El mismo día que se aprobó el DNU ilegal que habilita una nueva toma de deuda con el FMI, a todas luces ilegítima, se cayó la sesión para tratar la prórroga de la Moratoria Previsional que vence el 23 de marzo: 500 mil personas no se van a poder jubilar. Lo que sucedió el miércoles en la Cámara de Diputados es una clara muestra de los intereses a los que responde el Gobierno de Javier Milei, Patricia Bullrich, Luís Caputo y Federico Sturzenegger, con la complicidad de los bloques aliados: el PRO, la Coalición Cívica y el radicalismo.
A una semana de la feroz represión en la movilización que se convocó en defensa de las y los jubilados, que dejó a más de 670 heridos, donde golpearon a adultos y adultas mayores, detuvieron arbitraria e ilegalmente a cientos de personas y le dispararon con una bala de gas lacrimógeno al fotógrafo Pablo Grillo, Unión por la Patria llamó a una sesión para poner sobre la mesa los reclamos y demandas que, desde hace tiempo, se llevan adelante en las convocatorias de los miércoles frente al Congreso. Las semanas previas, se realizaron juntadas de firmas en todo el país.
Los tres ejes que motivaron el llamado a sesión fueron:
- La prórroga de la Moratoria Previsional.
- La restitución del programa de medicamentos gratis de PAMI.
- El aumento excepcional de emergencia para jubilados y jubiladas.
Quienes se sentaron en sus sillas a las 10hs para tratar y aprobar el nuevo pacto con el FMI brillaron por su ausencia a las 19hs. La sesión cayó por no reunir los 129 necesarios para el quórum.
La situación es grave y alarmante: con el vencimiento de la ley, 500 mil personas no se van a poder jubilar. Son 7 de cada 10 hombres y 9 de cada 10 mujeres. Sin la moratoria, lo que queda es la PUAM que representa el 80% del haber mínimo, resulta incompatible con otros ingresos -esto significa que quienes accedan no van a poder trabajar- y el ingreso para las mujeres es a partir de los 65 años.
Todos y todas sabemos que uno de los condicionamientos que el FMI impone a los países deudores es el ajuste en el sistema previsional y, por lo tanto, la decadencia de las condiciones de vida de los adultos y adultas mayores. Nada es casual.
Entre los diputados ausentes estaban: Diego Santilli, Cristian Ritondo y Maria Eugenia Vidal. Seguramente en unos meses más los veremos caminar por los Centros de Jubilados de Capital Federal y del conurbano abrazando a adultos mayores para las fotos electorales.
Hay que decir que esta historia de ir contra los jubilados y jubiladas no es patrimonio exclusivo de Milei. Hace 9 años casi los mismos diputados del radicalismo, el PRO y la Coalición Cívica eran los que ajustaban jubilaciones e implementaban también la PUAM para diferenciar jubilados de primera y de segunda. Y qué decir de Bullrich: la que hoy los reprime fue la misma que les quitó el 13% en el año 2001.
“Una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre”, decía Milei en campaña. Pero está claro que este gobierno tiene a los mismos funcionarios, los mismos diputados aliados y están haciendo las mismas cosas que durante el macrismo: baja de impuestos a los ricos, blanqueo, entrega de recursos naturales, ajuste a jubilados, despidos, manipulación de la justicia. Todo en nombre de un cambio que nunca llega. Lo que siempre llega es el FMI.
Nuestra agenda es clara: necesitamos mejorar los haberes de jubilados y jubiladas de todo el país que hoy no llegan a solventar sus gastos mínimos; lograr que accedan gratuitamente a la medicación y sostener la posibilidad, a través de la prórroga de la moratoria previsional, de que las personas mayores tengan una jubilación digna.
La acción parlamentaria debe responder a los intereses reales de las mayorías. No se puede firmar un cheque en blanco que habilite el endeudamiento sin saber montos, plazos y condiciones mientras se ajusta ferozmente al pueblo.
Desde las calles y en el recinto vamos a seguir defendiendo los derechos de los jubilados y las jubiladas.