Como todos los años, en octubre y noviembre se realizan las elecciones de los centros de estudiantes en las distintas escuelas de nuestro país. La militancia secundaria demostró que, con compromiso, capacidad de organización y de acción, podemos representar y seguir acercando más pibas y pibes a la transformación de nuestras aulas y también de la Patria.
El número 70 no pesa solo por su valor cuantitativo, pesa porque es el resultado del trabajo de hormiga de cada militante secundario que apuesta a la construcción y organización política en su escuela. Ese que pone una mesita, hace pasadas, presta una oreja para escuchar a sus compañeros en el recreo, que planifica una charla, un taller, que arma torneos, festivales, kermesses, que se pone al hombro una jornada solidaria o una colecta de ropa o juguetes para llevar al barrio los fines de semana.
Esa militancia diaria es el valor del espíritu militante que se hace desde la Escuela Politécnica N°703 de Chubut, pasando por la Escuela de Pesca Juan Demonte 2701 de Puerto Madryn, la Escuela de Comercio N°10 Juan Esteban Pedernera de San Luis, el Instituto de Educación de Córdoba, la Legión de La Plata, la Escuela Corbeta Uruguay de Pinamar, la Escuela 11 de Escobar, hasta la Escuela Técnica N°3141 de Salta, entre tantas otras.
Es este un resultado que demuestra que la juventud no dejó de creer en la política. Se sigue organizando y convocando a construir una alternativa para que, cuando el gobierno de Javier Milei los decepcione o los frustre, haya un proyecto que sea posible y pueda contenerlos. No podemos permitir que se enojen con la política y para eso asumimos el compromiso de volver a enamorar a las pibas y pibes, demostrando que es una herramienta capaz de transformarlo todo.
“El gobierno de Milei vino con la intención de arrebatar nuestros sueños”, dijo Delfina Carbajal, presidenta del Centro de Estudiantes de la Escuela Carlos Pellegrini,. “No vamos a dejar que nos pasen por arriba, necesitamos a los pibes organizados para hacerle frente a quienes quieren que nosotros no creamos en la política”, agregó.
Por su parte, Dante Demito, presidente de la Escuela Técnica 8 de Lanús afirmó: “La construcción de una nueva alternativa de país, comienza de abajo para arriba, con los estudiantes secundarios y universitarios como pilar fundamental para enfrentar las políticas empobrecedoras del gobierno nacional”.
Estas victorias demuestran que las pibas y los pibes esperan y exigen todo de la política. Lo que se necesita es la disposición y la voluntad de convocarlos a hacer y debatir un proyecto que sueña un país más justo. Y la organización es un buen lugar para hacerlo, el mejor.
“Un centro busca la participación de todos los estudiantes”, comentó la presidenta de la Escuela Rivadavia de Rosario, Pilar Pavón, y agregó: “Busca generar lazos de compañerismo y crear una comunidad unida con el objetivo de que la escuela sea un lugar agradable”.
Es un momento bisagra para dar discusiones e ir al frente. Los grandes monstruos económicos que andan escondidos en plataformas virtuales buscan jóvenes individuales, aislados, atomizados y si pueden también endeudados, que permanezcan el mayor tiempo de su día en soledad con la cabeza gacha scrolleando un dispositivo. Ese modelo de país de sálvese quien pueda, que cada vez genera más angustia y frustración en los pibes y pibas, se combate también armando y construyendo centros de estudiantes. Es esa la herramienta que tenemos los pibes para pasar de la soledad a la comunidad. A ese poder real no le conviene que La Cámpora gane 70 centros de estudiantes ¡miren si este no es un acto de rebeldía!
Los pibes y las pibas demostramos que con constancia, organización, convicción y trabajo, la política representa y convoca. En estas elecciones, no es casual que los estudiantes secundarios hayan elegido agrupaciones que defienden la educación pública, y que luchan para ponerle límites al gobierno de Javier Milei pero que, fundamentalmente, convoca a reivindicar y construir proyectos de inclusión y justicia social en nuestras escuelas, como nos enseña día a día Cristina.
¡Felicitaciones compañeros y compañeras!