Este 21 de julio se cumplen quince años de la promulgación de la Ley de Matrimonio Igualitario. En un contexto de discursos de odio, intentos de retroceso y persecución a referentes del campo nacional y popular, reivindicamos una vez más que los derechos se garantizan con decisión política, organización y lucha.
15 años del Matrimonio Igualitario
Orgullosamente militantes de la igualdad

Fue el pueblo organizado el que empujó la agenda de derechos y fue Cristina Fernández de Kirchner quien, en el ejercicio de su gobierno, transformó esta demanda en política pública. Los derechos se garantizan con decisión política, organización y lucha.
Desde las diversidades de La Cámpora recordamos este hecho histórico no sólo como un hito institucional, sino como el resultado de la militancia colectiva y de una conducción política que decidió estar del lado de la igualdad. Fue el pueblo organizado el que empujó la agenda de derechos y fue Cristina Fernández de Kirchner quien, en el ejercicio de su gobierno, transformó esa demanda en política pública.



La promulgación de la ley no fue un gesto simbólico. Detrás de esa firma estaba la inquebrantable decisión política de un proyecto de país para todos y todas, que dejaba de excluir y nos invitaba a recorrer un camino de ampliación de derechos y mayores niveles de justicia. Fue una definición política en un escenario hostil, con sectores concentrados de poder que se manifestaron en contra.
Néstor Kirchner, como diputado y presidente del Partido Justicialista, votó afirmativamente y militó “voto por voto” para garantizar que esa ley se aprobara. Cristina actuó en el mismo sentido, con el fin de defender el proyecto incluso frente a rechazos al interior de nuestra propia bancada. Esa es la diferencia entre liderar un país con convicciones o hacerlo en base a acuerdos de gobernabilidad con sectores que quieren mantener sus privilegios.

Hoy, mientras el gobierno de Javier Milei alienta discursos de odio, señala, denuncia y difama a quienes defendemos los derechos de las diversidades y la justicia social, volvemos a decirlo con claridad: no hay libertad sin derechos, no hay derechos sin democracia y no hay democracia sin Cristina.
Desde las diversidades de La Cámpora recordamos este hecho histórico no sólo como un hito institucional, sino como el resultado de la militancia colectiva y de una conducción política que decidió estar del lado de la igualdad. Fue el pueblo organizado el que empujó la agenda de derechos y fue Cristina Fernández de Kirchner quien, en el ejercicio de su gobierno, transformó esa demanda en política pública.

Queremos una Argentina libre, igualitaria y orgullosa. Queremos a Cristina libre, porque es inocente y porque es nuestra. Enfrentar el ajuste también es defender cada derecho logrado con años de militancia. Nuestra historia nos obliga a estar a la altura del momento. Lo hicimos una vez, lo haremos de nuevo.
Diversidades con Cristina. Orgullosamente militantes.
