donde las personas mayores pudieran vivir con dignidad y comodidad. El Hogar "Coronel Perón" en Burzaco, inaugurado el 17 de octubre de 1948, es un claro ejemplo de esto. Fueron lugares dignos para personas mayores, un verdadero hogar en el sentido más humano de la palabra.

Evita, con su visión y compromiso inigualable, luchó para que las personas mayores no sean sólo sujetos de cuidado, sino también sujetos de derecho.

Los gobiernos de Néstor y Cristina retomaron esta causa con fuerza, devolviendo a las personas mayores al centro de las políticas públicas. Bajo su liderazgo, la cobertura previsional se convirtió en la más amplia de Latinoamérica. 


Durante este período, nuestro país acompañó activamente la redacción de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores. Esta convención se incorporó a nuestra Constitución en 2022, retomando los principios del Decálogo impulsado por Evita en 1948.


Hoy, las personas mayores tienen a la Convención Interamericana como garantía y herramienta de su cumplimiento. Esta convención no sólo ratifica los derechos básicos establecidos por Evita, sino que también amplía su alcance, asegurando una protección integral y promoviendo activamente la dignidad y el bienestar de las personas mayores.


En el actual contexto, las personas mayores ven disminuir su poder adquisitivo debido a los miserables aumentos en sus jubilaciones, mientras que los precios de los medicamentos que consumen cotidianamente no dejan de subir. Según el último informe del Centro de Economía Política Argentina y el Centro de Estudios Políticos para Personas Mayores sobre la evolución de los precios de los medicamentos (2024), la situación descrita se confirma, ya que se ha registrado un aumento acumulado en los precios de los remedios del 188% entre noviembre de 2023 y julio de 2024.


Por todo lo antes dicho, aspiramos a una vejez digna en la que el buen trato hacia las personas mayores sea una prioridad, y sus derechos vuelvan a ser prioridad y a estar consagrados en la Constitución, siguiendo el ejemplo de Evita. Militamos por un movimiento nacional y popular que incorpore la perspectiva de las personas mayores en la militancia y sobre todo en su doctrina. Vivir una vejez con dignidad y respeto es un acto de justicia social que Eva nos legó. Vivir una vejez en dignidad y con respeto es un acto de justicia social.


*Militante de La Cámpora