Política

La única verdad es la realidad

por La Cámpora
8 jun 2011

Quizás nuestra afrenta polí­tico-ideológica frente a los grandes multimedios monopólicos, amigos del poder y funcionales a los Grupos A que exisitieron y segurián exisitiendo a lo largo de la historia de nuestra querida Argentina, provoca que aquellas verdaderas plumas de defensa de derechos y quizás las más inspiradas de otra época que vivió nuestro paí­s, se vean ciertamente teñidas por las acciones de verdaderos lobbistas del poder económico disfrazados de periodistas.

Un 7 de junio de 1810, sale a calle La Gazeta de Buenos Aires fundada por Mariano Moreno con el objetivo principal de divulgar las ideas revolucionarias entre la población. Allí­ se congregaron célebres personajes tales como Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Bernardo de Monteagudo y el propio Moreno. Fue en plena década infame allá por 1938 que se declaró al 7 de junio como el Dí­a del Periodista en las jornadas del Primer Congreso Nacional de Periodistas, retomando de esta forma el camino iniciado por nuestros revolucionarios de Mayo.

Nuestra historia periodí­stica argentina nos ha dado muchos exponentes que revalidaron aquella gesta fundacional. Seremos injustos al mencionar sólo algunos, pero quienes se inmiscuyeron en las letras del Periodismo no podrán olvidar jamás seguramente aquellos memorables pasajes de Roberto Arlt, de Juan Gelman, de Rodolfo Walsh y de Paco Urondo, entre otros.

El mismo compromiso de aquéllos trazó el camino de los casi 100 compañeros periodistas desaparecidos y es por eso que la lucha por la plena vigencia de La Ley de Medios de la Democracia representa el correlato actual de aquella lucha.

Por todo, es que vaya hoy nuestro reconocimiento a todos aquellos trabajdores de los medios y de las ideas que diariamente se ponen al hombro su libretita y grabador y salen a recorrer las calles de un paí­s que cada vez es más justo, que cada vez ofrece mayores e iguales oportunidades para todos y que la verdad merece que se le reconozca a la Argentina la grandeza de su fortaleza para salir adelante incluso de los dirigentes más siniestros que nos han tocado en todas las épocas y en todas las etapas de construcción de una Argentina para todos.

Hoy tenemos más igualdad, más verdad, más memoria, más justicia. Vaya si no es un paí­s que merece ser relatado por todos aquellos compañeros que eligieron contar una verdad que hoy más que nunca es la realidad.

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