La Campora Universidad - Económicas
La presencia de los medios, la suspensión de las clases en varios cursos para poder participar de la actividad y la enorme cantidad de gente que se volcó masivamente al SUM (más de 200 personas) hasta desbordarlo fueron indicadores de la magnitud del evento.
Ante un público joven y ávido de escuchar sus experiencias, Juan Manuel Abal Medina (Secretario de Medios de la Nación y Doctor en Ciencia Política) e Iván Heyn (Presidente de la Corporación Puerto Madero y representante del Estado en el directorio de Aluar) expusieron durante casi 2 horas acerca de la actualidad y el rumbo de la economía y la política argentina.
El primero en hablar fue Iván Heyn. Egresado de la FCE y también militante universitario (miembro de TNT, agrupación independiente que supo ganar las elecciones en el año 2002), recordó su paso por nuestra facultad y se mostró satisfecho con su vuelta.
Con su habitual solvencia técnica y claridad conceptual, Heyn explicó la firme vocación política que este gobierno (desde el año 2003) ha tenido para sustentar un modelo que apostó siempre por el mercado interno y desestimó las hipótesis que le atribuyen el éxito del mismo a los llamados “vientos de colaˮ.
Explicó que los desafíos que se enfrentan en la actualidad son “desafíos del crecimientoˮ, y es lógico que en un contexto de record de inversión como el actual existan pujas distributivas entre los diferentes sectores por intentar usufructuar parte de ese crecimiento.
Sin embargo uno de los conceptos más fuertes que expresó fue la necesidad de ganar la batalla cultural para que todo el pueblo acompañe un modelo de inclusión social frente a otras alternativas que han replicado experiencias similares a la del año 2001, como ha hecho por ejemplo la gestión de Macri en la ciudad.
Para esto es fundamental dar la pelea ideológica también dentro de la facultad ya que es allí donde se forman las futuras generaciones de dirigentes. Hoy nos encontramos con que muchos planes de estudio no sólo han quedado desactualizados sino que defienden a ultranza un paradigma liberal que ha sido mundialmente cuestionado y revisado luego de las crisis de los últimos años.
Luego fue el turno de Juan Manuel Abal Medina, un hombre importante en la gestión del gobierno nacional, quien hizo énfasis en la necesidad de entender a la política y la economía como dos vertientes que van necesariamente de la mano.
Otro de los puntos en los cuales hizo hincapié fue la concepción de la política que Néstor y Cristina han traído a la mesa. Durante muchos años en nuestro país (y aún hoy en otros países, como actualmente sucede en España) se ha querido llevar a la política a un estado de impotencia, restringiéndola cada vez más, como si se tratase de una esfera aislada y autodeterminada que sólo incumbe a los políticos de clase.
Esta idea de que la política no podía actuar sobre la realidad llevaba a que la gente se alejara de ella, propiciando así una suerte de profecía autocumplida ya que la política terminaba siendo realmente impotente ante el alejamiento y escepticismo de la sociedad.
Con el kirchnerismo llegó una nueva forma de pensar a la política. Se dejó de pensar en términos de las restricciones existentes y se plantearon alternativas reales en términos políticos, demostrando que aquellos fantasmas que parecían intocables no eran más que figuras de papel y que se podían vencer. Con el solo hecho de dar la discusión, lo imposible se volvía posible.
Así se renovó la corte suprema, así se recuperaron las AFJP, así se impulsó la nueva Ley de Servicios Audiovisuales y así se tornaron realidad tantas otras medidas que recuperaron la política como herramienta transformadora para la sociedad.
Luego del conflicto por la 125 y luego de las elecciones legislativas del 2009, los grupos económicos concentrados creían que este ciclo estaba acabado. Creyeron que era un proceso político como cualquier otro, que cuando tenía problemas agarraba los manuales de la moderación. Pero se equivocaron, Néstor y Cristina siempre fueron para adelante. Para ellos, cuando a la pelea se la deja de dar, se pierde.
El poder se jugó con todo y no le bastó. Por eso a partir de ahí este proceso no tiene límites, porque no puede ser condicionado. Sin embargo este camino tiene que obligarnos a no ser autocomplacientes. Hoy nos damos cuenta que la política vale la pena y que es una herramienta que puede mejorar la realidad. Por eso es necesario, más que nunca, mucha militancia y organización.
El auditorio ovaciono de pie al despedir a Iván Heyn y a Juan Manuel Abal Medina, herederos del proyecto nacional y popular, hombres de gestión, y fieles exponentes del modelo que con militancia defendemos, para todos los argentinos, día a día.