Política

Las fechas exaltadas por el proyecto nacional, popular y democrático.

por La Cámpora
6 jun 2012
Como dijo la presidenta, el 4 de junio es una fecha que está cargada de acontecimientos importantes para la historia de nuestro paí­s. El 4 de junio de 1870 fallece, exiliado en Chile, Felipe Varela, uno de los caudillos federales más populares y por eso perseguido por los gobiernos liberales de ese entonces. Felipe Varela se enfrentó fuertemente a Bartolomé Mitre y a la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay. El 4 de junio de 1940 fallece Enrique Mosconi, militar, patriota, ideólogo y primer presidente de YPF, desde su fundación en 1922. El 4 de junio de 1946 asume por primera vez la presidencia de la Argentina Juan Domingo Perón para iniciar una década de transformaciones sociales, polí­ticas y económicas en beneficio de los trabajadores, postergados a la miseria hasta entonces. El 4 de junio de 1951 Perón asume su segunda presidencia en las primeras elecciones presidenciales en las que votaron las mujeres argentinas gracias al esfuerzo y compromiso de Evita. El 4 de junio de este año, o sea ayer nomás, se realiza la primera asamblea de accionistas de YPF, luego de que los argentinos recuperamos el 51% de la empresa petrolera, gracias a la decisión histórica de la presidenta Cristina. Felipe Varela, por haber representado a los más humildes y desafiado la autoridad de Bartolomé Mitre que nos enfrentó a los latinoamericanos por oscuros intereses, tuvo que permanecer olvidado por la historiografí­a oficial que lo ocultó sistemáticamente, como a otros caudillos, para que los argentinos no tomemos conciencia de las luchas de nuestro pueblo por los ideales de justicia social y hermandad latinoamericana. Al General Mosconi le pasó algo parecido ya que el ejemplo que podí­a significar un militar con compromiso patriótico y una idea clara del papel de las fuerzas armadas en el desarrollo económico y la integración social del paí­s era muy peligroso para los militares asesinos que lo sucedieron. Ni hablar del ocultamiento que los golpistas del 55 quisieron hacer de Perón que tuvieron que llegar al lí­mite tan absurdo de dictar un decreto que prohibí­a la utilización de la “ fotografí­a retrato o escultura de los funcionarios peronistas o sus parientes, el escudo y la bandera peronista, el nombre propio del presidente depuesto el de sus parientes, las expresiones "peronismo", "peronista", " justicialismo", "justicialista", "tercera posición", la abreviatura PP, las fechas exaltadas por el régimen depuesto, las composiciones musicales "Marcha de los Muchachos Peronistas" y "Evita Capitana" o fragmentos de las mismas, y los discursos del presidente depuesto o su esposa o fragmentos de los mismosˮ. Bartolomé Mitre y los escribidores que nos quisieron ocultar la verdadera historia para que desde el colegio secundario no empecemos a ver la conexión y el sentido de cada una de las luchas son los mismos que hoy insisten en escribir cuanta falsedad y mentira se le ocurre con tal de que a los argentinos nos vaya mal y vuelvan a gozar de los privilegios que les concedí­an los gobierno débiles y antipopulares. Los militares que teniendo el ejemplo de Mosconi en lugar de dedicar su carrera de militares a defender a la patria, fueron marionetas de los poderosos de turno y no dudaron en perseguir, torturar y asesinar a miles de compatriotas son los mismos que hoy estamos juzgando para que pasen el resto de sus dí­as encerrados viendo cómo ponemos de pie a la Argentina que nos dejaron destrozada luego del último golpe. Los gorilas golpistas que piensan que con un decreto pueden impedir que un pueblo sea libre y artí­fice de su propio destino son los mismos que hoy, casi como una caricatura de sí­ mismos, golpean cacerolas porque no pueden tolerar la profundización de un proyecto nacional, popular y democrático. Felipe Varela, Enrique Mosconi, Perón y tantos argentinos que lucharon por el bienestar de nuestro pueblo serán mañana los miles de pibes que hoy desde el colegio secundario tienen la posibilidad de disfrutar de un paí­s que siempre estuvo ahí­, esperando, y que gracias a Néstor y Cristina volvió con más alegrí­a y futuro que nunca.