Política

Máximo en Mar del Plata

"La Argentina necesita un nuevo pacto intergeneracional"

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El pasado sábado 14, el compañero Máximo Kirchner participó de un acto en el Club Libertad de Mar del Plata. Junto a Fernanda Raverta, autoridades del PJ local y cientos de compañeras y compañeros, reflexionó acerca del momento actual, el rol de la militancia, el lugar de la dirigencia y los desafíos que tenemos por delante. Entre ellos, construir un proyecto de país que incluya varias generaciones de argentinos y argentinas.


por La Cámpora
16 dic 2024

En una fuerte reflexión junto a compañeros y compañeras Máximo planteó la necesidad de recuperar la autoestima de nuestro pueblo. Así como lo hicimos a partir del 2003 y no se pudo desde 2019, necesitamos que nuestra gente que vuelva a creer en sí misma, en sus capacidades y su futuro. Pero para esto tenemos que saber de dónde partimos: a diferencia de la derrota electoral de 2015, cuando nos fuimos del gobierno con la plaza llena, la experiencia del Frente de Todos terminó “con la plaza vacía”, porque no convocó a la sociedad a ser parte de las batallas que había que dar.


El mejor ejemplo, planteó, es el acuerdo con el FMI en el 2022, atravesado por dos grandes defectos. Hoy ya el presidente de la nación habla de un nuevo acuerdo con el Fondo y esto no es casual.


Dijo Máximo: “Se hacen tan mal, precisamente para que vos cada dos o tres años tengas que ir a sentarte de vuelta y te haga un acuerdito de morondanga que perjudica los intereses del país, para que la cuerda no te marque tanto el cuello, pero no quiere decir que no te lo deje de marcar. Y tenerte cortito y así ir esquilmando el país. Y así ir consiguiendo leyes que hagan que los intereses de la Patria queden subsumidos a capitales extranjeros, a un extractivismo desalmado”.

Pero este mecanismo perverso no es el único problema. En 2022 tampoco se le dijo la verdad a la gente.

No se le explicó al conjunto del pueblo las razones ni las consecuencias de ese acuerdo. Por el contrario, se presentó como el fin de todos los problemas para la Argentina. Si no involucramos a la sociedad en la toma de decisiones que definen su futuro no daremos pasos firmes y seguros rumbo a nuestros objetivos.


Si después de 2015 teníamos la firme convicción que indudablemente volveríamos a gobernar en 2019, hoy no podemos confiarnos en el devenir natural de los acontecimientos. Tampoco significa quedarse en el llanto o el lamento, dijo Máximo, sino que hay que apostar a multiplicar los esfuerzos para la construcción política: “Hay que tener la convicción de construir políticamente, aun cuando muchas veces la cuesta está empinada, pero si nos quedamos al pie de la cuesta diciendo ‘no la remontamos más’, estamos siempre en el mismo lugar. Y creo que, aunque la cuesta sea empinada, a partir de intentar remontarla, de caminar, se van construyendo, uno va subiendo escaloncito por escaloncito para poder ejercer esa representatividad”.


Se trata de tener una voluntad inquebrantable para transformar la realidad.

Voluntad inquebrantable que permitió, a pesar de la prohibición por parte del FMI, sancionar una nueva moratoria que reconoció el derecho a la jubilación para millones de argentinas y argentinos víctimas de empleadores que no hicieron los aportes previsionales correspondientes.


Pero para transformar la realidad hay que ser capaces de transformarnos a nosotros mismos, y también de abrir los debates y las discusiones, que no son de nombres o lugares en las listas —la ansiedad de los dirigentes es un mal de estos tiempos—sino de contenido e ideas, de la relación de nuestro pueblo con las cosas que defendemos, con la salud pública, la educación pública, con el desempeño de los trabajadores del Estado, etcétera. Debemos discutir cómo abordar y resolver las urgencias de nuestro pueblo, cómo convocar, cómo lograr que la sociedad se involucre en la construcción de su futuro.


Así como Cristina, luego de la estafa electoral de Macri, nos convocó a construir un nuevo pacto de ciudadanía responsable, Máximo propuso que la Argentina construya un nuevo pacto intergeneracional, que incluya y convoque a los pibes y las pibas, porque “cuando la polea de la juventud se pone en marcha, el cambio es inevitable”.

Hay que saber que no son tiempos fáciles, que “la inmediatez sirve en materia digital, pero que en los procesos de las personas, de las políticas, lo inmediato no existe. Se va construyendo todos los días, pasito a pasito”. 


Se trata, entonces, de que el conjunto de nuestra sociedad sea parte de “construir un nuevo paradigma de desarrollo nacional, popular, convocante”. Y para eso hay que entender que los cambios no son de la noche a la mañana. Nuestra tarea es dar las batallas, abollar las puertas, para que cuando vuelva a la Casa Rosada una compañera o un compañero que gobierne para el pueblo, tenga parte del trabajo hecho.


Tampoco podemos descansar en que estar del otro lado del gobierno de Milei es suficiente para que nuestra gente vuelva a confiar en nosotras y en nosotros, y nos vuelva a elegir como gobierno.

“No pensemos que a nosotros nos define Milei. Entendamos lo que está pasando en la sociedad argentina, porque si no vamos a volver a errar”.
Máximo Kirchner

"Si apostamos a que nos van a votar “por default”, por ser menos malos, “nos entramos a transformar en una fuerza política más mediocre. Y cuando uno no se da cuenta de eso, también se nos empiezan a alejar los compañeros o compañeras. Y poquito a poquito, tras que se alejan los compañeros y compañeras, se nos empieza a alejar la gente también”, agregó.


El desafío que tenemos por delante es difícil, enorme: “enfrentar un poder económico totalmente desvergonzado, inmoral, construyendo una propuesta superadora, incluso también de lo que fueron esos doce años.” Si no leemos bien el tiempo que estamos viviendo, si no escuchamos lo que está pasando en la sociedad, es poco probable que seamos capaces de volver a convocarla.


El gobierno de Milei quiere hacerle sentir a nuestro pueblo que no sirve, que no merece, que no puede.

Cuando Néstor le pagó la deuda al Fondo, en el 2006, lo hizo de cara a la gente y puso en valor el sacrificio de la sociedad argentina. Demostró que con convicción y firmeza el esfuerzo de la gente tiene recompensa no solo en términos individuales sino también para el conjunto de la ciudadanía.


El desafío para poder construir un destino diferente es lograr que nuestra gente vuelva a creer en sí misma. Hay que dedicarle tiempo al debate, la discusión, a participar, a aportar nuestra verdad relativa para construir una nueva síntesis superadora, pero por sobre todas las cosas a convocar a nuestro pueblo a ser artífice de la construcción de su destino. Para culminar, Máximo exhortó a la militancia a dar tiempo del que más vale:


Estén cerca de los que sufren, estén juntos, no se desunan. Vamos a volver a trabajar, vamos a volver a militar con un destino cierto, que es la grandeza de la Patria para que reine el amor y la igualdad.


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