Política

La Juventud como el motor del cambio

por La Cámpora
1 jun 2011

La Campora Universidad - Económicas

La presencia de los medios, la suspensión de las clases en varios cursos para poder participar de la actividad y la enorme cantidad de gente que se volcó masivamente al SUM (más de 200 personas) hasta desbordarlo fueron indicadores de la magnitud del evento.

Ante un público joven y ávido de escuchar sus experiencias, Juan Manuel Abal Medina (Secretario de Medios de la Nación y Doctor en Ciencia Polí­tica) e Iván Heyn (Presidente de la Corporación Puerto Madero y representante del Estado en el directorio de Aluar) expusieron durante casi 2 horas acerca de la actualidad y el rumbo de la economí­a y la polí­tica argentina.

El primero en hablar fue Iván Heyn. Egresado de la FCE y también militante universitario (miembro de TNT, agrupación independiente que supo ganar las elecciones en el año 2002), recordó su paso por nuestra facultad y se mostró satisfecho con su vuelta.

Con su habitual solvencia técnica y claridad conceptual, Heyn explicó la firme vocación polí­tica que este gobierno (desde el año 2003) ha tenido para sustentar un modelo que apostó siempre por el mercado interno y desestimó las hipótesis que le atribuyen el éxito del mismo a los llamados “vientos de colaˮ.

Explicó que los desafí­os que se enfrentan en la actualidad son “desafí­os del crecimientoˮ, y es lógico que en un contexto de record de inversión como el actual existan pujas distributivas entre los diferentes sectores por intentar usufructuar parte de ese crecimiento.

Sin embargo uno de los conceptos más fuertes que expresó fue la necesidad de ganar la batalla cultural para que todo el pueblo acompañe un modelo de inclusión social frente a otras alternativas que han replicado experiencias similares a la del año 2001, como ha hecho por ejemplo la gestión de Macri en la ciudad.

Para esto es fundamental dar la pelea ideológica también dentro de la facultad ya que es allí­ donde se forman las futuras generaciones de dirigentes. Hoy nos encontramos con que muchos planes de estudio no sólo han quedado desactualizados sino que defienden a ultranza un paradigma liberal que ha sido mundialmente cuestionado y revisado luego de las crisis de los últimos años.

Luego fue el turno de Juan Manuel Abal Medina, un hombre importante en la gestión del gobierno nacional, quien hizo énfasis en la necesidad de entender a la polí­tica y la economí­a como dos vertientes que van necesariamente de la mano.

Otro de los puntos en los cuales hizo hincapié fue la concepción de la polí­tica que Néstor y Cristina han traí­do a la mesa. Durante muchos años en nuestro paí­s (y aún hoy en otros paí­ses, como actualmente sucede en España) se ha querido llevar a la polí­tica a un estado de impotencia, restringiéndola cada vez más, como si se tratase de una esfera aislada y autodeterminada que sólo incumbe a los polí­ticos de clase.

Esta idea de que la polí­tica no podí­a actuar sobre la realidad llevaba a que la gente se alejara de ella, propiciando así­ una suerte de profecí­a autocumplida ya que la polí­tica terminaba siendo realmente impotente ante el alejamiento y escepticismo de la sociedad.

Con el kirchnerismo llegó una nueva forma de pensar a la polí­tica. Se dejó de pensar en términos de las restricciones existentes y se plantearon alternativas reales en términos polí­ticos, demostrando que aquellos fantasmas que parecí­an intocables no eran más que figuras de papel y que se podí­an vencer. Con el solo hecho de dar la discusión, lo imposible se volví­a posible.

Así­ se renovó la corte suprema, así­ se recuperaron las AFJP, así­ se impulsó la nueva Ley de Servicios Audiovisuales y así­ se tornaron realidad tantas otras medidas que recuperaron la polí­tica como herramienta transformadora para la sociedad.

Luego del conflicto por la 125 y luego de las elecciones legislativas del 2009, los grupos económicos concentrados creí­an que este ciclo estaba acabado. Creyeron que era un proceso polí­tico como cualquier otro, que cuando tení­a problemas agarraba los manuales de la moderación. Pero se equivocaron, Néstor y Cristina siempre fueron para adelante. Para ellos, cuando a la pelea se la deja de dar, se pierde.

El poder se jugó con todo y no le bastó. Por eso a partir de ahí­ este proceso no tiene lí­mites, porque no puede ser condicionado. Sin embargo este camino tiene que obligarnos a no ser autocomplacientes. Hoy nos damos cuenta que la polí­tica vale la pena y que es una herramienta que puede mejorar la realidad. Por eso es necesario, más que nunca, mucha militancia y organización.

El auditorio ovaciono de pie al despedir a Iván Heyn y a Juan Manuel Abal Medina, herederos del proyecto nacional y popular, hombres de gestión, y fieles exponentes del modelo que con militancia defendemos, para todos los argentinos, dí­a a dí­a.