Política

Perpetua para uno de los asesinos

Fallo histórico: justicia para Tehuel

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Luis Ramos fue condenado el viernes pasado a prisión perpetua en el juicio por la desaparición del joven de 21 años. Es la primera vez en la historia de nuestro país que se logra una condena por el asesinato de una masculinidad trans.

por La Cámpora Provincia de Buenos Aires
2 sep 2024

El 11 de marzo de 2021 Tehuel de la Torre, un joven trans de 21 años del conurbano bonaerense, salió de su casa en busca de una oportunidad de trabajo y no regresó nunca más. Gracias a la lucha de sus familiares, amigxs y al apoyo de organizaciones de género y diversidad sexual, se logró adelantar uno de los juicios que estaba previsto para 2027 y que finalmente concluyó con una condena el pasado viernes 30 de agosto de 2024. Por primera vez en la historia de nuestro país, se juzgó el asesinato y la desaparición de una masculinidad trans.


Este juicio representa un hito en la lucha contra las violencias hacia nuestras identidades y la falta de derechos para quienes pertenecemos a la comunidad LGBTINB+. Lo que le pasó a Tehuel podría haberle ocurrido a cualquiera de nosotrxs. Sin embargo, la lucha no termina acá. Es urgente que se condene al otro responsable, Oscar Montes, y que se continúe buscando a Tehuel para que pueda descansar en paz.

Luis Ramos fue sentenciado por homicidio agravado por odio a la identidad de género. Se trata de un crimen de odio porque, entre otras razones, los testimonios demostraron que Ramos se refería a Tehuel como “chica-chico” o lo mencionaba en femenino. Una de sus exparejas declaró que él acosaba a las mujeres y que “no le gustaba que hombres estuvieran con hombres ni mujeres con otras mujeres”. La justicia cuenta con todos los elementos necesarios para aplicar la pena máxima a ambos hombres por este crimen de odio.

Por otro lado, es relevante destacar el acompañamiento y la presencia de las organizaciones en el Tribunal. Durante la primera semana del juicio, la Asociación de Familiares y Amigxs de Tehuel de la Torre y la comunidad LGBTINB+ convocaron frente al Tribunal en lo Criminal N°2 de La Plata a una radio abierta y a diversas expresiones artísticas para expresar su apoyo a Tehuel y fortalecer el pedido de justicia por el transhomicidio.

El pasado viernes, al finalizar la lectura del veredicto, una multitud esperaba a Norma, madre de Tehuel, bajo la lluvia, para abrazarla y gritar junto a ella: “¿Dónde está Tehuel?” y “Tehuel presente, ahora y siempre”.

Norma Nahuelcura, madre de Tehuel, ha estado todos estos años acompañada por familiares de otras víctimas de violencia de género y violencia institucional, como Marta Ramallo (madre de Johana Ramallo), Rosa Schoenfeld (madre de Miguel Bru) y Lorena Galle (tía de Micaela Galle). Junto a ellas, declaró: “Yo quiero justicia. Y la justicia es que haya una condena fuerte para que no haya ningún Tehuel más”.

Para los invisibles y los pobres no hay cautelares ni inconstitucionalidades. Por eso es necesaria una modificación en la Justicia, para que no exista solo para aquellos que tienen presión de lobby o que cuentan con el dinero para contratar buenos equipos de abogados, sino para todos por igual"
Cristina Fernández de Kirchner

Reforma judicial transfeminista 


Nos encontramos ante el primer juicio por transhomicidio en la historia de nuestro país. Sin embargo, estamos convencidxs de que no se trata del primer homicidio. Desde los feminismos y el movimiento de la diversidad llevamos muchos años exigiendo y militando por la reforma de nuestra justicia, entre otras razones, debido a su falta de independencia y de una perspectiva integral y de género.

El Poder Judicial, o "Partido Judicial", es uno de los poderes menos democráticos de nuestro sistema institucional. A diferencia del Poder Ejecutivo o Legislativo, no es elegido por el voto popular, como sí ocurre en otros países. En 2013, Cristina Fernández de Kirchner presentó un proyecto de reforma judicial que fue declarado inconstitucional, casualmente, por la misma Corte Suprema de la Nación. ¿Qué había ocurrido? En diciembre de 2012, la Cámara Federal absolvió a los 13 imputados por el secuestro y desaparición de una joven en el caso conocido como “Marita Verón”. Después de esto, Cristina anunció su intención de impulsar la democratización de la justicia.

Un ejemplo de la falta de perspectiva es que, durante el juicio de Tehuel, el tribunal se negó a incorporar testigxs travestis y trans, quienes podrían haber aportado sus perspectivas y experiencias sobre las violencias y vulnerabilidades históricas del colectivo, elementos útiles e indispensables en una causa tan relevante como esta. No se ha escuchado ninguna voz travesti o trans en todo el expediente.

La reforma judicial con perspectiva transfeminista, por la que los feminismos y el movimiento de la diversidad llevamos años militando, debe centrarse en eliminar los patrones socioculturales y estereotipos que prevalecen entre quienes dirigen el Poder Judicial, desde jueces y camaristas hasta secretarios y prosecretarios. Es fundamental que estos actores desarrollen una conciencia de género y que se erradique la cultura conservadora y patriarcal reflejada en muchos procesos y fallos judiciales.

El Poder Judicial es el que decide sobre asuntos que afectan nuestra vida en sociedad y a nuestro país.

Durante el juicio de Tehuel, el tribunal se negó a incorporar testigxs travestis y trans, quienes podrían haber aportado sus perspectivas y experiencias sobre las violencias y vulnerabilidades históricas del colectivo.

Un juicio sin cuerpo 


Los crímenes de odio hacia nuestras identidades siempre tienen una saña particular con la violencia o eliminación de nuestros cuerpos. Imposible olvidar el caso emblemático de Diana Sacayan, asesinada de trece puñaladas por Gabriel David Marino, que en el 2018 fue a juicio y condenado por travesticidio, o el caso de Sofía Fernández, asesinada por efectivos de la policía bonaerense en una comisaría de Pilar, entre tantos otros.


A pesar de no saber todavía con claridad qué pasó con Tehuel, se encontraron cuatro elementos de prueba que demuestran la culpabilidad de Luis Ramos: una mancha de sangre en su casa, restos de la carcasa del celular de Tehuel, pedazos de ropa quemada y el cruce de las antenas telefónicas, que demuestran que estuvieron en la casa de Ramos la noche del 11 de marzo del 2021. Sin embargo, aún su cuerpo no fue encontrado. La pregunta sigue vigente: ¿Dónde está Tehuel?


Hoy más que nunca, en un contexto de retroceso de las políticas de género y diversidad sexual, nuestras vidas están en peligro. Necesitamos recuperar un Estado presente que continúe con el camino de reparación y reconocimiento de nuestras identidades, un Estado que proteja los derechos conquistados y asegure nuestra existencia digna y segura.


La sanción de la Ley de Identidad de Género, la implementación de la Ley Micaela, y la Ley de Inclusión y Cupo Laboral Travesti-Trans son algunos de los logros que nuestro colectivo ha conseguido, y que hoy están en riesgo de desaparecer. Son avances que representan nuestra lucha por el reconocimiento, la igualdad y la justicia, y que requieren de políticas públicas firmes para garantizar su aplicación efectiva.


El Estado debe dejar de invisibilizarnos y de intentar borrarnos de la sociedad, y empezar a desarrollar políticas que reparen los daños históricos que hemos sufrido. Necesitamos un Estado que no incite al odio ni a la violencia, sino que asegure espacios de inclusión y diversidad donde nuestras identidades sean reconocidas, valoradas y respetadas. Sabemos que podemos tenerlo porque durante 12 años, efectivamente, lo tuvimos.


No podemos retroceder en este camino de lucha que tanto nos ha costado. Nuestra batalla es por el derecho a existir, a vivir sin miedo, a ser quienes somos y expresarlo en libertad. Por eso, no dejaremos de exigir justicia para Tehuel y para todas las personas de nuestro colectivo que han sido víctimas de violencia y odio. Seguiremos luchando hasta que ninguna identidad sea vista como una amenaza y exigiendo justicia para que no haya ningún Tehuel más.