No fueron las pastillas, fueron los hombres de gris.
Luego de que fallecieran 5 jóvenes en la Time Warp, tanto la corpo mediática como funcionarios del gobierno lanzaron una campaña que deposita la mayor culpa en el consumo de droga, estigmatizando a la juventud para proteger a los poderosos.Que los funcionarios se hagan responsables y la justicia investigue hasta las últimas consecuencias
por
La Cámpora
22 abr 2016
Te pudo haber tocado nacer en un barrio o en otro. Por cercanía espacial y social, podes acceder con mayor facilidad a ciertos consumos y salir con amigos a determinados boliches. Podes preferir una fiesta electrónica, un recital de rock, un boliche de cumbia, una varieté o lo que fuera. Pero, en definitiva, lo cierto es que llega el fin de semana y los jóvenes queremos salir y pasarla bien un rato. Y los viernes a la noche es el momento que muchos tenemos para distendernos de los nervios acumulados en la semana. O por lo menos eso es lo que nos ofrece la sociedad. Pero el viernes 15 de abril no fue como cualquier viernes: 5 jóvenes murieron intoxicados en la fiesta “Time Warpˮ , en un predio de la empresa Costa Salguero SA, cuyo propietario es, además de un flamante usuario de cuentas Off Shore en Panamá, el marido de la diputada y vicepresidenta de la Legislatura Porteña por el PRO (el mismo predio que se usó para montar el búnker de la Alianza Cambiemos y el mismo que usó Macri para su fiesta de casamiento).
¿Qué tienen en común un recital de rock, una fiesta electrónica, un boliche de cumbia o una varieté artística? No solamente el consumo de drogas ilegales, sino que lo que tiene que estar por encima garantizando la seguridad de todos es el Estado. Pero en lugar de ver a nuestros representantes en los lugares de gobierno haciéndose cargo de lo sucedido, vimos a una funcionaria del gobierno nacional como Gabriela Michetti declarando públicamente que "si la pastillita es tan chica, ¿cómo se controla eso?" desentendiendose y simplificando el debate. Vimos también una campaña mediática que, criminaliza a los jóvenes y deposita en ellos toda la culpa: murieron por tomar éxtasis (horas y horas con la imagen de la pastillita “supermanˮ en pantalla completa). Siguiendo ese razonamiento, podemos hacer una analogía y decir que las muertes por consumo de paco no tendrían otro culpable más que el pibe que lo fumó. Pero sabemos que eso es falso. Situaciones como estas son la consecuencia, la cara visible, de un problema mayor, que es la ausencia o la complicidad del Estado y funcionarios que no se hacen cargo de su responsabilidad como gobernantes. Por otro lado, como sociedad aún nos debemos un debate más profundo sobre la legalización, despenalización, regulación y/o educación del Estado en cuanto al consumo y la comercialización de drogas que hoy son ilegales.
Al igual que en la tragedia de Cromañón, entendemos que no puede haber un solo responsable, sino que es una cadena que enlaza a los dueños, empresarios, inspectores, políticos, etc., donde algunos pueden tener más, menos o ninguna responsabilidad, pero a priori no lo sabemos y se tiene que investigar. Es por eso que desde La Cámpora universidad expresamos nuestro enérgico rechazo a la actitud de los funcionarios oficialistas y denunciamos la campaña mediática que estigmatiza a los jóvenes para proteger a los poderosos. Al mismo tiempo le exigimos al poder judicial que investigue hasta las últimas consecuencias y determine si el marido de la legisladora Carmen Polledo (Vicepresidenta de la Legislatura de la Ciudad) efectivamente era parte del directorio de Costa Salguero SA, y si esta relación tuvo consecuencias en las preferencias y facilidades con las que contaba esta empresa para hacer usufructo de ese predio.